El papa Francisco.
El papa Francisco.

Yo era muy fan del Papa, abuela. Que mi izquierda me perdone pero  a mí, que soy atea por reflexión y no por educación, me gustaba ese hombre. Porque Francisco, más que papa, me parecía un abuelo bondadoso, simpático y llanote que decía cosas sencillas, cosas de sentido común. "Este va a durar lo que Juan Pablo I", me decía una amiga que sí profesa la fe católica y que sufría mucho por él cada vez que decía algo que pudiera enfadar a la jerarquía eclesiástica.

El hecho de que en sus intervenciones se mostrara crítico con la obsesión que la Iglesia tenía por el aborto, los anticonceptivos, el divorcio o el matrimonio entre personas del mismo sexo alentó mi ilusión. No voy a decir que Francisco me iluminara como Jesús a San Pablo —gracias a lo cual dejó de arrearle mandobles a los cristianos en Jerusalén—, pero debo confesar que despertó mis simpatías.

Y cuando reconoció que las violaciones de religiosas por parte de algunos obispos, denunciadas por Lucetta Scaraffia, historiadora y directora del suplemento femenino de “L’Osservatore Romano”, eran un problema ‘que surge porque algunos consideran a la mujer como de segunda clase, y sobre el que se está trabajando’ o admitió que la iglesia había protegido a los culpables de pederastia antes que a las propias víctimas, ahí ya me ganó.

Pero como tú bien decías, abuela: ¡Qué poco dura la alegría en la casa del pobre! Ahí estaba yo con mi subidón papal —casi encargo unas camisetas con el eslogan ‘I love Francisco’—, cuando va y dice que "a fin de cuentas todo feminismo termina siendo un machismo con faldas".

Bajón total, planchazo, talegazo de las ilusiones. Plof.

Pero vamos a ver, santidad. Con todo lo que usted ha estudiado, porque no creo que se llegue a Papa con un título de grado medio, y todos los asesores instruíos que tiene en torno suyo, ¿aún no le han explicado qué es el feminismo? ¿No le han dicho que feminismo no es lo contrario de machismo? ¿Se lo voy a tener que explicar yo? Venga, se lo explico:

Machismo (según la RAE, institución poco sospechosa de feminista):

  1. m. Actitud de prepotencia de los varones respecto de las mujeres.
  2. m. Forma de sexismo caracterizada por la prevalencia del varón

Feminismo

  1. m. Principio de igualdad de derechos de la mujer y el hombre.
  2. m. Movimiento que lucha por la realización efectiva en todos los órdenes del feminismo.

Y si quiere seguir profundizando en el tema, aunque a tenor de sus declaraciones no lo creo, le recomiendo leer libros como el ‘Segundo sexo’, ‘Todos deberíamos ser feministas’, ‘Yo sé por qué canta el pájaro enjaulado’, ‘El cuento de la criada’, ‘La mística de la feminidad’, ‘Miedo a volar’, ‘Una habitación propia’, ‘Feminismo para principiantes’, ‘El hombre que no deberíamos ser’ y cientos de títulos más que le ayudarán a no decir sandeces de este tipo.

Al final, el Papa no va a ser tan progresista como aparentaba y me tenía engañada. Que cuando dice que "dar más funciones a la mujer en la iglesia no resolvería el problema de los abusos sexuales" se le ven las intenciones. Que está muy bien hacer la vista gorda con que los gays y las lesbianas se casen, con el divorcio o los anticonceptivos, pero, ¿qué es eso de dejar que la mujer ocupe cargos de responsabilidad en la iglesia? ¿Quiénes son esas locas para venir a trastocar lo que se ha hecho toda la vida de Dios? A la postre, todo es cuestión de poder. De poder seguir ejerciendo el poder como Dios manda. ¿No?

En fin, abuela, que me voy a tener que tragar con papa (nunca mejor dicho) la camiseta. Aunque pensándolo bien, puedo encargarla y decir que se trata del cantante Francisco. ¡Ay, no!, ese tampoco, que le ha puesto una letra horrible al himno de España.

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