La Zambomba. Bien de Interés Cultural (BIC) para la Junta de Andalucía por su arraigo y tradición en Jerez y en Arcos, motivo de diversión para buena parte de ciudadanos y turistas de ambos municipios y, también hay que decirlo, motivo de preocupación creciente para los vecinos del centro, especialmente de Jerez.
El anuncio de que el Ayuntamiento de Jerez va a adelantar el encendido navideño al 24 de noviembre se ha valorado como una especie de ‘pista’ de que lo que se ha convenido en llamar ‘temporada oficial de zambombas’ también se va a adelantar, algo sobre lo que todavía no se ha pronunciado el gobierno municipal, que a poco más de un mes vista es evidente que sigue sopesando pros y contras. De hecho, un local privado ha anunciado en Jerez su intención de celebrar una zambomba el día 19 de noviembre y la está promocionando como la primera, celebración a la que está en su derecho siempre y cuando cumpla con la normativa que regula la vida rutinaria de bares y discotecas. Sin más, Siempre hay cierta confusión entre parte de la ciudadanía cuando se habla de la autorización de zambombas, como si un grupo de amigos no pudiera ponerse a cantar villancicos el 15 de agosto en bañador en su casa o en cualquier local, que por supuesto que pueden. Cuando se habla de ‘temporada de zambombas’ desde la municipalidad, se refiere, por supuesto, a la autorización tácita del propio Ayuntamiento en cuanto a la ocupación de la vía pública y el uso de megafonía en un horario también determinado. Nada más que a eso. Al final, cada uno, en su casa hace lo que quiere, siempre que no incumpla las normas.
En esas se mueve el Ayuntamiento de Jerez, después de constatar que en las últimas décadas se ha producido un crecimiento exponencial de estos festejos y las dudas que genera en la actualidad: seguir apostando por su crecimiento, pese a que cada vez hay más vecinos de las ‘zonas afectadas’ en contra –postura que parece que va a ser la que, en principio, adopte el gobierno del PP– o empezar a ser selectivos. Las dudas del PP en Jerez son razonables, ya que hay otras localidades de la provincia que están al ‘acecho’ para empezar a sumar este fenómeno –en principio tan simple como es un grupo de gente cantando villancicos– a su ya de por sí potente oferta turística. Ahí está, sin ir más lejos, la propuesta que se ha lanzado desde Chiclana, compitiendo por la inmediatez.
En esas anda Jerez y ‘su’ Zambomba. Seguir adelante con un fenómeno que parece desbocado –mucha gente ha valorado los efectos colaterales el pasado fin de semana sde la coronación de la Estrella en el centro como lo que está por venir– o empezar a poner coto antes de que sea demasiado tarde. Ah, y siempre mirando de reojo a lo que se hace en ayuntamientos próximos, interesados en coger la gallina de los huevos de oro a poco que se despiste el propietario, léase Jerez.
Comentarios