Un espacio abierto de difusión de la cultura, lleno de libros de diferentes temáticas, permite la propagación del conocimiento y saber a través del placer de leer, además de fomentar las relaciones sociales.
Sus salas de lectura compatibilizan con el ser para estudios, pues el aire que impregnan sus volúmenes escritos, transmiten paz, tranquilidad y respeto. Un silencio ávido de aprender a diario, curiosidad y sugerencias que te llevan a acostarte sabiendo al menos una cosa más.
Todos los años se destinan presupuestos —menos de los necesarios— a la adquisición de nuevos ejemplares, si bien la recogida de libros usados para seguir su camino hasta el final de sus vidas, actividades de fomento de la lectura y caligrafía, presentaciones con firma de escritores y cursos de ajedrez no son tan mediáticos, siendo complementarios de gran utilidad y necesidad. Un incunable, cómic, enciclopedia, atlas, manual o tablero en un contenedor es un crimen.
La lectura en papel permite el tacto, descansar la vista y marcando página, asimilar de manera indeleble en nuestra memoria poemas, aventuras, naturaleza, alimentación saludable, agricultura ecológica, humanidades, investigaciones, humor, teatro, infantiles y un sinfín de historias reales y no tanto. Lo digital engancha y eso no siempre es sano.
Hay servicios públicos que no entienden de horarios —del “venga en días laborables, de 9-14 y con cita previa”—, debiendo establecerse las personas y medios adecuados para nuestro completo uso y disfrute en pro de nuestra mejor educación.
No es un gasto, es una inversión. Solo el pensar en sus clausuras, me hace indagar en las más de diez consecuencias que pasarían si no existiesen. Reflexión obligada. Una biblioteca abierta 24 horas, todos los días del año, es posible y realidad en lugares de nuestra tierra. Las puertas han de ser útiles para la correcta climatización, nunca para cerrar el paso o tránsito al querer saber.
En Beas (Huelva) y Universidades han entendido la verdadera razón de ser y finalidad, y aplicado una solución, para mi inteligente porque han sabido entender que las bibliotecas han de estar abiertas siempre como la mente. Cunda el ejemplo.
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