Bellotas.
Bellotas.

En una clase universitaria sobre maquinaria agraria, unidad recolección mediante vibradores, un alumno con vocación de Montes preguntó: "¿Va a hablar usted de maquinaria forestal? La respuesta del profesor fue contundente: "no descarte cualquier día ver vibrar encinas".

En estos momentos de clima, donde el tiempo es demasiado corto para predecirlo, el cereal de secano con esas raíces tan minúsculas depende en gran medida su fructificación, de la bondad de la primavera en aguas. Frente a esa incertidumbre, nuestro amigo Alfredo, con los pies bien en la madre tierra, ha puesto en marcha un extraordinario complemento alimenticio mediterráneo y de mayor seguridad, al tener profundas raíces.

El cerdo ibérico de bellota sólo aprovecha un 25 % de la montanera de la que se cae, teniendo un potencial aprovechamiento para consumo humano relevante. La maduración de frutos es gradual, por tanto el vibrado mediante un cable fijado a la rama, ha de ser suficiente pero no total, para dejar caer en el paraguas desplegado, la primera cosecha, el resto dejándolas crecer. Si una racha de viento ha tirado al suelo, barredora y aspiradora también funciona en suelos aptos.

Luego la fase industrial, donde la maquinaria adaptada por un fabricante local especializado en pequeños agricultores y selvicultores, compuesta por limpiadora, separación de cascabullos - cúpula -, peladora, secadora, calibradora mediante criba, selección manual en cinta y lista para la venta de la piel a industria farmacéutica o para hacer toneladas de harina de bellota certificada ecológica.

El pan magnífico, el bizcocho y galletas no te digo, y ahora investigando en la fermentación, tipificación de calidades y hasta tiene una colección de bellotas que sorprende por su variabilidad, destacando algunas dignas de premio por su increíble tamaño y peso cercano a 40 gramos.

Setos o marcos intensivos de nuevas encinas, alcornoques, quejigos, mestos y coscojas en zonas mediterráneas con cubierta vegetal y hasta robles en zonas más frías nos pueden proporcionar la materia prima para poder expresarse panaderos y reposteros de nuestra tierra, asegurando la viabilidad económica de nuestras extensas dehesas, pues de su necesidad medioambiental ya lo sabíamos. Y de postre el chocolate de la algarroba y el café, de bellota por supuesto.

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