Es curioso, pero en esta fecha confluyen muchos capítulos históricos no solo a nivel nacional sino internacional.
El catorce de abril puede ser una fecha que despierte nostalgia en unos y escalofríos en otros. Es curioso, pero en esta fecha confluyen muchos capítulos históricos no solo a nivel nacional sino internacional, porque el mismo día que se proclamaba la Segunda República en España, pero diecinueve años antes, el Titanic chocaba contra un iceberg y se hundía horas más tarde en mitad del Atlántico norte.
Voy más allá. Cuarenta y siete años antes del desastre del “insumergible” Titanic, tal día como hoy, John Wilkes Booth disparaba a Abraham Lincoln mientras éste presenciaba una obra de teatro junto a su esposa. Lincoln moría un día más tarde.
¿Son casualidades, o existen fechas a las que debamos acercarnos con la cautela que da la experiencia de saber que tienen magnetismo hacia los acontecimientos que marcan la historia? Supongo que se trata tan solo de lo primero; de aclarar lo segundo ya se encargará Iker Jiménez un domingo de estos por la noche.
El caso es que, en días como hoy, en los que precisamente esos acontecimientos históricos deberían invitarnos a reflexionar sobre lo divino y lo humano, en pleno 2016 no provocan mas que desasosiego por la época histérica (que no histórica) que nos ha tocado vivir, en la que hemos cambiado las concentraciones en la Puerta del Sol de los indignados por manifestaciones de apoyo a los finalistas de Gran Hermano Vip. Una en la que se filtran los papeles de Panamá donde aparecen pringados de mierda ciento y la madre, todos atados de un hilo del que no se deja de tirar sin que nos llevemos una nueva sorpresa diaria.
Una época en la que los políticos hacen huelga de brazos caídos, y durante meses desgobiernan una nación que necesita medidas urgentes en varios terrenos: sociales, laborales, económicos… eso sí, cobrando religiosamente sus sueldos, que estamos en Feria y que no les falte de ná, que no, que no…
Una época en la que ya se nos advierte que vendrán nuevos recortes porque lo dice la Merkel y punto. Una época en la que se nos vende que España se nos va al carajo por culpa de los independentistas que quieren fracturar la nación. Sin embrago, los españolísimos que han saltado la banca llevándoselo calentito en forma de millones de euros… esos no fracturan nada, hombre. Esos quieren a España más que nadie.
Que tenemos lo que nos merecemos es una obviedad. Que votaremos a los mismos cuatreros en junio si hay elecciones, es evidente.
Por eso no me extraña que haya cientos de personas sin nada mejor que hacer que plantarse donde el oso y el madroño pancarta en mano, pidiendo que gane GH Carlos Lozano. Y ya puestos que se presente a la Presidencia del Gobierno Belén Esteban o Aramís Fuster.
Si nos van a desgobernar… al menos que nos riamos un poco, ¿no les parece?
País…
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