¡Es la moderación, estúpido!
¡Es la moderación, estúpido!

Los grandes cambios precisan de análisis calmados. Esta máxima es la que debe tenerse en cuenta para valorar los resultados de las Elecciones al Parlamento de Andalucía del pasado 19 de junio. Y la irrelevancia política no merece mayor referencia: las naranjas ciudadanas se pudrieron. Todo hace indicar que el parecido inequívoco con el producto de Génova 13 les llevará a la más absoluta irrelevancia política.

En este mes de pausa para el pensamiento, el mundo ha seguido girando, continuando la disminución del poder adquisitivo de las familias. Pero, Juan Manuel Moreno Bonilla ha renovado su cargo por otros cuatro años más con mayoría absoluta, no porque sea un gestor intachable o una persona sumamente atractiva, sino por un plan demasiado claro: una constante campaña de marketing e imagen. Tanto es así que todos lo llaman Juanma y se olvidan de su historial completo.

El 'avance' de Andalucía ha podido ser visto en banners de medios online, publicaciones de redes sociales o en las carpetas de interventores y apoderados. En todo caso, el día 19 de junio parecía que se presentaba una coalición política malagueña-oriental en lugar del Partido Popular de Gürtel y comisiones varias.

También, la izquierda en su totalidad echó papeletas para que esto pasara. El objetivo 'parar la ultraderecha' se dio de bruces ante las encuestas performativas y las disputas internas de escasa relevancia ciudadana. En definitiva, la ciudadanía no perdona a la izquierda la concurrencia a unas elecciones en más de veinte partidos. La derrota actuó como la 'crónica de una muerte anunciada', sin poder recurrir a mantras o maldiciones. ¡Es la moderación, estúpido!

¿Y ahora qué? Escucharemos los llamamientos a una moderación y serenidad como ingredientes de unos impostados 'felices años veinte', con una atmósfera agraciada de recortes y privatizaciones. Pero, los gobernantes no engañan: Andalucía continuará estancada en diversos indicadores económicos y sociales. Entonces, otros dirán a los prestamistas del voto esta expresión: 'te lo dije'.

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