Los máximos dirigentesl del independentismo catalán del 1O. FOTO: LEVANTE.
Los máximos dirigentesl del independentismo catalán del 1O. FOTO: LEVANTE.

Decía Pascal que el corazón tiene razones que la razón no entiende. La izquierda es más de usar la razón. De la reflexión y de aplicar una moral social a las cosas basadas en la igualdad, el respeto… Por eso, el sentido común hace llevar a preferir el diálogo como método para solucionar los problemas como es el caso que se está viviendo con los independentistas catalanes.

La derecha es más de moverse por el corazón, por instintos, por pasiones, dejando a un lado la reflexión y el sosiego, terminando todo con un golpe de su autoridad.

La razón por tanto nos dice que el Presidente del Gobierno hace bien con hablar con los partidos independentistas.

Pero ¿realmente estos partidos independentistas merecen este esfuerzo del Gobierno si dar nada a cambio? Están demostrando ser unos egoístas, no tener empatía ninguna con España, mucho más grave en ERC que se hacen llamar de izquierdas. ¿Qué piensan cuando cantan la internacional? Me pregunto si la cantan…

El independentismo no se lo merece. Prefieren echar abajo un presupuesto social antes que renunciar a sus posturas egoístas.

La izquierda no debe caer más en la trampa y debe romper lazos con quienes no los benefician en nada. Al revés, sólo les perjudica.

Es también actuar con el corazón. Ya está bien de aguantar la arrogancia separatista.

También es hora de que la izquierda piense en modo marketing electoral. Queremos una izquierda transformadora de la sociedad y no una izquierda utópica que sólo sirve para mantener una casta política acomodada que sólo sirve para estar en la oposición.

La izquierda, por las conversaciones con el separatismo catalán, va a perder todas las elecciones que vienen, las generales y las municipales porque la gente vota en clave nacional. Por el acercamiento a estos independentistas insaciables y egoístas, muchos colectivos vamos a perder derechos que la derecha va a quitar. Mujeres, pensionistas, parados, trabajadores en general, clase media, colectivos LGTBI, enfermos, personas mayores, estudiantes, trabajadores públicos, inmigrantes, etc… Vamos a sufrir un gobierno de extrema derecha por haber intentado dialogar con quien plantea cuestiones egoístas sin importarle el bien común de España.

¡Izquierda, espabila! El nacionalismo nunca es amigo. Sólo piensan en sí mismo. Que es legítimo, pero incompatible con lo que es ser izquierda y no trae ningún beneficio. Al revés, beneficia a la derecha que también es nacionalista y excluyente, y exactamente lo mismo de intolerantes que los independentistas catalanes solo que con banderas distintas y mira por dónde, con los mismos colores.

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