Adolescentes y retos virales que llevan casi a la muerte

Los retos virales han cobrado fuerza en los últimos años como un fenómeno relacionado con las redes sociales y nuevas formas de ocio de los jóvenes. En ocasiones con consecuencias trágicas, como los 11 adolescentes fallecidos entre 2023 y 2024 en Nueva York por el llamado 'subway surfing'

Entrada a Urgencias de un hospital.
21 de julio de 2025 a las 09:42h

Un adolescente pasó varios días hospitalizado en dos centros sanitarios de la Comunidad Valenciana, en uno de ellos en la UCI, tras sufrir una grave intoxicación y serias complicaciones después de participar en un reto viral cuyo objetivo era el siguiente: “El más valiente era quien ingiriese la mayor cantidad del fármaco más fuerte que tuvieran los padres en casa”.

Es importante alertar sobre los riesgos que las redes sociales y los retos virales pueden suponer en algunas ocasiones. Esta persona consumió varias pastillas de un medicamento indicado para una dolencia neurológica, lo que le provocó una importante alteración de la consciencia. Esto hizo que sufriera un accidente, lo que llevó a un familiar a darse cuenta de lo que estaba ocurriendo, cuentan las pediatras que le atendieron.

A la llegada al primer centro sanitario en el que fue atendido, el paciente alternaba los estados de estupor y agitación, además de sufrir las consecuencias del accidente. Horas antes, había salido con otras personas de su entorno y, tras regresar a casa, siguió conectado con ellas de madrugada a través del teléfono móvil para llevar a cabo el reto viral. Al recuperar la conciencia, el paciente admitió que había consumido el medicamento como parte de un reto en el que competía con amigos y conocidos para encontrar el fármaco “más fuerte” que consumieran sus progenitores y, una vez identificado, ver quién se atrevía a tomar un mayor número de pastillas.

Los retos virales han cobrado fuerza en los últimos años como un fenómeno relacionado con las redes sociales y nuevas formas de ocio de los jóvenes. En ocasiones con consecuencias trágicas, como los 11 adolescentes fallecidos entre 2023 y 2024 en Nueva York por el llamado subway surfing, subir al techo de los vagones de metro y ponerse de pie como si se surfeara una ola.

Y yo me pregunto: 

 1. ¿Por qué los adolescentes hacen estos retos?

“En la adolescencia, el cerebro aún está en desarrollo, especialmente las áreas relacionadas con la impulsividad, la gestión del riesgo y la toma de decisiones. A esto se suma la necesidad de pertenencia al grupo: buscan aceptación, reconocimiento y validación social. Las redes sociales amplifican esta necesidad, porque lo que antes quedaba en una pandilla hoy puede hacerse viral, y eso lo hace aún más atractivo y competitivo”.

2. ¿Qué papel juegan las redes sociales?

“Hoy, un reto no se limita al entorno cercano. Al subir vídeos a TikTok o Instagram, los adolescentes sienten que compiten en una especie de ‘torneo global de valentía’. Y eso empuja a muchos a asumir riesgos cada vez mayores, como tomar medicamentos que no entienden o realizar desafíos extremos”. 

En España, el pasado mes de diciembre, la Sociedad Española de Urgencias de Pediatría (SEUP) alertó sobre el Superman Challenge, un reto viral difundido en TikTok consistente en que “un adolescente adopta la postura de vuelo del conocido superhéroe, sostenido por compañeros, y que en las versiones más extremas el participante es lanzado al aire o hacia atrás, multiplicando el riesgo de lesiones graves”.

Los retos son y han sido a lo largo de la historia del ser humano un componente social, que es especialmente relevante en la etapa de la adolescencia. Forman parte de los rituales que componen la identidad del grupo. Solo una pequeña parte de ellos entraña riesgos, entre el 6% y el 9%. Pero en estos, la presión de grupo genera llegar a límites que pueden llevar a la muerte.  

3. ¿Qué pueden hacer las familias, escuelas y sociedad?

“Lo más importante es hablar con ellos. No desde el juicio, sino desde el acompañamiento: preguntarles qué ven en redes, qué les parece divertido o arriesgado. También es crucial establecer límites con el uso nocturno del móvil: más del 20% de los adolescentes se conecta pasada la medianoche, y muchos retos peligrosos surgen en esas horas. Además, desde la escuela y los medios debemos fomentar el pensamiento crítico, enseñarles a identificar riesgos y fortalecer su autoestima fuera del ‘like’ o el reto”.

En conclusión:

“No todos los retos virales son negativos, pero cuando el valor se mide por el peligro, estamos fallando en ofrecer a nuestros adolescentes referentes, espacios seguros y una educación digital responsable”. Los pediatras participaron en el proceso, pero el abordaje es necesario que sea multidisciplinar. Son pacientes muy jóvenes que presentan cuadros clínicos que pueden ser muy graves e incluso suponer un riesgo vital. Requieren una respuesta inmediata, pero luego también un seguimiento y apoyo. 

Además, hay que tener en cuenta que el 58,4% de alumnos de la ESO reconoce llevar el móvil a su habitación por las noches y que el 21,6% se conecta al dispositivo más tarde de medianoche casi todos los días. El 98,5% de ellos está registrado en al menos una red social y el 83,5% en tres o más, mientras el 61,5% admite “tener varias cuentas o perfiles en una misma red social”.

Son porcentajes que evidencian la necesidad de ofrecer a los menores herramientas que les ayuden a navegar con seguridad en mundo que muchas veces tampoco es muy bien conocido por los progenitores: “Es importante normalizar en el hogar el hablar con los adolescentes sobre lo que les despierta interés como primer paso para ayudarles a identificar riesgos. Hacerles ver que a veces se pueden arrepentir, identificar señales como que uno se ríe pero los demás no, pensar sobre qué ocurriría si alguien de la familia lo viera o cómo se sentirá el menor pasado un tiempo...”. 

Los institutos de educación secundaria también tienen un papel importante. Muchos incluyen contenidos que promueven una relación saludable con dispositivos electrónicos y redes sociales. La Prevención Multi-riesgos de Internet puede ofrecer herramientas para gestionar adecuadamente los retos virales y prevenir otros fenómenos como el ciberacoso, el sexteo —el envío de mensajes sexuales—, trastornos con los videojuegos, apuestas...