Señal de ganado extensivo en toda la vía (láctea).
Señal de ganado extensivo en toda la vía (láctea).

Una carretera pintoresca, paisajística, probablemente ocupando tramos de vías pecuarias, al norte de Almería, traspuesta la Sierra de los Filabres y metido en la comarca de Los Vélez, cerca de uno de los mejores observatorios telescópicos del mundo y el más grande de Europa llamado Calar Alto, me hace interesarme por la Vía Láctea.

El nombre proviene de la mitología latina, y a su vez de la griega, que significa camino de leche. Esa es, en efecto, la apariencia de la tenue banda de luz que atraviesa el firmamento terrestre, y así lo afirma la mitología griega, explicando que se trata de leche derramada del pecho de la diosa Hera (Juno para los romanos). Todas sus dimensiones son millones de años luz, se calcula que contiene entre 200.000 y 400.000 millones de estrellas, y la infinitésima Tierra, con los humanos que seguimos pensando en que somos el ombligo del universo. Nos queda tiempo por recorrer para poder haber vivido y tutearnos con el resto soplando velas.

Recuerdo cuando el beber un vaso de leche de vaca te dejaba un bigote blanco inevitable, indiferentemente de la edad del consumidor. Leche fresca del día sigue vendiéndose en tiendas, y apreciándose por personas que el conocimiento lo exigen en las propiedades de sus alimentos que compran. La leche de vaca, búfala, oveja, cabra, yegua, camella, yak, llama, alpaca, reno, alce o cerda forman parte habitual de la alimentación humana según culturas y son base del queso, mantequilla y yogures que consumimos. La leche de asna es una de las más semejantes a la humana en cuanto a composición, y se han realizado estudios con éxito para suministrarla como alimento a niños alérgicos a la leche de vaca. Somos lo que comemos, no me cansaré de decirlo.

Me sorprende la RAE definiéndola además de “líquido blanco que segregan las mamas de las hembras de los mamíferos para alimento de sus crías”, como “primera educación o enseñanza que se da a alguien” —la Educación es un pilar básico de nuestra sociedad, todos los días te acostarás sabiendo una cosa más, decía mi abuelo— frente a “bofetada, trastazo o porrazo”.

Una señal de tráfico, triangular, de atención, con una vaca y texto inferior rotulado "en toda la vía", me recuerda que las vacas también se mueven, son trashumantes, han de vivir en extensivo con sus pastores, y sus vías pecuarias con abrevaderos y apriscos perfectamente mantenidos y en uso, para sostenibilidad social del territorio. Y escrito a puño y letra también —a continuación en la señal— se lee "láctea", no puedo por menos pensar que la vaca es la leche y que la Vía Láctea, la releche.

Archivado en:

Si has llegado hasta aquí y te gusta nuestro trabajo, apoya lavozdelsur.es, periodismo libre, independiente y en andaluz.

Comentarios

No hay comentarios ¿Te animas?

Lo más leído