Según el diccionario de la Real Academia Española, el feminismo es un principio de igualdad de derechos de la mujer y el hombre. En cambio, el hembrismo es una actitud que se construye en torno a una idea de superioridad de la mujer sobre el hombre en todos sus aspectos. El pasado sábado se celebró la final del Benidorm Fest en la que Chanel Terrero se impuso a Tanxugueiras y a Rigoberta Bandini. Sin embargo, el resultado sigue trayendo mucha cola casi una semana después, sufriendo la vencedora un acoso inmerecido e inhumano.
Si me permiten, tengo que ser sincero en el debate de los gustos. Como propuesta musical y puesta en escena de conjunto, Chanel Terrero me parece la mejor opción para España. La canción es una mezcla de coreografía perfecta, baile sincronizado y una sensualidad amable. Obviamente, también tiene una cosa que no me termina de gustar, y esa no es otra que la letra, que intercala el inglés y el castellano con pasajes del reguetón más imitado, siguiendo al Sumo Pontífice Don Omar.
Ahora, también me voy a mojar sobre las dos favoritas del público. Es cierto que Tanxugueiras representaba un concepto distinto, pero su espíritu y la actitud de las integrantes del grupo dejan mucho que desear. Sólo hay que fijarse en un detalle: en la letra de la canción se mencionan palabras en euskera, catalán y asturiano, por lo que evidencian que el destino de Galicia depende del resto de España. Eurovisión no es el momento para enarbolar un sentimiento nacionalista.
¿Y Rigoberta? Como factor positivo, era la gran favorita en las quinielas. Pero, su afán supremacista y su previsible actuación, todo un pregón a las mamás y las mamas de la mujer, hacían inviable que su actuación pudiera optar a puestos de privilegio en Eurovisión 2022. La intención es muy loable, pero la performance fue de muy mal gusto.
¿Qué ha ocurrido en los días posteriores? Las acusaciones de tongo, amaño y favoritismo han ocupado los espacios de la prensa, crónica política y redes sociales. Algunos usuarios han tratado a Chanel como si fuera un trapo: “Eres una enchufada, cubana tenía que ser, cateta…..” Y lo más gracioso se ha producido en el Congreso de los Diputados: los grupos políticos, que deberían estar más preocupados por la escalada en el precio del petróleo, la inflación o la reforma laboral, han dedicado buena parte de su valioso tiempo a realizar preguntas y comparecencias para poner en entredicho a RTVE. Ver para creer.
En definitiva, Chanel contó con un mayor número de apoyos en conjunto, teniendo en cuenta las reglas del concurso. Por lo tanto, la corriente feminista actual no debería entretenerse en descalificativos hembristas y, en todo caso, solicitar la depuración de responsabilidades oportunas ante las instancias correspondientes. Sin duda, España es un país especial para muchas cosas, como priorizar la organización del Festival de Eurovisión frente a la precariedad laboral y económica. Espero que Chanel no tenga que recoger más piedras del propio tejado y las cuestiones esenciales se impongan sobre las accesorias. No hay más preguntas señoría.
No hay más preguntas señoría
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