Llega la hora de la verdad. Se constituyen las Cortes (Congreso y Senado) y se forma la mesa del Congreso, presidencia incluida. Pese a que se trata de la tercera máxima autoridad del Estado, tras el rey y el presidente del Gobierno, probablemente en la historia reciente de la democracia española nunca ha tenido tanto interés ver quién ocupara este cargo. Unas horas antes de que se lleve a cabo la votación, todo indica que será una mujer, bien la socialista Francina Armengol, bien Cuca Gamarra (en el momento de escribir estas líneas ni siquiera es seguro que la última portavoz del grupo parlamentario vaya a ser la candidata popular) o, sorpresa, será un nacionalista quien obtenga ese puesto, obviamente como parte de un acuerdo mucho más amplio.
Y es que es inevitable no contemplar la constitución de la mesa del Congreso como una especie de primarias de la investidura, ya que lo que resulte dará buenas pistas sobre los acuerdos a los que haya podido llegar el PSOE, básicamente con Junts y con Coalición Canaria (7 +1 diputados), ya que se da por hecho que cuenta con el respaldo de todas las formaciones que facilitaron la gobernabilidad a Pedro Sánchez durante la pasada legislatura (lo que hoy es Sumar más Esquerra, PNV y Bildu). De hecho, de lo que pase el jueves, también podría tomar cuerpo la posibilidad de que en otoño haya de nuevo elecciones generales.
Junts tiene la primera llave de la gobernabilidad de un Estado del que quiere separarse y está en disposición de mantener el suspense hasta el final, ya que anunciará su decisión minutos antes de que dé comienzo la sesión parlamentaria. Por lo pronto, Carles Puigdemont ha pedido vía tuit “hechos comprobables” antes de decantar el voto.
Desde Coalición Canaria, por su parte, se pidió el pasado fin de semana que se haga un guiño a los nacionalistas y que la presidencia de la Cámara recaiga en el PNV, tema muy complejo y sobre el que además tendría que pronunciarse Bildu.
Por su parte, el propio Pedro Sánchez, consciente de que tiene que hacer nuevos gestos a los nacionalistas e independentistas, señaló que tiene intención de aprovechar la presidencia española de turno para que se utilicen en el seno de la Unión Europea los idiomas cooficiales…
Por cierto, si Junts se abstiene, el único voto de Coalición Canaria podría ser decisivo para romper el previsible empate de bloques, aunque hay que tener en cuenta que la votación es secreta y podría haber alguien que no respete la disciplina de grupo, se equivoque o se ausente…
Por último, en clave provincial, hay que destacar que Esther Gil, la diputada de Sumar por Cádiz, ha sido elegida por la formación como candidata a desempeñar una de las vicepresidencias de la mesa.
Después de ver todas esas claves, posibilidades y última hora de la situación política, lo único cierto es que ocurra lo que ocurra permitirá ir arrojando luz sobre los apoyos reales con los que cuentan tanto Feijóo como Sánchez –más bien Sánchez, los de Feijóo son los que son- de cara la investidura. Incluso, cabe suponer que el jefe del Estado, Felipe VI, tomará buena nota de lo que pase porque tiene que decidir a quien llama primero para encargarle formar gobierno…


