Atontado todavía por el mazazo de la victoria de Trump en las elecciones americanas, los cimientos de algunas de mis convicciones más profundas se tambalean, casi tanto como el gobierno de Mamen Sánchez en Jerez.
Atontado todavía por el mazazo de la victoria de Trump en las elecciones americanas, los cimientos de algunas de mis convicciones más profundas se tambalean, casi tanto como el gobierno de Mamen Sánchez en Jerez. Bueno, no tanto.
Yo, que siempre me creí un demócrata de toda la vida y ando ahora repensándome ideas que ya tenía tatuadas en mis neuronas a fuego, creándome dudas trascendentales y universales tales como ¿cerveza o café?, ¿de dónde venimos?, ¿cuál es el verdadero Xerez Club Deportivo?... Quizás menos profundas, menos trascendentales, pero sin duda también muy importantes.
Una de ellas es esa de que el pueblo siempre tiene razón. Cuesta trabajo creérsela a pie juntillas viendo en los bancos de las instituciones a los que las han saqueado o cómo nuestro Ayuntamiento lo han endeudado y paralizado temerariamente arruinando nuestro futuro. Pero, aunque muy, muy perfeccionable, no tenemos otro sistema mejor, es el menos malo de los sistemas políticos, ¡¡¡qué remedio!!! O eso, o el kalashnikov y Guantánamo, y va a ser que esto otro no.
Detrás de esa creencia más moderna que se denomina 'inteligencia colectiva'... ¿No me digas que no te quedas un poco estupefacto, apamplao, acarojatado, después de ver el desarrollo del Comité Federal del PSOE o de su grupo parlamentario? Ni mil palabras más.
Otra paradoja es ese eslogan de que “somos el 99%”. Bueno, si no fuera porque en las elecciones, aun agrupando votos de muchos retales, más rojos, rojillos, morados o rosas, no llegamos al 50%... Bueno, si hacemos un malabarismo o un truquillo matemático sí. Pero en las lucecitas del tablero electrónico del Congreso de los Diputados, los votos blancos, nulos o la abstención no se encienden y en los plenos del Ayuntamiento no levantan la mano. O sea, que no sirven para nada. Y viendo cómo se va moviendo la cosa, ¡Virgencita déjanos como estamos!
Pero por último y más jodido, aquello de que la democracia no podía ser nada más que votar cada cuatro años. Jo… todo el mundo de acuerdo, bueno, todos los que lo entendían. Y eso ¿qué era? ¿Un eslogan?, ¿Como lo de Red Bull, que te da alas? Resulta que cuando hay que ejercer esa otra democracia no aparece nadie, bueno miento, aparecen los de siempre, treinta o cuarenta, no más.
¿Y los demás? Pues nos arrellanamos en nuestros sofás y nos desfogamos en las barras de los bares o en los vomitorios de Facebook mientras compartimos fotos trucadas, frases de hombres célebres o consejos para vivir felices y relajados. Ah, y los gatitos, ah, y lo de contarle a la gente dónde hemos bebido un mosto regulero y comido un ajo más plano y aburrido ya que las hamburguesas del MacDonald's… Eso sí, más revolucionarios que el mismísimo Che o el deslenguado Durruti...
¿Y los demás, además de esos? ¿Aquellos que se entiende que tienen una mayor conciencia política o social, o los que por sus puestos son más influyentes y deberían ser más sensibles a los problemas que realmente nos están machacando como sociedad y como pueblo? Pues viéndolas venir, sentadidos en su poltrona, y sin menearla mucho no vaya a ser que se nos rompa… ¿Se moverán algún día?
PD. 1: Acertamos los agoreros que decíamos que los ITI iban de cagada: “2,9 millones a través de la Iniciativa Territorial Integrada (ITI), que en el horizonte de 2020 tiene previsto ejecutar en Jerez 54,9 millones de euros” o sea un buen trozo de caca… (decían 20 millones para este año y nos corresponden 200 según nuestra población).
PD. 2: Leo lo de presentar el presupuesto con una moción de confianza a la alcaldesa y le veo color a eso de hacer una versión jerezana de House of cards: sería Casa de cartas o así, y yo me pido el papel de Santiago Galván… Tiembla Kevin Spacey.


