Ha muerto Jesús Candel, alter ego de Spiriman, aunque la persona y su calidad humana era mucho más grande e importante que el personaje que una vez representó. Fue en todo momento un héroe social, un luchador implacable a favor de la Sanidad pública. Se levantó contra el sistema, contra un Gobierno regional que diseñó una sanidad low cost, a través de las famosas fusiones hospitalarias, que anteponía el dinero a la calidad de atención a los pacientes.
Candel es una de esas personas de las que nacen cada pocas veces en la sociedad, un indispensable, a la que había que seguir porque tenía un mensaje social que convencía. Levantó a la ciudad de Granada como nadie lo había hecho en décadas, solo con un teléfono, una serie de vídeos y las redes sociales. Y eso le costó la persecución desde el poder. Expedientes en el SAS y el Colegio de Médicos de Granada que buscaban su inhabilitación profesional por el simple hecho de ejercer activismo social, en otras palabras, dejarlo sin comer.
Sus errores son hoy intrascendentes porque pesan mucho más su activismo social y sus logros en la defensa de Sanidad pública andaluza. Abrió en canal todos los problemas sanitarios, descosió el tejido sanitario andaluz exponiendo todos sus problemas a la luz pública, y, de esta forma, concienció a una generación de andaluces que tenían derecho a una Sanidad pública de calidad por la que pagaban vía impuestos. Pero siempre abogando por el ejercicio de la resistencia a las injusticias de forma pacífica.
Nos enseñó a todos que no habíamos de tener miedo a hablar en libertad, a criticar la gestión política, a reclamar nuestros derechos, a luchar por ellos cueste lo que cueste y llegar hasta el final. Fundó la asociación Justicia por la Sanidad, desde la que impulsó la lucha sanitaria a todos los niveles, incluido el judicial, extendiendo las movilizaciones en defensa de la Sanidad pública por toda Andalucía. Para bien o para mal, nadie que haya leído sus comentarios o visto sus vídeos ha quedado indiferente, y gracias a ello, ha conseguido que la sociedad empezara a ver y conocer una Andalucía real, distinta a la que nos contaban.
Y en medio de esa enorme marea en la que se mantenía a flote le vino un terrible cáncer de pulmón con metástasis. Y empezó una nueva lucha. Creó la Fundación UAPO y con ello la atención al paciente oncológico, con ejercicio físico, nutricionistas y fisioterapeutas. Una nueva escuela de tratamiento gratuito para los pacientes de cáncer. En esta lucha estaba, poniendo todas sus energías, cuando la parca vino a verle a traición la pasada madrugada. Descanse en paz Jesús Candel. Que la tierra te sea leve.
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