La 'estrella de Belén' se verá como en la imagen.
La 'estrella de Belén' se verá como en la imagen. Bill Ingalls/(NASA/Bill Ingalls)

​En todos los medios de comunicación ha aparecido la noticia de que en estos días se podrá ver "la estrella de Belén", coincidiendo con la Navidad, un evento que no ocurre cada muchísimos años. Nada más lejos de la realidad. Como en muchos eventos astronómicos que se anuncian a bombo y platillo, se vuelven decepcionantes para la persona que no tiene mucho conocimiento de astronomía pero sí le interesa ver lo que ocurre en el cielo de vez en cuando.

No hay estrella. Lo que hay es una conjunción de los planetas Júpiter y Saturno. ¿Qué es una conjunción? Es un efecto visual. Dos objetos que no están juntos, al estar en la misma línea de observación del que mira (nosotros) parecen estarlo. Imaginen que yo estoy en la fuente de la plaza del Arenal. Un amigo se coloca al principio de la calle Lancería. Y otro amigo se coloca en el Gallo Azul. Si hago una fotografía, cuando la tenga en la pantalla o en mi mano, que son planas, veré a mis dos amigos como si estuvieran juntos. Uno más pequeño que el otro. Uno más borroso que el otro. Pero juntos. Cuando hablamos de grandes distancias, la borrosidad no se nota, pero sí el brillo.

Esto es lo que ocurre, nada más. ¿Y qué tiene que ver esto con la estrella de Belén? Que esa estrella de Belén hubiera sido una conjunción como la de estos días. Hay muchas teorías y opiniones de lo que pudo ser. El evangelio de Mateo nos cuenta que unos magos vinieron de Oriente a adorar al niño Jesús que nació en Belén. Resumiendo, que la historia es larga y no tenemos espacio para contar esta historia tan arraigada en España: los magos de entonces no eran magos. Eran astrólogos. Tampoco existían todavía los astrónomos porque los de aquel tiempo creían que las estrellas marcaban el destino de los humanos. Bueno, hoy hay gente todavía que cuando algo le inquieta, le atormenta o le perturba acuden a los astrólogos. Poco han cambiado algunos. A lo que iba. Desde entonces mucha gente se ha preguntado qué vieron los magos y qué fue lo que siguieron.

Lo curioso es que solo habla Mateo del evento y algunos evangelios apócrifos, con lo cual nos da una pista de que no debió ser tan importante cuando los tres evangelistas Marcos, Lucas y Juan lo obvian. Tampoco durante la vida de Jesús nadie hace mención a eso. Ni en la pasión Pilatos o Caifás dice algo como: ¿Éste no era el niño que nació bajo una estrella y vinieron a adorarle? Todo esto nos hace sospechar que tal hecho no existió y que fue un mito para endiosar a Jesús más todavía. Como la historia de ser hijo de humana y dios, ya repetida anteriormente con Hércules en la civilización griega clásica.

Pero ¿pudo ser una conjunción como la de estos días? Yo dudo que lo fuera, porque si alguien sigue una conjunción de planetas no llega a ningún sitio, darían la vuelta al mundo, si pudieran tener velocidad, porque las conjuciones no duran mucho. Una conjunción no se para sobre ningún lugar. Si se hubiera parado, ninguno de los que estamos leyendo esto habría nacido, hubiera sido un cataclismo cósmico.

¿Pudo ser una nova? ¿Una estrella que estallara con gran brillo y llamara la atención de los magos? No hay registros de entonces de ello. Los chinos en aquél tiempo ya lo apuntaban todo. Tampoco hay huellas en el cielo de aquella hipotética explosión. No ha quedado ninguna nebulosa ni nada de rastro.

El pintor Giotto tuvo mucha culpa en esto de la estrella de Belén. En su fresco ‘La adoración de los reyes magos’, pintado entre 1303 y 1305 en la Capella degli Scrovegni, en Padua, Italia, pintó la estrella de Belén como un cometa. Claro, él estaba impresionado por el paso del cometa Halley que estuvo por la Tierra en aquella época. Ese cometa con su cola, nos llenó el imaginario de la cristiandad. de que la estrella de Belén tenía cola. Pues no. Mentira. Giotto culpable.

¿Qué fue entonces? Los más atrevidos dicen que fue una nave extraterrestre que guió a los magos hasta el portal. No se rían. Hay más partes de la vida de Jesús donde parecen haber extraterrestres. El caso es que no se sabe. Como digo hay muchas teorías y podríamos escribir un libro. Pero lo que yo creo personalmente es que no existió tal estrella de Belén. Ni magos ni adoraciones ni pastores cantando porque los pastores no están en invierno al raso. Otra historia que nos han contado para endiosar a Jesús y de camino apagar las fiestas paganas del soslticio.

Pienso que todo es un mito como en tantas cosas de nuestra historia. Un mito con el objetivo de hacer desaparecer el mensaje de Jesús y de lo que fue y de lo que vino a enseñar. Porque sabemos mucho de la estrella del portal. Sabemos mucho de Jesús clavado en la cruz, pero no tenemos ni puñetera idea de qué fue lo que le llevó a la cruz. Qué fue lo que dijo Jesús para que se convirtiera en el enemigo número uno del imperio romano y de la casta sacerdotal judía de la época. Lo importante no era la estrella. Lo importante era su mensaje. No es extraño entonces que hoy gente que se hace llamar cristiana o católica, sean racistas, xenófobos, machistas u homófobos. Cargaditos de odio por no querer leer y escuchar el mensaje de Jesús. Por eso le dan tanto bombo a la estrella y la cruz. Pero eso ya es otra historia. Mientras, sigan mirando al cielo. No se decepcionen. Sigan mirando al cielo. Siempre. Les hará maravillarse. Hacerse preguntas. Pero ojo, porque muchas de las respuestas que obtengáis os van a dar la vuelta al revés a lo que os habían contado.

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