Macetas con plantulitas de vid. FOTO: MIGUEL LARA
Macetas con plantulitas de vid. FOTO: MIGUEL LARA

Papá, ¿para qué sirven los tesoros? Para hacer del cambio una oportunidad. Tenemos en Jerez, concretamente en el Ifapa Rancho de la Merced, la segunda mayor colección de vides de uva de vino, mesa y pasas de la Península Ibérica. Un Tesoro mantenido desde hace 130 años —cuando se llamaba la Granja Escuela Práctica de Agricultura Regional (1890) —, gracias a la sensibilidad social de personas como Miguel Lara, que sigue creyendo en nuestro patrimonio genético vegetal, para disfrute de la sociedad. Le falta, entre otras, ampliarla con genotipos de vitis silvestres, existentes en el vivero de San Jerónimo, esencia de toda una vid(a). Están en ello, le falta abordar el porte —se busca patrocinador sensible—, el transporte desde La Rinconada con garantías y hacer un documental grabado, pues de la emoción los hombres también lloran.

Existe allí, a la salida de Jerez, otro tesoro, el Registro de Datos Climatológicos. Una serie incomparable de datos de todos estos años, que permite sacar conclusiones, tras su análisis estadístico, de la realidad empírica del Cambio Climático: un aumento de la temperatura media de más de un grado a lo largo de estas últimas décadas, así como una bajada de 200 litros de lluvia por m2 y año.

Tenemos la oportunidad de hacer frente al Cambio Climático —Biodiversidad como garantía de Adaptabilidad— con nuestras variedades autóctonas y las herramientas actuales en manos del Tesoro de la Sabiduría —esas personas que se dedicaron y se dedican a aprender lo que la Naturaleza ha puesto en sus manos—, para seguir disfrutando de viñedos, parrales y bosques de ribera, reservorio mundial, en nuestra tierra.

El museo de Terque ­ —gran trabajo de Antonio Rubio Casanova, de Almería, sobre la uva de mesa y los parraleros, haciéndolo realidad— y el Jardín Botánico de Málaga son ejemplos adicionales, a través de riparios, de conservación y propagación. ¿A qué esperamos para tenerlas en nuestras macetas, jardineras y arriates de pisos y casas, en definitiva, en nuestros hogares? “Se valora lo que se conoce”.

La vid silvestre, Tesoro en algunas de nuestras riberas, trepadora insaciable y poco reconocida por su valor genético —origen de los orígenes —, se ha usado en la elaboración de aros, para las nasas de pesca empleadas en Barbate, y sus frutos, en periodos recientes, para elaborar vinagre en las Sierras de Cazorla y Grazalema. La base de uno de los pilares de la Trilogía Mediterránea.

Son defensores de las Generaciones Futuras, sirvan mis humildes palabras para ese reconocimiento que tanto nos cuesta dar a nuestra gente, que están entre nosotros y que tienen el mayor de los Tesoros: Valores y Dignidad. Y como dice la dedicatoria del libro, cuyo enlace acompaño, “Al viticultor andaluz, protagonista inicial de vinos universales, que prestigian y ennoblecen su origen”.

Iván Casero es Ingeniero de Montes.

Fuente: https://www.juntadeandalucia.es/export/drupaljda/1337170002Variedades_de_vid.pdf

https://www.gem.es/biodiversidad.html

https://www.museodeterque.com/museo-provincial-uva-del-barco.php

http://www.juntadeandalucia.es/medioambiente/consolidado/publicacionesdigitales/40-685_LAS_POBLACIONES_ANDALUZAS_DE_VID_SILVESTRE/40-685.htm

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