Chivata en mano, zurrón y botija en costados, pajuela en la boca, perro de agua o turco andaluz a la vera, y el rebaño, transformando en proteínas la biomasa que ingieren en el monte, vías pecuarias, lindes, cortafuegos, y cada vez más, en nuestros parques periurbanos y riberas, recordemos que las plantas crecen o se mueren. Definición de Sostenibilidad.
La onda y el tirachinas, elementos esenciales, a la hora de corregir algún animal descarriado y de llevar algo silvestre a la cocina de casa. ¿Quién no ha visto una chivata volando y girando? Muy certera, si va dirigida al conejo de campo en carrera. El boomerang nos parece increíble su forma, su volar y su utilidad, mundialmente conocido, frente a la chivata, vareta de acebuche, curada, símbolo de los pastores y tratantes de ganado. Según la RAE, palo toscamente labrado, como de un metro de largo, que va aumentando de diámetro desde la empuñadura hasta el extremo opuesto, y que se usaba como arma.
La navaja, imprescindible, hasta para comer. La piedra de afilar, hace la labor callada de mantener a raya la querencia del desgaste de la hoja fina, con su uso continuado en las labores del campo, incluyendo la recogida de espárragos trigueros y de las tagarninas.
La lumbre, se enciende con la ayuda del abanador-soplillo-, para calentarse o cocinar con la estreves y su perol, con “Cuchará y paso atrás”. Y se apaga con tierra, para que el siguiente pueda utilizarla, principio del carbón vegetal.
Más de 34.081.000 metros, de longitud, de vías pecuarias hacen de Andalucía, - la más extensa -, ideal candidata para plan de restauración de abrevaderos y fuentes, arreglos de pasos de arroyos, repoblaciones lineales - para dotarnos de sombra - y en descansaderos, también son infraestructuras rurales necesarias, conectando gentes, pueblos y territorios.
Cuando un pastor, al aire libre, lleva su ganado por esas veredas de 20 m de anchura, coladas de hasta 20 m, cañadas 75 m y cordeles de 37,5 m, va generando vida, y cuando descansa en el descansadero, una imagen de reflexión. Si están ahí es por algo, al igual que el banco de la acera o plaza cuando resoplamos, tras ver horas y horas a los chiquillos subir y bajar el tobogán o accionar el columpio. Es bueno recordar que en todo transporte por carretera de ganado, menos sostenible, el estrés provocado en los animales, siempre hay alguna baja, además de las innumerables cojeras que producen. Por las vías pecuarias, al tener contacto con la tierra, los animales están fuertes. Si cultivamos las vías pecuarias, todos perdemos esa esencia del Caminar.
La trashumancia y la trasterminancia, de menor recorrido, son sistemas de gestión medioambiental sobre dos explotaciones, un rebaño que deja descansar a la tierra, sin abusos, mientras pasta en la otra, sin ninguna ayuda pública. Los animales saben cuándo les llega su hora a marchar, y lo sienten, para hacer camino al andar.
Bien merecen un reconocimiento por parte de toda la sociedad el pastor trashumante, defensor del patrimonio público de vías pecuarias, a través de esta práctica ancestral. La reunión de pastores es cultura rural, a flor de piel, basada en hechos reales y deseosos de compartir con nosotros.
Iván Casero es Ingeniero de Montes
Fuente:
https://repositorio.iaph.es/handle/11532/159400
https://retina.elpais.com/retina/2020/05/19/tendencias/1589907178_447551.html
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