La izquierda de Jerez, la izquierda que no llega porque ni está, ni se le espera

Sebastián Chilla.

Jerez, 1992. Graduado en Historia por la Universidad de Sevilla. Máster de Profesorado en la Universidad de Granada. Periodista. Cuento historias y junto letras en lavozdelsur.es desde 2015. 

El cierre de campaña de Adelante Jerez en la Alameda del Banco.
El cierre de campaña de Adelante Jerez en la Alameda del Banco.

Noche de caras largas en la izquierda jerezana. Encontrar una fotografía por redes sociales de las reacciones al escrutinio de estas elecciones municipales del 26 de mayo es prácticamente una utopía; una utopía más, otra fantasía, otro sueño, soñado sólo por algunos illuminati que se creyeron eso de asaltar los cielos y que parece que llevan años sin poner los pies en el suelo.

21.225 votos: son los apoyos que cosechó la suma de Ganemos Jerez —quien parece haberse olvidado de que en aquel entonces sí era Podemos— e Izquierda Unida en los comicios locales de 2015. 14.316 votos: la cifra del desastre, la suma de Adelante Jerez (la confluencia, si se le puede llamar así, de Podemos, Izquierda Unida, Izquierda Andalucista y Primavera Andaluza) más Ganemos Jerez el pasado domingo. ¿Explicaciones? Parece que ninguna. Balones fuera, y si te he visto ni me acuerdo. Mientras que las fuentes de Adelante Jerez no se explican el enorme batacazo de una suma que bien podría calificarse de resta, la agrupación de electores culpa al gobierno socialista de Jerez, que "ha capitalizado su labor de oposición".

Kika González, durante su intervención en el acto de presentación de la candidatura de Ganemos Jerez.

¿Escucharemos algún día decir a nuestros políticos jerezanos a la izquierda del PSOE que gran parte de la configuración política de últimos años obedece no sólo a patrones externos sino a dinámicas internas? ¡Lo dudo! No lo dudo, lo descarto. Ni escucharé a Pablo Iglesias reconocer que ya es hora de que se quite de en medio porque estorba, ni podré hacer lo propio con algunos políticos locales, que han cambiado radicalmente su discurso en unos años por imposiciones desde arriba. A otros, tampoco los imaginaré reconociendo el más mínimo margen de error: que su discurso está vacío, es fácil, está lleno de consignas y está alejado de lo que el pueblo de Jerez necesita (o siente que necesita).

Ahí lo tienen: José María González Kichi. No es un político de raza, es un gaditano de raza. Eso es justo lo que esperan las gaditanas y los gaditanos de él. ¿Populista? ¡Pues mira tú qué bien! Si populismo es contribuir a una Cádiz más solidaria con las herramientas disponibles desde un consistorio para fomentar la justicia social, con participación ciudadana o con conciencia histórica y ambiental por ser un poco cofrade, algo más carnavalero y todavía más futbolero... ¡bienvenido sea! En cambio, si vas de ser el más impoluto y transparente mientras juegas a ocultar tus intenciones de cara a los demás sectores de la izquierda no saliendo de tus círculos endogámicos... te encuentras lo que te encuentras. Si crees que la revolución cabe en un pin, una bandera o en un discurso cargado de simbolismo, también.

Raúl Ruiz-Berdejo, cabeza de lista de Adelante Jerez

Miren los vídeos de campaña: historias personales, personalismo, anécdotas y la gracia tonta. ¿Dónde están las medidas, los proyectos, las iniciativas que tanto necesita este pueblo que se ahoga de sed de política con mayúsculas? ¿Dónde está la reivindicación de un Jerez mejor, más justo y que se sitúe en el mapa frente al ninguneo institucional por parte de otras administraciones supramunicipales? Ni está ni se le espera, como a esta izquierda. ¿Cómo pueden desaprovecharse las dotes políticas de un comunicador tan excepcional como Raúl Ruiz-Berdejo? ¿Cómo puede tirarse por la borda la capacidad incansable de lucha, dinamismo y empatía de Kika González? ¿Dónde están todos esos esfuerzos que supuestamente se han hecho durante cuatro años por el bien de las jerezanos y los jerezanos? ¿Qué es lo que ha fallado?, se preguntan algunos desde el butacón.

Un brindis al sol. Es otra noche estrellada, estrellada para quienes quieren que todo siga igual y tienen el cielo despejado, a su disposición; estrellados en ella para aquellos otros que creían en una fuerza capaz de transformar cosas a la izquierda del PSOE, también en Jerez. Los destrozos de esa otra izquierda pueden ser cuantitativos: alcaldía de Torrecera, diputado provincial de izquierdas por Jerez que se come Ciudadanos o ser muleta in extremis del próximo gobierno socialista. Pero también pueden ser cualitativos: pérdida del discurso, desunión y poca insistencia en lo que de verdad importa. La izquierda de Jerez cabe hoy en un sofá lleno de chinches y ácaros; la izquierda de Jerez cabe en un salón. ¿Y si esta izquierda no era más que eso, una izquierda de salón?

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