Jerez, la ciudad que sueña con autobuses

Lo normal, que no es otra cosa que tener un servicio digno de transporte urbano, de repente se ve convertido en un sueño... Soñemos pues, todos juntos, que se arreglan las cuentas del Ayuntamiento, quién sabe

19 de noviembre de 2025 a las 12:20h
Usuarios entrando a uno de los nuevos autobuses de Jerez.
Usuarios entrando a uno de los nuevos autobuses de Jerez. MANU GARCÍA

La gente suele tener sueños extraños, en los que suceden cosas que no acaban de tener, al menos en apariencia, mucho sentido o lógica, como le queramos llamar. En realidad, hay muchas cosas que suele decirse que se sueña con ellas pero que realmente no es así. ¿Quién ha soñado, de verdad de verdad, con ser millonario o con que le toca la lotería o una quiniela (qué antiguo)? Personalmente este cronista no, o no lo recuerda, que viene a ser lo mismo, y por eso da por hecho que no pasa de ser una frase hecha.

Ahora se dice mucho que los jóvenes sueñan con tener una vivienda... ¿Eso es así?, Es decir, ¿mientras están 'técnicamente' dormidos, sueñan con tener una casa o es también una manera de hablar, en contraposición a la evidente pesadilla que supone padecer ese problema? Sea como sea, al poder lo del problema de la vivienda le da bastante igual, no hay más que ver cómo en los informativos y debates afines se habla del tema: son cosas que, simplemente, pasan y si no tienen solución para qué andar dándole al magín... 

¿Pero se puede decir (en sentido figurado, claro) que cuando algo, un problema, deja de ser una pesadilla se convierte en un sueño? El otro día, durante la presentación definitiva de los autobuses que acaban de entrar en servicio por parte de la alcaldesa Pelayo, el presidente del comité de empresa calificó como "sueño" la renovación de la flota de transporte público. Es curioso, en este mundo en el que nos movemos, cómo un trabajador, un ciudadano corriente al fin y al cabo, compra el lenguaje de los políticos y califica de "sueño" algo que no es otra cosa que la vuelta a unas condiciones laborales dignas, a lo que debería ser pura –e incluso aburrida— normalidad.

Pues nada, sumémonos todos al "sueño". La próxima vez que coja un bus —sobre todo si es de los nuevos, no de los 'gallegos'– será cosa de tararear In dreams, de Roy Orbison, o Dreaming, de Blondie... o las dos, mejor pensado por qué elegir... Y ya puestos, por qué no soñar —van a hacer falta los 215.000 jerezanos a la vez— que se arreglan las cuentas del Ayuntamiento, si total, ya saben, los sueños, sueños son...

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