20150131_140414.jpg
20150131_140414.jpg

Conducía muy de mañana por Talavera de la Reina, camino al corazón de la capital de España para sumarme a la marcha por el cambio promovida por Podemos, cuando Colita -la prestigiosa fotógrafa que tuvo la osadía y el ingenio de endosarle un libro en la cabeza al ya desaparecido Gabriel García Márquez- soltó en una emisora nacional: “Madrid huele a PP…, Madrid apesta”.

Hoy, sinceramente, no apestó a mierda. Reconvertida en la capital de la Libertad, Madrid vivió una jornada con tintes históricos y todo porque el agotado pueblo español, venido de cada rincón del país, se plantó en la plaza del Sol -y si hubiera sido necesario hubiera viajado al centro de la galaxia- para gritar a los cuatro vientos y a los cuatro puntos cardinales -clavados bajo sus pies en hierro forjado- su deseo de un cambio en el panorama político actual.

Las calles de la capital se llenaron de gente normal; de gente sin trabajo o con dos mil euros de nómina; de viejos sin dientes y caballeros de gula y magret de pato; de personas sin nada que temer y otras sin nada más que perder… De gente como tú y como yo que no sabían ni una mierda de primas de riesgo, de bonos basura o del índice Nikkei hasta que estalló en mil pedazos este mundo gris, construido por hombres grises, que creíamos hecho a nuestra medida y semejanza… ¡Nada más lejos de la realidad!

Pero hoy, este 31 de enero, viví el encuentro del Hombre con el Hombre. No presencié ni un mal gesto, ni una subida de tono…, tampoco cuando una señora -en mitad de las palabras de Pablo Iglesias y frente a decenas de miles de hombres y mujeres que sólo exigían Libertad- sacó a relucir una gigantesca bandera de España y la clavó -a modo de pendón- en el balcón de su casa de millón de euros para reafirmar su hipócrita y confusa hispanidad.

Es cierto que vi ondeando alguna que otra bandera republicana…, pero para nada me sentí cómplice de una persecución a los valores democráticos españoles ni a sus tradiciones o creencias…, sólo contemplé la alegría contenida de un gran animal que está despertando de un coma profundo…, tan profundo que les permitíamos hacer con nuestras vidas lo que les viniera en gana.

Si has llegado hasta aquí y te gusta nuestro trabajo, apoya lavozdelsur.es, periodismo libre, independiente y en andaluz.

Comentarios

No hay comentarios ¿Te animas?

Lo más leído