Extremadura, otra comunidad 'roja' que ahora es absolutamente de derechas, pero donde será complicado un pacto PP-Vox

El PSOE se deja unos 100.000 votos de los que Podemos-IU apenas recoge 18.000. Para Guardiola no es suficiente, y por ahí quizás los estrategas de Moncloa piensen que pueden iniciar una remontada, que hoy parece impensable

22 de diciembre de 2025 a las 09:11h
María Guardiola, presidenta de Extremadura, tras ganar las elecciones la pasada noche.
María Guardiola, presidenta de Extremadura, tras ganar las elecciones la pasada noche.

El cambio de ciclo electoral es evidente: el PP es la fuerza más votada en Extremadura como lo es en los barómetros del voto en España. Le sigue el PSOE, con una base de votantes muy contundente. Y en tercera opción, es Vox, cada vez parece más alejada de los partidos a la izquierda del PSOE.

Y lo cierto es que la izquierda nunca se la había pegado tanto en esta tierra extremeña. La caída, se mire por donde se mire, es brutal. En 2023, el día de las municipales y superautonómicas de mayo antes de la convocatoria de generales, el PSOE perdió por un pelo las elecciones. Le sacó 6.000 votos al PP (mismos escaños) y fue en sus apoyos como bloque donde se decantó todo para María Guardiola: Vox sacó un diputado más que lo que era Sumar. Era un casi empate. En la noche del 21 de diciembre, el PP le saca 11 escaños a los socialistas, que han perdido 100.000 votos, y Vox le saca 35.000 papeletas a las izquierdas de Podemos-IU, que a pesar de las discrepancias en Extremadura concurrieron juntas. Estos últimos pasan de 4 a 7 diputados, 18.000 votos más, apenas una quinta parte de lo que pierden los socialistas.

Por eso, en cuanto a bloques, la paliza de las derechas a las izquierdas es histórica en este feudo rojo, históricamente socialista. Ha contribuido el desastroso candidato, Miguel Ángel Gallardo. Ex presidente de la Diputación, dimitiendo para poder acceder a la Asamblea, en cuya lista electoral estaba. El PSOE logró a que la lista corriera con renuncias hasta que le tocaba a Gallardo. La imputación es el presunto enchufe al hermano de Pedro Sánchez: "No tengo que salir corriendo a una institución para aforarme", dijo Gallardo en una entrevista. Fue exactamente lo que acabó pasando.

Con ese curriculum, Pedro Sánchez ha premiado públicamente la fidelidad de Gallardo, pero ha reventado las opciones socialistas. La alcaldesa de Palencia, Miriam Andrés Prieto, ya salía públicamente en Twitter la misma noche a ser crítica con las decisiones: "Hace falta mucha luz para esta ceguera". Es la ceguera de seguir en el sanchismo cuando este parece que tiene fecha de caducidad.

Nunca la derecha estuvo tan fuerte en un feudo socialista y es, como se dice a menudo, un aviso a navegantes: no hay cifra a la que agarrarse desde el PSOE para empezar a pensar en algo que no sea frustración y anticipo de derrotas. No hay remontada a la vista, sino caída aún por llegar. Un 60-35 en porcentajes de voto para los dos grandes bloques ideológicos. 

Si quiere el PSOE pensar en algo positivo, es que María Guardiola no tendrá la mayoría absoluta y necesitará a Vox de nuevo, origen de este adelanto electoral. Es donde existen más fricciones, porque Guardiola pertenece a un ala muy moderada del PP y le dijo a Vox por activa y por pasiva que no tragaría con todo, desde 2023 hasta anoche mismo. Guardiola y Vox no se pusieron de acuerdo sobre quién salía a hablar primero ante los medios. Finalmente salió la presidenta. Un pulso de lo más sorprendente.

¿Es imposible una nueva convocatoria electoral en Extremadura? No. Podrían las derechas mostrar sus costuras y tiranteces en este feudo. Pero que la victoria del PP no sea completa no debería ser en las próximas horas y semanas el alivio para un PSOE que representa a una cuarta parte de los votantes extremeños. Aquí, donde fue hegemonía.

Quien hace bien en repasar estrategias para la victoria es el PP. Juanma Moreno dijo que "probablemente" lo que pasara en esta noche electoral condicionaría a todos. Lo dice quien tiene el botón para convocar elecciones o alargar varios meses más su legislatura. ¿Convendrá a los intereses de Moreno votar pronto? Parece que no, que a día de hoy en Andalucía todo está en los términos extremeños, como avisó el Centra, que no se reeditaría la absoluta y que necesitará a los de Abascal. "Probablemente" lo que decida Guardiola, lo que mande Feijóo, condicione a Andalucía. Moreno "probablemente" prefiera otro escenario diferente al que se dará, una tensión que resta al PP y reforzaría seguramente a Vox, la de condicionar y condicionar, la del endurecimiento de posiciones. 

¿Y si esta situación de fricción en la derecha es lo que simplemente querían los estrategas de Moncloa cuando el presidente ha dejado a un candidato manchado que se la pegue? Con eso se especula desde que nombró a Gallardo. Si reventarlo todo electoralmente para que aflore la distancia entre Vox y PP, para que los españoles vuelvan a 'asustarse' con que viene la ultraderecha, parece que el presidente no va a luchar por ningún otro feudo nunca más aparte del suyo.

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