El 8 de enero de 1815, las tropas inglesas lucharon en Nueva Orleans ante los soldados estadounidenses. Cientos de muertos quedaron tendidos en el campo de batalla. Inútil y estúpidamente: el barco que traía la noticia del tratado de paz, firmado en Gante días antes, aún no había arribado a la costa americana. La falta de información fue fatal.
Hoy, a través de un terminal telefónico se puede asistir en directo a una guerra, a la erupción de un volcán o a conocer al segundo el resultado de unas elecciones.
Pero existe un exceso de información, y no es que ello sea malo en sí mismo, el problema estriba en la calidad de esa información, que en muchas ocasiones -cada vez más- deja de ser información para mutar en propaganda. Se hace pasar por información lo que no deja de ser una mentira interesada, o una estafa intelectual descarada. Y en otras se vende una información incompleta, aferrada a un dato concreto y aislada de su contexto.
De ahí la responsabilidad del periodismo por contar la verdad con rigor y de forma honesta. Yo sigo creyendo en la prensa, aunque haya periodistas que dejaron de escribir para sus lectores y ahora lo hacen para las empresas que los contratan. Hay de todo.
Pero sin duda nos dirigimos hacia un mundo que cree en la basura, que nos convierte en traganoticias a los que da igual la veracidad, un mundo desconfiado y polarizado donde una mentira bien contada vale más que la verdad, a veces difícil y compleja. Hoy triunfa la propagación del bulo por encima del análisis racional, quizá porque explicar en 200 caracteres la complejidad del pensamiento es dificultoso.
Un poné, la noticia de que Vox se manifestará el 1º de mayo en Cádiz por “los derechos de la clase trabajadora”. Esto es una estafa intelectual que encuentra acomodo en determinada prensa, que no menciona que ese partido neofascista votó en contra del SMI, de las medidas de conciliación familiar, de los falsos autónomos, de igualar permisos de paternidad y maternidad, de que no se puede despedir al trabajador que está de baja…
Y mientras, las abejas intentando convencer a las moscas de que es mejor una flor que la basura.
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