Manifestación por la independencia de Puerto Rico.
Manifestación por la independencia de Puerto Rico.

La ONU tiene reconocida a Puerto Rico como colonia, sin embargo Estados Unidos pretende integrarla, convertirla en un nuevo Estado con lo cual alejaría “el peligro” de que la isla se independizara. ¿Qué “peligro”? ¿Por qué es un peligro para los USA que Puerto Rico recobrara su independencia? Estados Unidos, país rico, con variedad y cantidad de recursos propios, poco necesita para su prosperidad a esa pequeña isla del Caribe, que ni siquiera aporta una extensión considerable del territorio. La causa de la obsesión por conservarla no puede estar más que en la ambición, en el prurito de conservación y aumento del poder, en poseer más territorios, en la avidez por ejecutar su poder en el mayor espacio de tierra posible.

Hay otras colonias, reconocidas por la Organización de Naciones Unidas unas, todavía no reconocidas otras, que sí aportan riqueza, prestigio y buen porcentaje del territorio a la metrópoli, por lo que, naturalmente la metrópoli se defiende con uñas y dientes para impedir la secesión. A esto debe unirse la escasa conciencia de pueblo de que disfrutan muchos de esos territorios, considerados naciones sin estado. Así, por ejemplo, los referéndum escoceses para su separación de Inglaterra no acaban de cuajar, hay movimientos independentistas en zonas de Italia, en el Rosellón, en Baviera, pero carecen de la fuerza y representatividad suficiente para superar un referéndum de autodeterminación y tienen que admitir, por ahora, seguir formando parte de Italia, Francia o Alemania.

Lo mismo ocurre en varias comunidades del Estado español, más de las dos más conocidas. Porque una cosa es la posesión de un Derecho y otra la consciencia de la existencia de ese Derecho. Se puede tener derecho a algo, lo que sea, una herencia, por ejemplo y desconocerlo, por lo cual no se reclama. Pero el desconocimiento de ese derecho no lo disminuye. El beneficiario puede enterarse, recuperar la consciencia y continuará estando en condición legal de reclamar ese derecho. Por lo tanto, la argucia de los políticos, al oponerse al derecho a la autodeterminación o a la autonomía a determinados territorios “porque no lo reclaman” no deja de ser una componenda negar el derecho.

Esos políticos deberían saber que Andalucía no se unió voluntariamente a Castilla-León. Fue conquistada por la fuerza. Pero tampoco se rindió ni se sumó al reino castellano-leonés. Las ciudades andaluzas cedieron por capitulaciones, es decir, con condiciones, con la conservación de sus derechos. No se unían: aceptaban como nuevo rey al de la potencia conquistadora. El monarca era rey de varios reinos, simplemente. Él como rey medieval, podía otorgar a una ciudad un fuero similar al de otra, pero eso no las hacía formar parte del mismo reino. Es más: en lo referente al fuero de Toledo concedido a algunas ciudades andaluzas, hay que tener en cuenta que Toledo también es una ciudad conquistada. Que puedan estar de acuerdo o no, es otra cosa. Forma parte de la consciencia a la que nos hemos referido más atrás. Andalucía cede por capitulación, Canarias por agotamiento, por pérdida de la mayor parte de su población autóctona, en ambos casos agobiadas por un ejército superior en efectivos humanos y materiales y una mayor preparación guerrera.

Si se aplicara estos criterios y alguien reclamara formalmente la independencia de estas comunidades, la ONU se vería obligada a reconocer la condición colonial de ambas. El Sur, todo y las islas, fueron conquistados, sin más razón que el ansia de conquista, de poseer más riqueza y más territorio para repartirlo entre la nobleza y las órdenes religioso-militares participantes en la conquista. La admisión de la persona de los reyes conquistadores, no presupone en absoluto cesión de soberanía, figura ausente en todas las capitulaciones. Ni Andalucía, ni Canarias, ni el reino de Badajoz, ni el de Murcia ni el de Toledo cedieron su soberanía a un rey extranjero que llegaba con sus huestes, prendía fuego a sus campos y atacaba sus ciudades.

Estos lugares son territorio conquistado. Y recuérdese: los delitos contra los pueblos no prescriben.

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