¿Saben lo que es el Tribunal Constitucional? Igual les sorprendo si les digo que este órgano no pertenece al poder judicial. Pues éste es un buen punto de partida para comentar la repercusión mediática que ha tenido la reciente sentencia de 14 de julio de 2021, que falló sobre la inconstitucionalidad de algunos apartados del Real Decreto 463/2020, de 14 de marzo, que nos metió en casa.
Por si a alguien le interesa –lo dudo bastante–, en esta sentencia el Tribunal Constitucional decidió por mayoría de 6 a 5 declarar inconstitucionales algunos apartados de los artículos 6 y 7 del Real Decreto. La sentencia está disponible en la web del Tribunal Constitucional y es accesible con un par de clics, así como sus votos particulares. Una buena lectura para el mes de agosto, sin duda.
Pero lo que nos importa aquí es el deporte. Políticos diciendo que nuevamente el poder judicial demuestra que vive en otro siglo. Políticos diciendo que al fin se hace Justicia. Políticos diciendo que a ver cuántos habrían muerto sin el estado de alarma. Es materialmente imposible que todos hayan leído la sentencia, máxime cuando estos comentarios se hacían cuando sólo estaba disponible el fallo de la sentencia y una breve nota de prensa.
Al final lo que importa es que el otro parece que se ha equivocado y, en consecuencia, se le puede atizar. Lo que importan son los votos. El deporte. Lo demás da exactamente igual. ¿Nadie se lleva las manos a la cabeza porque este fallo viene un año después de que se acabara el estado de alarma? ¿En serio? ¿De qué sirve que las resoluciones lleguen, pero lleguen tan tarde? Claro que es útil saber lo que expone el Tribunal Constitucional, pero, ¿no lo pudo decir antes, cuando quizá todavía se podía salvar la constitucionalidad del confinamiento? Total, en tres titulares más estaremos a otra cosa.
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