El tiempo apremia

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Periodista, licenciado en Comunicación por la Universidad de Sevilla, experto en Urbanismo en el Instituto de Práctica Empresarial (IPE). Desde 2014 soy socio fundador y director de lavozdelsur.es. Antes en Grupo Joly. Soy miembro de número de la Cátedra de Flamencología; hice la dramaturgia del espectáculo 'Soníos negros', de la Cía. María del Mar Moreno; colaboro en Guía Repsol; y coordino la comunicación de la Asociación de Festivales Flamencos. Primer premio de la XXIV edición del 'Premio de Periodismo Luis Portero', que organiza la Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía. Accésit del Premio de Periodismo Social Antonio Ortega. Socio de la Asociación de la Prensa de Cádiz (APC) y de la Federación Española de Periodistas (FAPE).

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EDITORIAL. ¿Y ahora qué? Pues que la responsabilidad de lo que pase en el futuro no depende exclusivamente del grupo del PSOE

El Ayuntamiento de Jerez sigue atascado en el desastre y la ciudad con las constantes vitales al borde del colapso y en caída libre. Casi veinte meses después de que Mamen Sánchez tomara el bastón de mando, parece muy difícil reconstruir algo sobre la montaña de escombros que dejó la derecha y los anteriores disparates políticos sufridos en la ciudad. Sin embargo, si en vez de dos años y medio para las elecciones municipales, faltasen dos días, el PP tendría muchas posibilidades de recuperar la alcaldía con una holgada mayoría absoluta. Y el mérito no sería de María José García Pelayo —que aún se pellizca para comprobar si es verdad, o un sueño, haberse quitado de encima la losa de la Gürtel— sino de PSOE, Ganemos e IU, que, cada uno con su cuota de responsabilidad, están poniendo en bandeja la vuelta del PP al Consistorio por la puerta grande.

Recapitulemos. El PSOE dio el paso hacia la Alcaldía dividido y en medio de una gran bronca, algo que no es noticia en Jerez casi desde que el mundo es mundo. Por un lado su candidata dispuesta a gobernar y, por otro, quienes preferían que Pelayo se comiera "todos los marrones" (sic) de la crisis generalizada y sus patadas hacia adelante para escapar de la bancarrota: ERE, quiebra de la estructura municipal, aumento insoportable de la carga financiera aparejada con el incumplimiento de los planes de ajuste, abandono del espacio público, clientelismo sindical a cambio de paz social… Ganemos parece que no supo medir bien para qué había sacado cinco concejales y, obligado a impedir otro gobierno del PP, optó por lo menos comprometido: apoyar la investidura de Mamen Sánchez y marcarla desde la siempre fría pero cómoda oposición. Y en medio, los dos concejales de IU dispuestos a entrar a gobernar pero sin conseguir a bote pronto el apoyo de la asamblea local. Finalmente, se impuso la tesis de cerrar el paso al PP con un pacto de investidura que dejara gobernar al PSOE con siete concejales. Aún resuenan los gritos de Miriam Alconchel, secretaria general de los socialistas jerezanos, el día de la firma del acuerdo.

Durante este año y medio largo, ni el gobierno ni los socios de investidura han puesto sobre la mesa una idea de calado que ilusione mínimamente a una ciudad que no baja de los 30.000 parados y que se deteriora por día. Sencillamente no hay modelo ni camino por el que tirar. Ha sido un tiempo perdido que obliga otra vez a partir de cero en unas circunstancias aún peores que las de junio de 2015. En este tiempo muerto, en el que ahora formaciones como IU hablan de un gran acuerdo programático hasta final de mandato —¿no se supone que algo así ya existía?—, solo se ha hablado de la vuelta de los afectados por el ERE a sus puestos y de la paralización brutal que sufre el Ayuntamiento como estructura organizativa y operativa.

Lo del ERE ha sido el gran fiasco de Mamen Sánchez en lo que va de mandato, ya que enarboló esa bandera durante toda la campaña y, finalmente, la arrió sin más justificación que un estrambótico informe sacado de la manga a última hora. El compromiso de hacer justicia en el tema del ERE ha sustentado el discurso de Mamen Sánchez y el propio acuerdo de investidura. Es por eso que ahora se cuestione su continuidad al frente de la Alcaldía, tanto desde las dos fuerzas que la apoyaron como desde el sector de su partido afín a Susana Díaz. Familia socialista que tildó como un disparate gobernar con siete concejales un Ayuntamiento intervenido por Hacienda y con una quinta columna del PP custodiándole el sitio a Pelayo.

¿Y ahora qué? Pues que la responsabilidad de lo que pase en el futuro no depende exclusivamente del grupo del PSOE

¿Y ahora qué? Pues que la responsabilidad de lo que pase en el futuro no depende exclusivamente del grupo del PSOE. Ganemos e IU vuelven a tener en su mano la decisión de mantener un gobierno de progreso en Jerez o que el Ayuntamiento pase a una situación de interinidad, gobernado de facto por Montoro, a la espera de que Pelayo vuelva regir los designios de la quinta ciudad de Andalucía más pronto que tarde (municipales de 2019). Pedir la dimisión de la alcaldesa como exige Ganemos o de todo el gobierno como demanda Izquierda Unida, es un brindis al sol que choca con la aritmética del pleno. Si se quiebra la mayoría actual no hay otra alternativa que el PP. Quién sabe si todo hubiese sido diferente con un tripartito de izquierdas desde el minuto cero, pero la realidad es que los otrora socios de investidura de Mamen Sánchez tampoco son capaces de desenredar este nudo gordiano con una alternativa viable, a sabiendas de que la exdiputada ya ha dejado claro que no dimitirá. 

La realidad es que, con las navidades a las puertas, Jerez sigue sin Presupuesto municipal del año en curso y sin previsión para 2017, lo que bloquea aún más el Ayuntamiento y, por ende, la gestión de la ciudad, totalmente empantanada en los despachos, con una plantilla desmotivada y a ratos más cabreada. Y lo peor es que esta gravísima circunstancia no moviliza al gobierno ni a los dos partidos que lo sustentan, que parecen esperar a que todo se pudra y pase algo sin saber muy bien qué. El respaldo público del PSOE andaluz a Mamen Sánchez suena tan vacío de contenido como la petición de su dimisión por parte de los grupos de la izquierda jerezana.

El tiempo apremia y es momento de tomar decisiones. En primer lugar, por parte del gobierno municipal y del partido que lo sustenta, el PSOE, que tiene que definir de una vez por todas su liderazgo y su autoridad, sustentadas ambas en propuestas de presente y futuro para Jerez. Y en segundo lugar, por parte de Ganemos y de Izquierda Unida, que deben dejar de un lado su política más o menos testimonial en la ciudad —las redes y los medios de comunicación no lo son todo, afortunadamente— y bajar allí donde los problemas exigen soluciones. La otra opción es ir preparando la alfombra a los chicos de Montoro para que nos ajusten las cuentas y dejen el camino expedito, nuevamente, a una de las responsables del trío del desastre —dos de ellos en la cárcel— cuyas consecuencias siguen pagando los mismos de siempre: los jerezanos.

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