La abuela de este cronista tenía una frase muy chula que era “a la iglesia no voy, que estoy cojo; a la taberna sí, poquito a poco”. Me ha venido a la cabeza tras el liberal reparto de bonos-descuento con el que nos han obsequiado casi a la vez Horeca y la Diputación de Cádiz (este último abierto al comercio en general, pero se trata de una campaña a la que solo en Jerez se han adherido casi cuarenta bares y restaurantes) para que la gente obtenga importantes descuentos a la hora de libar y yantar. Tal vez se ha echado en falta algo más de participación hotelera para unir a los dos verbos anteriores el de ‘folgar’, pero la vida tiene estas cosas, no es perfecta.
Colas físicas en lo de Horeca y colas virtuales en lo de la Diputación –me dice alguien que al final ha obtenido estos bonos, que presenta un serio desgaste en su dedo índice de clicar hasta que consiguió el objetivo, que aquello parecía que fuera para ir a ver a los Rolling Stones– avalan el éxito de estas iniciativas que surgieron para aliviar el mes de noviembre, que tiene fama de ser de los peores del año para la hostelería, emparedado entre el fin de la temporada veraniega y el arranque de la Navidad y las zambombas, en el caso de Jerez. El comercio en general también se mueve entre la marcha de los turistas y las Navidades y puede ser un buen momento, bono en mano, para adelantar Reyes.
Durante los próximos días, el bono será una nueva forma de pago en la provincia en los establecimientos adheridos, una más para bono-clientes.
Solo cabe desear lo mejor a los afortunados de los bonos-descuento de una y otra campaña y quitarse el sombrero ante los ‘nivel dios’ que hayan obtenido bonos de los dos campañas: está claro que nadie se mueve como ellos en el mundo real y en el digital, les da igual el medio.
Ah, a modo de despedida, otra frase de mi abuela cuando te veía de mozalbete ir varias veces a la nevera a beber agua fría: “nochecita de vino, mañanita de agua”. Si acerca del dicho de la taberna y la iglesia es interpretable si habla de lo relativo al esfuerzo en función de cómo resulta de apetecible, este último puede parecer a primera vista más empírico, más de salir salir, pero qué va, perfectamente puede que hable también de que todo acto tiene consecuencias. Pero ya hablaremos otro día de la política actual y la amnistía, amigas y amigos, que me he quedado sin sitio…
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