Abriendo caminos

El Dominio Público Marítimo Terrestre (DPMT) es la única categoría de bienes de dominio público estatal directamente individualizada por la propia Constitución, y todos debemos tener garantizado el derecho de disfrute sin exclusión

Iván Casero

Ingeniero de Montes.

Un camino del Estuario del Guadalquivir, margen izquierda.
Un camino del Estuario del Guadalquivir, margen izquierda.

"No queremos arreglar este camino para no facilitar el tránsito a los narcos". Siempre he pensado que el trabajo y sueldo digno para toda la población laboral y la vida social, no crea caldo de cultivo para actividades ilícitas y nocivas que buscan la desesperación, el aislamiento y el desierto, sin ojos denunciantes que vean.

Verter aun legalmente a más de 70 km de mar abierto en un punto, traerá unas graves consecuencias ambientales y sociales que se intentan ocultar, sorprendiendo el repentino cambio frente a un río a escasos 200 m de la actividad. Tiempo al tiempo y el daño ya estará hecho. 

Nuestro territorio tiene zonas de potencial interés que están por descubrir, sin embargo nos falta suficiente amor propio para creer en ellas. Hay historia, películas, personas y biodiversidad única basadas en un gran estuario, que no es posible conocer a pie ni en bicicleta pues no existe una ruta asistida, señalizada y adaptada para disfrutar de un espectáculo inolvidable, con puesta de sol incluida.

El Dominio Público Marítimo Terrestre (DPMT) es la única categoría de bienes de dominio público estatal directamente individualizada por la propia Constitución, y todos debemos tener garantizado el derecho de disfrute sin exclusión.

Tenemos conectada Sevilla con Alcalá del Río y Sanlúcar de Barrameda por carreteras, sin embargo el estuario del Guadalquivir no puede recorrerse caminado por sus márgenes, a pesar de estar deslindada con amojonamiento, salvo tramos muy concretos como el paseo fluvial de Coria del Río. Es una necesidad imperiosa.

Por la margen izquierda, el "camino del práctico del Puerto de Sevilla" por donde guiaba a los barcos, está totalmente olvidado, sin indicación alguna, donde hay más baches que firme, siendo un excepcional recurso para el demandante turismo sostenible de vías verdes. 

Poner en movimiento un pedal es lo que me entran ganas y redactar un proyecto de Iniciativa Legislativa Popular (ILP) donde se reconozca la singularidad del Estuario del Guadalquivir - ya se hizo en el Mar Menor -, para que sus proyectos de recuperación, sean una realidad. Un antes y un después para el Guadalquivir. ¿Quién se apunta?

Archivado en:

Si has llegado hasta aquí y te gusta nuestro trabajo, apoya lavozdelsur.es, periodismo libre, independiente y en andaluz.

Comentarios

No hay comentarios ¿Te animas?

Lo más leído