La muerte de una operadora en un 'call center', la deshumanización del sistema turbocapitalista

Gran revuelo en medios de comunicación y redes sociales por la actitud de la empresa, que pidió seguir trabajando con el cuerpo presente de la empleada, y de los compañeros que aceptaron hacerlo

Ramos de flores en el puesto de trabajo de la operadora fallecida, en imagen de Twitter.
Ramos de flores en el puesto de trabajo de la operadora fallecida, en imagen de Twitter.

La muerte de una operadora en un 'call center' radicado en Madrid mientras trabajaba ha resultado tremendamente llamativa para los medios de comunicación y redes sociales, no solo por las condiciones laborales que muchas veces soportan estos trabajadores, que también, sino por el hecho de que muchos –o al menos algunos, las fuentes no coinciden–  de sus compañeros continuaron trabajando mientras ella, su cadáver, continuaba allí, tendido, en su puesto de trabajo, a la espera de la llegada de unos servicios sanitarios que solamente pudieron certificar su muerte.

Bien... estas cosas pasan, se puede decir. Es verdad que alguien se puede morir en cualquier momento, de manera fulminante, relativamente joven, como es tener 57 años, pero también es verdad que los trabajadores de los 'call center' llevan una actividad milimetrada en su lugar de trabajo: tanto tiempo para atender una llamada, tanto para rellenar equis ficha o informe después de atenderla, tanto para ir y volver del baño... vaya, unas condiciones muy cuestionables, sin duda, acordes con la mala fama que tienen estas empresas desde el punto de vista de las condiciones laborales. Puede que esta trabajadora tuviera un problema congénito, que haya sido algún tipo de accidente cardiovascular... o puede, puede, que fuera una mujer que llevara una vida muy estresada, entre otras cosas por un desempeño profesional que al final haya incidido en este terrible desenlace.

Lo más llamativo es la deshumanización que ha acompañado a esta muerte. ¿Cómo puede haber supervisores diciendo que hay que seguir trabajando?

Con todo, lo más llamativo no es eso. Lo más llamativo es la deshumanización que ha acompañado a esta muerte. ¿Cómo puede haber supervisores diciendo que hay que seguir trabajando, que hay que seguir atendiendo llamadas, porque la empresa presta un servicio público? ¿Cómo? Pero, siendo terrible, que lo es, esto no es lo peor... ¿Cómo puede haber compañeros (aunque hayan sido solo algunos) que sigan con su trabajo como si no hubiera pasado nada, con una persona allí muerta, por mucho que un supervisor diga lo que quiera decir? ¿Qué régimen de terror, qué sociedad turbocapitalista y, evidentemente, deshumanizada, puede permitir una situación así?

Se ha dicho "como si no hubiera pasado nada". Sus compañeros son los primeros que saben que eso no es cierto, que lo que ha pasado es gravísimo. No tanto la muerte de una compañera, que son cosas que pasan, que pueden pasar, es cierto, sino por su propia actuación, seguir trabajando, algo que no tiene ningún fundamento más allá que el de la cobardía y que probablemente les acompañe para siempre... 

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