Imagen de una misa. FOTO: Iglesia en Valladolid Flickr
Imagen de una misa. FOTO: Iglesia en Valladolid Flickr

Una de las muchas características de la Iglesia Católica institucional, ya saben, esa de de que el Papa Francisco se queja "porque no huele a oveja" es que siempre va por detrás de los tiempos y no se enteran de que hay nuevas tecnologías. En estos días, en la red social Twitter era trending topic la petición de Queremos ir a misa. Las personas que lo hacían ignoraban, que ante la pandemia y la situación de que por responsabilidad hay que evitar los eventos en los que haya muchas personas, la misa se puede seguir a través de televisión, ya sea las emisoras públicas, que tienen un espacio dedicado a la misa y las privadas propiedad de la misma Iglesia como 13 TV. También pueden escuchar misa a través de la radio, entre ellas, también las emisoras propiedad de la Iglesia, como la COPE y en especial Radio María, que tiene información religiosa y política, cuesta distinguirla muchas veces, 24 horas al día. Aparte de la radio, tiene internet, donde muchos canales de Youtube o páginas de Facebook., retransmiten la misa a cualquier hora. Por último, en las plataformas digitales están canales católicos como Orbe21 o EWTN.

Vamos, que quien se quede sin escuchar misa es que muy poca voluntad ha puesto. También escuchando misa se puede comulgar espiritualmente. Protestan los ignorantes de su propio catecismo de que no es lo mismo. ¿Les van a decir ahora a los miles de enfermos de otras cosas anteriores a la pandemia que su comunión espiritual no valía? No quiero pensar que esa posición de exigir una misa sea para crear un nuevo frente contra el gobierno y utilizar la eucarístía como munición política.

Esta Iglesia heredera del juanpablismo (segundo, claro, porque el primero no tenía nada que ver) ha dejado a una generación dependiente que no sabe andar por sí sola. Sus pastores se dedicaron tanto al rebaño que olvidaron a las ovejas, cuando todos sabemos que el buen pastor es aquél que cuida su rebaño, pero que se lanza a buscar la oveja perdida si es preciso. Hoy hay miles de ovejas perdidas dentro de la Iglesia Católica, con una discapacidad total para hacer algo por si solos si no es con la presencia de un cura. No saben rezar por si mismos, necesitan de la imagen, de la música o del evento. No saben buscar a Dios en su interior. Ni saben compartir el pan en la mesa de su casa porque ignoran que cuando parten el pan y tienen presente a Jesucristo, el mismo Jesús se hace presente allí.

Me dan pena. Yo tuve suerte de ser de otra generación, educados por curas paridos por el Concilio Vaticano II, que son sus luces y sombras me enseñaron a encontrar a Jesús sin depender de nada ni de nadie. Yo fui de los que aprendí que la Verdad nos hará libres. Me da mucha pena de esta generación perdida, atada al templo, que no sabe andar ni un solo paso sin el andador del señor cura.

También desde aquí mi gratitud a los otros curas. A los que en silencio trabajan por sus ovejas. Como varios que hace poco murieron porque donaron sus respiradores de la UCI a personas más jóvenes. Qué mala suerte que la actuación de algunos obispos tapen informativamente hablando el testimonio de gente que verdaderamente sigue a Jesús.

¿Queremos ir a misa? Quédate en casa, que la misa te va a llegar a ti, si quieres.

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