Kirchner, tras la victoria.
Kirchner, tras la victoria.

La decisión del Papa de Roma es otra engañifla, una vez más: el celibato es imprescindible excepto que deba tener que ser prescindible porque no hay hombres que quieran ser curas. La amnistía es ilegal y está prohibida para el PSOE, excepto que el PSOE pueda votar una amnistía en el Parlamento de Andalucía junto a VOX-PP-Cs, o pueda ocultar la del PP, después de haber prometido publicar la lista de los afortunados. Las elecciones en Thüringia, Alemania, ofrecen unos resultados a lo Frankenstein, pero con los que hay que gobernar.

Hay quien se pregunta desde la izquierda por qué ha de interesar el problema de Catalunya, como si el problema fuera solo el 3% de los Puyol o cualquier otra incomodidad que pueda sufrir la burguesía catalanista, en especial la barcelonesa. Nada más alejado de la sospecha que le reportaje de María Martín en El País, en el que los Jóvenes tras la hoguera tienen menos que ver con el soberanismo y más que ver con la alienación que interesó siempre a la izquierda. Pero, ¿qué es la izquierda? Con Norberto Bobbio sabemos que nada tiene que ver con sentarse a un lado u otro en la Asamblea Nacional y sí con la verdad, con la aceptación de la realidad. Meter a martillazos la realidad en el molde ideológico para que todo cuadre es de derechas.

La respuesta podría ser que la Constitución ha defraudado. Ha defraudado en España respecto a todas las expectativas que aquí crecieron junto a su realidad, como en Chile respecto a las expectativas que la sociedad chilena dejó que le crecieran en su realidad completa. No es solo el monedero, cosa fundamental, sino la calidad democrática que permite un cierto desarrollo de lo que en cada momento se entiende como dignidad humana. Se olvida que Catalunya es la única Comunidad Autónoma que vive bajo una Ley que no fue votada en referéndum por los catalanes sino modificada después del referéndum y nunca más sometida a otro referéndum.

Ha defraudado en cuanto que la Constitución Española se postuló como el marco de nuestro Estado Democrático Social y de Derecho. La democracia pierde calidad, la protección social queda saboteada mediante una ingeniería de la verdad capaz de convencer a una pared que libertad es mejor que la protección de un derecho no solo fundamental sino de fundamental importancia: trabajo, pensiones, vivienda, salud, escuela. El Derecho y la Ley se cumplen a conveniencia mediante un sistema judicial demasiado politizado y unas instituciones dirigidas por políticos irresponsables en varios casos. La Constitución se ha desactivado a sí misma, incapaz de poner bajo control a unas elites directoras que no se someten excepto a sus propios deseos de beneficio y que sabotean las normas de la democracia.

La prensa no se escapa. Olvidar a las 350 mil de este pasado sábado en Barcelona, después de haber olvidado a las 525 mil personas que caminaron por Catalunya con toda la tranquilidad en las Marchas por la libertad hace una semana y presentar como gran manifestación constitucionalista a las 80 mil personas de esta mañana no es necesario calificarlo.

Solo en un marco democrático del que resulte un sistema legal respetado y respetable se podrá garantizar el acceso transversal a una riqueza suficiente para la vida.

En Argentina acaba de hacerse con la presidencia de la república el Frente de todos, de Fernández y Fernández, lo que supone el fin de unas políticas neoliberales que  habían llegado a asfixiar a la sociedad, con unos niveles de pobreza dramáticos. Sin embargo, los compromisos de deuda adoptados por Macri van a hipotecar largo tiempo las políticas económicas posibles del nuevo gobierno. Otras políticas no, gracias a la nueva mayoría también en el Senado, como la de reconocimientos de derechos civiles y políticos. El reparto de lo que haya se espera que será más igualitario. Y rompe una tendencia neoliberal contra las personas simbólica para toda América Latina.

El caso de Uruguay es bastante más complicado. El candidato socialista ganó las elecciones, pero habrá segunda vuelta y Martínez tendrá dificultades para superar a un Lacalle que será apoyado por el casi 25% de los otros dos candidatos.

Las elecciones en España se celebran en dos semanas y la situación volverá a ser tan complicada o más que la que Sánchez no quiso abordar durante meses. A esa gran complicación se suma la posibilidad de que en Catalunya haya cambios en los resultados electorales, todavía impredecibles, pero que revaliden el catalanismo mayoritario como en las elecciones generales anteriores.

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