Error humano, error divino

Ahora toda esa opereta bufa de ataques y venganzas tiene nombre propio, el de esas 176 personas cuyo único error fue tomar un vuelo esa triste mañana.

Qasem Soleimani, en una imagen de archivo. FOTO: KHAMENEI.IR
Qasem Soleimani, en una imagen de archivo. FOTO: KHAMENEI.IR

La escalada de la tensión en Oriente Medio tras la muerte del general Soleimani era de esperar. Lo que no podíamos esperar es que víctimas civiles, pasajeros de un vuelo comercial ucraniano, serían la demostración más palpable de que la locura se ha adueñado de las relaciones entre los Estados Unidos y la República de Irán y ha tomado a las esperanza como rehén.

Las autoridades iraníes, tras ocultar durante algunos días la auténtica causa del derribo del avión civil no han tenido otra que reconocerlo atribuyéndolo a un error humano. Y es que todo este despropósito que comienza con la acción bélica de la muerte del alto mando militar iraní por orden de ese “error humano” llamado Trump no podía terminar de otra manera que con la muerte de inocentes.

Ahora toda esa opereta bufa de ataques y venganzas tiene nombre propio, el de esas 176 personas cuyo único error fue tomar un vuelo esa triste mañana. Donald Trump y Hasán Rouhaní seguirán jugando a la guerra inexistente que comenzaron nada más llegar el presidente norteamericano a la Presidencia esperando el próximo error humano que alimente sus terroríficas estrategias mientras en todo el mundo occidental empezamos a pagar muy caro todo lo que tiene que ver con el petróleo y la incertidumbre económica nos sitúa al borde una nueva crisis económica global que como siempre pagarán los más débiles socialmente.

Y si de errores humanos se trata lo que hemos vivido esta última semana en la sede de la soberanía popular, el Congreso de los Diputados, está lleno de ellos sobre todo en la bancada de la derecha y la extrema derecha. No se puede desacreditar el sistema democrático de forma más vil y burda.

Los temores de Casado por la cercanía de Vox le han llevado a sacrificar en un abrir y cerrar de ojos la moderación, la sensatez y la presunción de centralidad. Sentir el aliento en el cogote de tu adversario en el mismo campo ideológico te lleva en ocasiones a traicionar el papel que la democracia te ha adjudicado con la expresión en las urnas de la voluntad popular. Y a todo eso ha ayudado y mucho la sin par Cayetana, la musa popular de la bronca y el enfrentamiento, capaz de hacer parecer que Arrimadas es una aprendiz del conflicto político.

Y mientras tanto Vox cabalga a lomo de los errores de Casado y su radicalización hasta el punto de que puedan pasar desapercibidos los graves “errores humanos”, incluida la manipulación sistemática de estadísticas, de su cúpula directiva, ese club restringido de matones políticos que han puesto a sus votantes más fieles en el dilema de acudir este domingo a la misa de doce o a sus manifestaciones antidemocráticas.

Mientras tanto, la vida sigue, cometiendo errores humanos y también divinos, como el que conocía esta misma mañana, la muerte de Daniel Nieto, que fuera adversario político años atrás. La crueldad del destino se ha cebado con su familia, con sus amigos, con sus compañeros del Partido Popular y con todos los que le conocimos en su actividad política e institucional. A todos ellos, familia, amigos y compañeros del Partido Popular, mi más profundo abrazo solidario, descansa en paz Daniel y que la tierra te sea leve.

Si has llegado hasta aquí y te gusta nuestro trabajo, apoya lavozdelsur.es, periodismo libre, independiente y en andaluz.

Comentarios

No hay comentarios ¿Te animas?

Lo más leído