'Sticky fingers', de los 'Rolling Stones'.
'Sticky fingers', de los 'Rolling Stones'.

Esta semana se cumplen 50 años desde el lanzamiento del Sticky Fingers de los Rolling Stones. Este álbum supone un antes y un después para la banda, afianzando el cambio de técnica de Keith Richards y contando con la plena incorporación de Mick Taylor. Fue también el primer álbum bajo el sello de los propios Rolling y así el primero en el que aparece la ya famosa lengua. Aparte del logo, la estética del álbum se caracteriza por su entonces polémica portada. Esta obra fue encargada ni más ni menos que a Andy Warhol. Se trata del primer plano de los vaqueros de un modelo al que se le marca bastante el paquete. A pesar de la creencia popular, el modelo no era Mick Jagger.

Las primeras copias del álbum incluían en portada una cremallera real que se podía bajar, dejando ver un insert donde había otro primer plano, pero esta vez el de unos calzoncillos. Anecdóticamente, para esta segunda foto Warhol utilizó a otro modelo. El sugerente paquete y la cremallera hacia otra cosa escandalizaron a la censura franquista de 1971, anclada en una desfasada moral católica. No tardaron en censurar la portada, el insert y la contraportada con el culo de los vaqueros. 

Entre una cosa y otra, el Sticky Fingers se publicó en España con casi dos años de retraso. Así, la edición española del Sticky Fingers contó con una portada única en el mundo e incluso más perturbadora. Se trata de una lata de conservas abierta de la que salen tres dedos de mujer bañados en un líquido negro viscoso, dándole un sentido mucho más literal al nombre del álbum.

La estética del álbum no fue lo único que censuraron. Los censores hicieron eliminar también la canción Sister Morphine, ya que era toda una oda a los opiáceos. En su lugar, fue sustituida por la versión en directo de Let It Rock de Chuck Berry, single de la época difícil de conseguir hoy día. Sin embargo, ocurre un hecho curioso. Let It Rock dura bastante menos que Sister Morphine, lo que obligó a añadirle al disco 30 segundos de silencio antes de la canción. Este silencio fue reconocido como la tercera canción de la cara B del álbum, bajo el simple nombre de punto suspensivo. 

Todas estas rarezas únicas, fruto de la dictadura, hacen que la edición española del Sticky Fingers sea un preciado disco entre los coleccionistas de todo el mundo. Hubo otros países que también modificaron el disco. En la URSS cambiaron la portada, imitando a la original, pero sin marcar paquete y cambiando la hebilla del cinturón por otra dorada que incluía una estrella. A pesar de ello, no iguala la rareza española. Considerando además que quedan pocas copias en buen estado, su precio suele ser mucho más alto.

No era la primera vez que la censura penaba al rock n roll. A Bowie le censuraron dos portadas y varias canciones, se ve que era inadmisible que un hombre se vistiese de mujer (The Man Who Sold The World) o fuera mitad perro con sus cosillas al aire (Diamond Dogs). Tampoco era la primera vez que afectaba a los Rolling. Poseo una copia española de su primer EP, publicado en 1963. Esta copia en particular era de una emisora de radio, y sobre su contraportada está escrito a máquina que la versión de Money estaba prohibida. Se trata de pequeños actos de la represión que hoy día quedan como anécdotas y que dan fruto a preciadas rarezas.

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