La alcaldesa Mamen Sánchez, al fondo, con concejales de Cs, durante un pleno.
La alcaldesa Mamen Sánchez, al fondo, con concejales de Cs, durante un pleno. ESTEBAN

En el siglo XXI las democracias representativas occidentales están sufriendo una importante crisis de desafección política, que ha generado una nueva ola de movimientos (feminismo, climático, etc.) y una crisis del bipartidismo con la aparición de nuevos actores tanto en la derecha como en la izquierda, además del fenómeno de partidos antisistema desde la ultraderecha.

La política institucional, siempre más rígida e inflexible, no es ajena a estos cambios sociales, actualmente nos encontramos con un gobierno del PSOE en coalición con Unidas Podemos. Esta circunstancia, inédita en nuestra democracia, ha generado importantes tensiones internas con los sectores más inmovilistas de los distintos partidos políticos. En Andalucía un PSOE “susanista” enfrentado a Pedro Sánchez, y una Adelante Andalucía, dominada hasta hace poco por los anticapitalistas, han estado dificultando el diálogo entre el PSOE y el resto de opciones de izquierdas.

Aterricemos en Jerez, Pedro Pacheco consigue la Alcaldía en 1979 y mantiene el poder con una política populista, localista, y de enfrentamiento con Diputación, Junta y el gobierno central. Esta estrategia, que en parte es la causa de muchos de los problemas estructurales de Jerez, deja muy debilitadas a las agrupaciones locales de PSOE y PP. Después de una tortuosa legislatura de pactos de Pedro Pacheco tanto con PP como con PSOE, moción de censura incluida, es en 2007 cuando el PSOE de Pilar Sánchez se hace con una mayoría absoluta que sólo logra mantener cuatro años, hundiéndose electoralmente después para dar paso a una mayoría absoluta del Partido Popular en 2011, que realiza una gestión aún más nefasta. El bipartidismo en estas dos legislaturas parece tener la intención de “hacer bueno a Pacheco” intentando en cada legislatura hacerlo todavía peor.

En 2015 viene Mamen Sánchez a renovar el PSOE, y consigue de nuevo la alcaldía para los socialistas, pero esta vez ya se ve en la obligación de pactar con Ganemos Jerez (donde se integraba Podemos) e IU. El gobierno comienza con gestos importantes a la izquierda, con la retirada del busto de Pemán del teatro Villamarta, una bajada de sueldos de la corporación, pero también dejando grandes decepciones con una gestión nada valiente en temas como el ERE municipal o la privatización del agua. El apoyo de Ganemos Jerez e Izquierda Unida se articuló a través del impulso de medidas sociales de distinto tipo incluidas en los presupuestos municipales, pero el gobierno progresista circulaba con el freno de mano puesto, renunciando o aplazando las decisiones más complicadas.

El comienzo de una nueva legislatura en 2019 ya fue premonitorio; mientras que en 2015 el acuerdo de investidura incluía una reducción de los sueldos de los representantes políticos, de asesores y de asignaciones económicas para los grupos políticos, en 2019, Adelante y Ciudadanos pactan un asesor extra a cambio de que estas fuerzas políticas posibilitaran, con el voto a favor o la abstención, una importante subida de sueldo de la alcaldesa y los miembros del gobierno, así como un significativo incremento de asesores también para el Gobierno Municipal.

En este comienzo de legislatura se dejaban ver, más o menos claras, las intenciones del PSOE. Con un Cs fuerte, con cuatro concejales, y la suma de otros cuatro por parte de Adelante y Ganemos Jerez, le dejaba un margen de maniobra para negociar a la derecha o a la izquierda según le conviniera.

El gobierno del PSOE, con mayor respaldo electoral, inicia una legislatura donde busca la comodidad, disminuyendo su talante negociador y sin emprender políticas especialmente valientes. En este contexto y con el nefasto recuerdo de los gobiernos de Pilar Sánchez y Ma José G. Pelayo, gran parte de la ciudadanía jerezana se conforma con que el Ayuntamiento simplemente funcione. Mamen Sánchez constituye un gobierno cómodo, de gestión, apoyándose en Adelante y Ganemos Jerez, pero manteniendo durante toda la legislatura un talante cercano y negociador hacia Cs, en contraposición con la política de enfrentamiento hacia el Partido Popular.

Esta legislatura tiene un claro punto de inflexión cuando la justicia, a instancias del PP, ha eliminado el privilegio del asesor extra a Cs y Adelante. Tras esta decisión de la justicia Cs y Adelante en el último pleno han escenificado un bloqueo. Mamen Sánchez parecía situarse cómoda en ese bloqueo, dejando ver en algunos momentos del pleno que la causa del bloqueo eran los asesores y realizando llamadas al diálogo, sobre todo a Cs.

De hecho, no tardó el gobierno municipal en filtrar que se estaba gestando un acuerdo mucho más amplio con Cs, confirmándolo Cs poco después a través de Carlos Pérez —coordinador provincial—. Mientras que a principio de legislatura, hacer un pacto con Cs, que estaba en su mejor momento y que acaba de pactar con Vox en la Junta, significaba una negociación complicada, actualmente una formación naranja en decadencia, con concejales que saben que esta es su primera y última legislatura, supone un actor más dócil.

Todavía está por ver si Mamen Sánchez busca una tabla de salvación, o solo ciertas garantías de gobernabilidad, es decir, si pretende abandonar las políticas de izquierdas, o si por el contrario solo busca acuerdos puntuales de gobernabilidad con Cs.

Un pacto estable con Cs podría ser más sencillo en este momento, pero tendría también muchos más riesgos a largo plazo al alinearse con las tesis de Susana Díaz, desplegando una estrategia diametralmente opuesta a la de Pedro Sánchez que le podría pasar factura, incluso abriendo la puerta a que unas próximas elecciones municipales fueran ganadas por la derecha, por lo que todo su esfuerzo ahora está puesto en escenificar que son los desacuerdos con Adelante los que les obliga a este movimiento, mientras que Adelante trata de poner sobre la mesa los innumerables acuerdos incumplidos por el PSOE.

Recomponer un pacto de izquierdas en el Ayuntamiento de Jerez no es ni mucho menos una utopía y corresponde a todas las partes, aunque pasaría por un cambio de talante por parte del PSOE de Mamen Sánchez que debe centrarse en cumplir sus acuerdos y también, por qué no decirlo, dedicar más tiempo y esfuerzo a reiniciar un espacio de diálogo que estoy convencido que los grupos de Ganemos y Adelante pueden también retomar. Si por el contrario, el PSOE prefiere un aliado dócil como Cs, tendrá que justificar ante la ciudadanía, y especialmente ante su electorado, por qué, en Jerez, con los de Rivera, sí.

Manuel J. Román Estrade es participante en Ganemos Jerez.

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