Bandera roja a media asta

Sebastián Chilla.

Jerez, 1992. Graduado en Historia por la Universidad de Sevilla. Máster de Profesorado en la Universidad de Granada. Periodista. Cuento historias y junto letras en lavozdelsur.es desde 2015. 

El Coro del Ejército Rojo, agrupación creada en 1928, es una auténtica referencia no sólo musical sino cultural, un símbolo de la Unión Soviética.

Siria, su destino; animar a los militares rusos allí desplegados de cara a la celebración del año nuevo, su objetivo. El Coro del Ejército Rojo, agrupación creada en 1928, es una auténtica referencia no sólo musical sino cultural, un símbolo de la Unión Soviética que permanece integrado en los actos institucionales de la actual República Federal de Rusia, sirviendo de coro oficial a su ejército. Ayer, día de Navidad, un avión militar ruso con casi un centenar de personas, se cayó en el Mar Negro. 68 de sus integrantes eran miembros del Ensamble Aleksándrov.

Las cosas de la vida, como se suele decir. Estas últimas semanas —voy cambiando de repertorio— he escuchado frecuentemente The Red Army Choir. Como aficionado a la música tradicional, la música folclórica y la música clásica, es un auténtico deleite para los sentidos. Sus composiciones musicales rescatan canciones folclóricas eslavas y rusas —Kalinka o el Canto de los remeros del Volga—, de otros países —versionan desde el canto partisano del Bella Ciao hasta una jota— así como canciones soviéticas —Adelante o El Ejército Rojo es el más fuerte— con un singular reconocimiento internacional, fundamentalmente en ambientes artísticos, si bien su existencia también es recurrente entre círculos políticos vinculados al marxismo. Hoy parte de la composición de esta magnífica institución municipal ha fallecido, quitando de golpe y porrazo, así, sin más, a más de un tercio de sus integrantes.

Acostumbrados a desplazamientos en zonas de conflicto —Yugoslavia, Chechenia, Afganistán—, el viaje a Siria que realizaban para este final de año no resulta nada extraño. Una vez descartada la posibilidad de atentado terrorista y encontrados los restos a varios metros de profundidad en el Mar Negro, los aficionados al Coro del Ejército Rojo nos preguntamos las consecuencias de este desastre para la agrupación musical. Entre los fallecidos se encontraba su director, Valery Khalilov, y sus más distinguidas figuras. Una dura pérdida para Rusia y la música internacional. Hoy, para representar este desánimo y luto sólo puedo imaginar una bandera roja a media asta. Descansen en paz.

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