Quizás la decisión más sensata y salomónica sea convencer al Papa Francisco para que tenga el puntazo de adelantar la Navidad que es lo que verdaderamente estorba en pleno mes de diciembre.
En un tiempo en el que cualquiera te monta un referéndum de la noche al día, ahí tenéis a Puigdemont que no se dedica a otra cosa, Cádiz posiblemente necesita el suyo propio para zanjar de una vez por todas, si verdaderamente así lo quiere, el debate abierto sobre el periodo que debe abarcar nuestro querido Carnaval. Si Sevilla lo hizo para replantear su Feria de Abril tumbando tradiciones como la de encender el alumbrado y comer pescaíto el lunes, la Tacita no puede ser menos y necesita darle voz (y voto) a los gaditanos para ver cómo puede afrontarse su fiesta grande. Y si hay que hacerlo, que lo haga Cádiz en conjunto, este tipo de decisiones no tienen que ser única potestad de concejales, colectivos y mucho menos de los coristas. Aquí tiene que participar la ciudad entera. Hasta los erizos. Esto es lo bonito de la democracia.
Vaya por delante que a pesar de considerar preciso el referéndum en caso de consolidarse una propuesta en firme sobre su establecimiento en una fecha fija, soy de esos que no tocarían el Carnaval, y no por tradición o por su similitud con las fiestas típicas a las que muchos evocan ahora aludiendo al cambio, sino porque considero que lo que es difícil de ubicar es el COAC, cuya organización últimamente viene dando más tumbos que un servidor saliendo de la carpa, y no la semana de la calle, porque amigos, el Carnaval no es el COAC ni mucho menos, viceversa. He ahí el coñazo y el melón por abrir, que por más que se intente no hay manera de encajarlo dignamente sin sesiones que terminen a las 3 de la mañana o sin unas preliminares que tiendan a infinito.
Quizás la decisión más sensata y salomónica que pueda tomarse al respecto sea, en vista de que el Papa Francisco es enrollado y no le importa que la Semana Santa se aloje también una fecha fija, darle coba y convencerlo de que tenga el puntazo de adelantar la Navidad que es lo que verdaderamente estorba en pleno mes de diciembre, que está para lo que tiene que estar: rematar atrezos y probarse tipos. Si así fuera ya veríamos cómo agradecérselo a Paco, lo mismo con una procesión, que de eso sí que tenemos fijas en Cádiz las que quieras.
Voy pidiendo audiencia.
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