De penalti y en el último minuto

El Partido Popular se quedó con la miel en los labios de una posible derrota de Sánchez, que en tiempos de sequía supo encontrar el agua que le negaba Feijóo

El Gobierno aprueba decretos anticrisis, de penalti y en el último minuto.
El Gobierno aprueba decretos anticrisis, de penalti y en el último minuto.

Así fue la victoria parlamentaria del Gobierno de España en el llamado superpleno del miércoles. Como cualquier entrenador de futbol diría, aunque sea de penalti y en el último minuto, lo que importan son los tres puntos. Y es que esos tres puntos no eran tres, sino algunos más si nos atenemos al contenido de los dos decretos que el Gobierno logró sacar adelante, aunque el tercero de ellos, el que contenía la nueva regulación del subsidio de desempleo, se ahogara en la orilla de la venganza del fantasma de Galapagar que ni olvida ni perdona. Curioso fenómeno el de la trayectoria política de Iglesias, que algún día se estudiará en las especialidades de salud mental.

Ya había anunciado Ayuso que al Gobierno ni agua y ya sabemos que los anuncios de Ayuso son mandatos imperativos para Núñez Feijóo y así fue también en esta ocasión, donde el Partido Popular perdió la oportunidad de mostrar su condición de partido de Estado preocupado por el bienestar de la ciudadanía y no por estrategias suicidas de acoso y derribo permanente al Gobierno. Pero es que la triple A madrileña, Aznar, Aguirre y Ayuso, se ha propuesto que Feijóo vuelva cuanto antes a la tierra que le vio nacer políticamente.

Porque a quien Ayuso negaba el agua no era al Gobierno de coalición, se la estaba negando a la subida de las pensiones contributivas y no contributivas y también al IVA reducido y el impuesto sobre la electricidad del consumo eléctrico de miles de familias en situación de vulnerabilidad. También negaba el agua a la llegada de 10.000 millones de euros de fondos europeos tan necesarios para dar continuidad a la recuperación económica y con ello al bienestar del conjunto de la ciudadanía.

Pero una vez más la triple A se quedó con las ganas de jugar con la sed de la inmensa mayoría de los españoles y españolas, porque una vez más Sánchez demostró que además de osado y audaz tiene la baraka de su parte. Se aprobaron dos de los tres decretos y el que no superó la aritmética parlamentaria y decayó se enfrentó no sólo a la coalición de la derecha extrema y la extrema derecha, sino también a los designios del ayatolá Iglesias dispuesto a hacer pagar a Yolanda Díaz la exclusión de Podemos de la dignidad ministerial. Probablemente, la vicepresidenta Díaz cometió algún error de cálculo con la no negociación del decreto con los agentes sociales y por ahí se coló la daga voladora del ayatolá de Galapagar.

Lo cierto y verdad es que el Partido Popular se quedó con la miel en los labios de una posible derrota de Sánchez, que en tiempos de sequía supo encontrar el agua que le negaba Feijóo, que vuelve a las andadas convocando una nueva manifestación el próximo día 28, más que nada para tapar el escándalo ambiental de la Xunta con los pellets de plástico y dar ánimos al decaído presidente y candidato Alfonso Rueda que está viendo que hasta el rabo todo es toro.

Si has llegado hasta aquí y te gusta nuestro trabajo, apoya lavozdelsur.es, periodismo libre, independiente y en andaluz.

Comentarios

No hay comentarios ¿Te animas?

Lo más leído