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El sistema planetario del centro histórico, que se encuentra en el interior de la galaxia Jerez, presenta grandísimas diferencias respecto a nuestro sistema solar.

El sistema planetario del centro histórico, que se encuentra en el interior de la galaxia Jerez, presenta grandísimas diferencias respecto a nuestro sistema solar. De éstas, tres destacan por encima de las demás, a saber: todos los planetas del sistema son habitables, ya que son las distintas entidades y asociaciones que tienen su sede en el propio sistema. La segunda y la tercera diferencia están íntimamente relacionadas, ya que la segunda es el ataque que desde la galaxia se ha perpetrado contra el sistema en sí. Como si nuestra Vía Láctea dirigiese los cometas y los cuerpos que orbitan en la Nube de Oort contra nuestro Sol de manera premeditada, la galaxia del centro histórico, el Ayuntamiento, ha dirigido durante décadas sus asteroides hacia nuestra estrella, alrededor de la cual orbitamos todos los planetas que formamos parte de este sistema tan especial, lo que ha provocado que los antiguos habitantes del mismo en su día se embarcasen en un viaje intergaláctico en busca de sistemas que presentasen condiciones de vida mucho más apropiadas.

La tercera diferencia afecta a la estrella en sí: al contrario que ocurre en el sistema solar, nuestro Sol no tiene la capacidad de calentar y atraer a los planetas que giran entorno suyo, si no que son los propios planetas los que deben ceder un poco de calor y magnetismo a nuestra estrella para que algún día pueda presentar el brillo y la fuerza que tuvo antaño. Y esa estrella no es otra que el objetivo, la finalidad que consiste, y transcribo, en “llegar a tener un centro histórico generador de riqueza, trabajo y condiciones de vida óptimas”.

En esta semana se ha producido un fenómeno que los físicos actuales no dudarían en calificar como astronómico: cuatro de los grandes planetas del sistema centro histórico (Bodegas Fundador, hermandad del Desconsuelo, Peña La Buena Gente y asociación de vecinos del centro histórico) se han alineado para precisamente eso, insuflar calor y fuerza a nuestra estrella, poniendo en común todo lo que les une y canalizando toda su energía positiva hacia el objetivo que, al fin, ha calado en todos. La alineación se produjo a las 1:08 p.m., según el observatorio astronómico de San Mateo. El motivo de tal situación fue la presentación de la XI edición del certamen de pintura al aire libre, que anticipa otra alineación interplanetaria de proporciones épicas para el próximo día 16 de octubre.

Tanto las bodegas como la hermandad se pueden comparar con los grandes planetas gaseosos de nuestro sistema solar, Júpiter y Saturno, los que generan mayor atracción y mueven un gran presupuesto. La asociación de vecinos y la peña se asemejan más a La Tierra y a Marte, de los cercanos a la estrella, pequeños, pero con gran estabilidad y un núcleo de hierro fundido que les reviste de un escudo protector ante los ataques exteriores, una magnetosfera compuesta a partes iguales de compromiso y determinación. Evidentemente hay planetas, grandes y pequeños, y satélites que se tienen que sumar, por inercia o atracción directa, a esta unión que redundará en beneficio de toda la galaxia. Hablamos, por ejemplo, de nuestros Neptuno y Urano particulares, como son las Bodegas Tradición y la hermandad de las Tres Caídas, grandes planetas gaseosos cuya integración total en el sistema aceleraría el proceso de revitalización de nuestra estrella común. Y, por supuesto, es importantísima la participación de, alienígenas o no, los pobladores de todos los sistemas que componen la galaxia Jerez.

La alineación planetaria del día 26 de septiembre ha supuesto para nuestra estrella que recupere algo de brillo y que vaya generando calor poco a poco y por sí misma. Pero aún es débil, es como el tenue titileo de una estrella que no llama la atención del que observa el cielo a simple vista y contempla miles de millones de cuerpos celestes. Sin embargo debemos tener claro que ese débil fulgor es el anticipo del brillo más espectacular, de una acumulación de energía tal que, con el tiempo y ayuda de todos, proporcionará calor y dominará toda la galaxia Jerez, como debe ser y nunca debió dejar de serlo. Saludos interestelares, paisano.

Artículo enviado por la asociación de vecinos del centro histórico.

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