La librería Agapea de Bahía Sur.
La librería Agapea de Bahía Sur.

Cuentan que en un lugar conocido como Bahía Sur, abrió sus puertas una pequeña librería llamada Agapea. Doce años, creo, han pasado desde entonces y ya en su momento me pareció extraño que entre tanto negocio de grandes locales y firmas globalizadas hubiera alguien que se atreviese a abrir una pequeña tienda donde ¡sólo se vendían libros!

Van a durar dos días, le dije a mi mujer.

Aquella fue una más de mis predicciones fiables, como cuando supuse que el covid no era más que una gripe o que Daniel Craig sería un mal James Bond. En mi favor, he de decir que, por aquel entonces, aún no sabía que allí iban a trabajar unas hadas llenas de magia. Gloria, Fani o Mariví acogieron con cariño, dedicación y amor por los libros a unos cuantos locos que como droga nos inyectamos letras acuñadas en papel. Fue así cómo estas magas convirtieron aquel estrecho local en un mundo mágico. Allí, mis hijas fueron pasando de sentarse en el suelo con un cuento entre sus manos a entrar convertidas en mujeres. En esa pequeña librería hemos comprado cientos de libros y cómics. En esa pequeña librería Estefanía y Gloria siempre se han desvivido por encontrar los encargos que les pedíamos. En esa pequeña librería vi mi primera novela colocada en su escaparate. En esa pequeña librería siempre nos han recibido con una sonrisa. Y mientras yo buscaba a Neil Gaiman entre sus estantes, se iba creando una amistad entre mi familia y aquellas maravillosas trabajadoras. 

Pero todo cede ante la búsqueda inmediata del poderoso don dinero. Esta es la razón de que a un pituffo como yo le aburran los centros comerciales. Todos iguales y con las mismas tiendas, da igual que estés en Jerez, en Londres o en Berlín. No  me gusta ese modelo de negocio basado en cuantiosos beneficios y repletos de relaciones impersonales. La fiera cada vez quiere más y más, no se conforma. Es el precio que hemos pagado por comprar una insostenible cantidad de productos de los que no necesitamos realmente ni el 10%. Es la máxima expresión de un modelo basado en el consumo desmedido y feroz. Les hemos dado las llaves de nuestro bienestar a multinacionales y empresas cada vez más gigantescas. Todas quieren crecer y son muy pocos aquellos que entienden que hay más beneficios aparte de ganar cada vez más dinero.

Desconozco las causas que han llevado a una empresa con varios locales en España, y que vende también online, al cierre de su pequeña gran librería en San Fernando. Imagino que el alto coste del alquiler en Bahía Sur influirá, pero esto es algo que se solucionaría buscando otro local fuera y dejando que sus trabajadoras continúen haciendo su magia. Ellas consiguieron tener largas colas en el local y que a sus clientes no nos importara esperar. Ellas, con su esfuerzo, lucharon contra los Goliat como Amazon y El Corte Inglés, hasta el punto en que más de uno, me consta, solo íbamos a Bahía Sur para hacer una visita a Agapea.

Señores dueños, es una pena crear una imagen de calidad reconocida por todo aquel que en la Bahía de Cádiz ama los libros, y después hacerla desaparecer. Ustedes sabrán, no seré yo quien les diga lo que deben hacer con su dinero, pero sí me van a permitir darles un consejo: si su modelo de negocio es convertirse en un Fnac o en La Casa del Libro, esto es enormes locales en los que te atiende cada vez un trabajador distinto, muchos de los clientes preferimos pactar con el diablo y comprar nuestros libros en Amazon. Al menos a los repartidores que vienen a casa ya les he cogido cariño.

Por último, un mensaje para mis hadas libreras: ¡Ánimo!, este pituffo está convencido de que, con vuestra magia, conseguiréis salir adelante. Y no, esta vez seguro que no me equivoco. 

Archivado en:

Si has llegado hasta aquí y te gusta nuestro trabajo, apoya lavozdelsur.es, periodismo libre, independiente y en andaluz.

Comentarios

No hay comentarios ¿Te animas?

Lo más leído