Alcornoque, monumento natural de la Dehesa San Francisco, Fundación Monte Mediterráneo en Huelva.
Alcornoque, monumento natural de la Dehesa San Francisco, Fundación Monte Mediterráneo en Huelva.

Ingenio, esa capacidad de inventiva para hacernos más cómoda nuestra vida, se utiliza en mayor medida en la escasez. Adaptación, esa modificación que permite adaptarse a los cambios producidos, mucho más que la fuerza como dijo Darwin.

Nuestro monte mediterráneo y sus especies arbóreas nos informan de los recursos naturales existentes, desde tipo de suelo, régimen de lluvia dota de disponibilidad de agua, clima, manejo como selvicultura y pastoreo, y los incendios forestales sufridos.

El corcho, natural, sostenible, excepcional aislante, acústico y térmico, no se moja, se extrae de la corteza del alcornoque, donde sus irregularidades a lo largo del tronco y ramas, proporciona unos "lebrillos" ideales para picadillos y sopeados, y un mixto entre jarrillo de lata y cuchara, llamado cucharro.

Y hoy está doblemente en peligro de extinción, pues la seca de Quercus nos está dejando sin alcornoques a un ritmo endiablado, y los trabajadores del monte son cada vez más escasos y faltos de reconocimiento social, de económico ni hablamos.

Un alcornoque vive unos 600 años y descorchado una tercera parte. Por ello, hemos de sembrar bellotas, plantar árboles y mantener para poder dejar a nuestras generaciones futuras, los que otros cuidaron para nuestro aprovechamiento presente.

En tu cocina, terraza, centro de mesa, pongamos una tabla de corcho, cucharro o al menos mirando la botella de vino en la compra que tenga tapón de corcho, con certificación de la gestión forestal de los alcornocales y no olvidemos reutilizar, nunca tirar el corcho natural, elaborando magníficas suberotecas enológicas a colgar o de mesa central bajo cristal.

La mejor manera de ayudar a la investigación forestal práctica en pro de resultados inminentes que eviten la extinción de los alcornoques, única fuente de corcho natural y que también produce bellotas, es hacerlo presente en nuestro día a día, para no caer en olvido.

Razones como sectores Ibérico de bellota y corcho, incendios forestales de última generación, empleo, mundo rural, biodiversidad, calidad de agua, en definitiva, un reto de todos ante el Cambio Climático.

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