El Campo de Gibraltar, en tres cuestiones

El conflicto de Acerinox, el narco y el contrabando, y las negociaciones de España y Reino Unido sobre distintos aspectos del Peñón, llevan meses centrando la actualidad política y económica de la comarca

Campo de Gibraltar. Trabajadores de Acerinox, concentrados a las puertas del Parlamento andaluz.
Campo de Gibraltar. Trabajadores de Acerinox, concentrados a las puertas del Parlamento andaluz. MAURI BUHIGAS

Trabajadores de Acerinox, concentrados a la puerta del Parlamento andaluz; la Guardia Civil sufre un accidente en aguas alrededor del Peñón y España se sienta a negociar de nuevo con el Reino Unido una solución para la frontera de Gibraltar y La Línea. Son tres noticias relacionadas con algunos temas que llevan meses marcando la agenda política y económica del Campo de Gibraltar, condensadas en menos de veinticuatro horas, temas todos que están pendientes de solución.

Los trabajadores de Acerinox, una de las principales empresas de la provincia, llevan más de dos meses de paros y movilizaciones. El jueves se han concentrado a la puerta del Parlamento andaluz, en un intento por involucrar a la clase política en el conflicto. De hecho, el PSOE ha pedido al propio presidente Juanma Moreno que se involucre y medie entre las partes, sin que se haya producido mucha receptividad por el momento. No se vislumbra, por ahora, una salida a corto plazo en este conflicto.

En su lucha contra el narco y el contrabando, una patrullera de la Guardia Civil sufrió un nuevo accidente persiguiendo a embarcaciones, en este caso relacionadas con el contrabando de tabaco. El accidente se produjo al chocar con una baliza del aeropuerto, en una zona en la que España no reconoce la soberanía británica sobre esas aguas... y viceversa. El Estrecho sigue siendo tema de actualidad todos los días.

Por último, hay que referirse al decimonoveno encuentro entre las autoridades españolas y británicas acerca de distintos aspectos de Gibraltar. Tráfico de personas y tráfico aéreo son asuntos clave. España aspira al uso conjunto del aeropuerto, algo a lo que se resisten las autoridades británicas, entre otras cosas, por el componente militar existente. Probablemente, los ciudadanos de La Línea –y probablemente los propios llanitos– estén más preocupados por soluciones que alivien la entrada y salida de personas y vehículos de la Roca, ya que se estima que unas 15.000 personas cruzan a diario la frontera y a veces tienen que soportar importantes retenciones desde el Brexit.

 

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