Cádiz, una provincia con infraestructuras de hace veinte años que se ve desbordada por el turismo

El crecimiento exponencial de visitantes de los últimos años no se ha visto acompañado por nuevas autovías, accesos o un mejor servicio de Renfe, lo que pone en pleno agosto algunos sitios de playa al borde del colapso

La playa de El Palmar, este mismo miércoles. Toda la costa de Cádiz está llena.
La playa de El Palmar, este mismo miércoles. Toda la costa de Cádiz está llena. MAURI BUHIGAS

El fin de semana pasado, entrar y salir de Tarifa era un infierno. El propio alcalde hizo unas declaraciones en las que, además de referirse a que se dieron otros temas puntuales, como la Operación Paso del Estrecho, también habló al problema de infraestructuras que tiene la localidad en sus accesos, dejando claro que deberían duplicarse, igual que la A-48 desde Vejer. Pero el tema de partida es que está todo lleno.

En Conil, este verano aún no se ha producido, pero no es raro que haya algún fin de semana durante el mes de agosto en que la Guardia Civil simplemente no deja acceder a la localidad a 'domingueros', por una simple y llana razón: es que no se cabe, con la A-48 atestada.

La confluencia de la antigua autopista y la autovía a la espalda de Puerto Real, la incorporación de Tres Caminos o el final de la autovía en Vejer... son puntos críticos para el tráfico que, lejos de mejorar, empeoran año tras año en verano. Como lo ha hecho la autopista de Sevilla desde su liberalización. El problema es muy sencillo: aunque las infraestructuras viarias de la provincia han ido mejorando de veinte años a esta parte, dichas infraestructuras estaban pensadas para dar respuesta a cómo era –hablamos solo de volumen– el turismo en Cádiz por aquellas fechas, es decir, un turismo que aunque ya tenía cierto volumen era relativamente incipiente.

Ser una provincia ventosa, tener algunas playas militarizadas, una infraestructura hotelera relativamente escasa –realmente la ciudad con más plazas hoteleras en la provincia siempre ha sido Jerez, antes vinculado a los negocios, si bien ahora también es segunda línea de playa– y estar tan cerca de una potencia como la Costa del Sol, han lastrado tradicionalmente el desarrollo turístico a gran escala, para disfrute, todo hay que decirlo, de los autóctonos, cuatro enterados de Madrid y País Vasco y algún alemán.

Pero eso es cosa del pasado. Un mundo globalizado, las redes sociales, el boca a boca, prescriptores de opinión continuamente con los encantos de Cádiz en la boca... todo ha cambiado, y hoy por hoy la provincia es una de las más atractivas de España para el turista.

Este flujo de visitantes no va a tener vuelta atrás, así que harían bien las Administraciones en ir preparando nuevas infraestructuras viarias, duplicaciones, etc. Ah, y llamar a Renfe para decirle que Cádiz y Jerez no pueden tener solo tres trenes diarios en plena temporada.

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