Debemos entender que haya personas a las que no les guste el Carnaval, a las que no les hagan gracia las bromas que se escuchan en el COAC y menos aún si son protagonistas.
En el humor no todo vale. Por tanto en el COAC no todo vale. El humor tiene múltiples vertientes. Algunos se sienten identificados con unas, otros con otras. Incluso hay quien rechaza el humor. Por eso debemos entender que haya personas a las que no les guste el Carnaval, a las que no les hagan gracia las bromas que se escuchan en el COAC y menos aún si son protagonistas. Y además de entenderlo, hay que respetarlo. Es ahí donde radica el problema. La medida que tomaron los abogados de Andrea Janeiro al advertir a la chirigota que no mencionase más a la joven fue desmesurada. Si no hubiesen sacado el tema a relucir, la broma (de mal gusto) que la chirigota Una corrida en tu cara hizo sobre el físico de la hija de Jesulín de Ubrique y Belén Esteban no habría tenido trascendencia. Pero ya que lo han hecho hay que reconocer que pese a lo excesivo, llevan razón.
Señalo lo de mal gusto por dos cosas. La primera, porque no hay ninguna necesidad de dedicarle una letra a una persona que nunca ha comercializado con su vida y ha solicitado permanecer a un margen de lo que hagan sus padres públicamente. La segunda, porque aunque provoque risas, meterse con el físico de alguien sin saber la reacción que puede provocar en esa persona es totalmente innecesario. Y lejos de entenderlo y respetarlo van los chirigoteros de turno y en su regreso al Falla vuelven a hurgar en la herida. Después de saber que la joven no quiere formar parte de este espectáculo y que no se ha tomado con humor la letra, han vuelto a dedicarle unas palabras ironizando sobre la actuación de los abogados y de nuevo, sobre su físico. Una actitud repulsiva.
En este caso se trata de una persona que aunque sea conocida se mantiene al margen de la vida pública. Pero cuando se trata de personajes reconocidos bien por su trabajo o bien por vender su vida, también se podría tener en cuenta si les importa o no que se hagan bromas sobre su vida o su aspecto o si les gusta que les imiten. Seguro que a muchos, siempre que se haga desde el respeto, no les importa. Pues que sean ellos los protagonistas y queden a un lado lo que no quieren formar parte de letras y parodias, tanto en el Carnaval de Cádiz como en otras situaciones.
En Cádiz abunda esa filosofía de que en Carnaval todo vale, de que la fiesta gaditana está por encima de todo, de que en las tablas del Falla las agrupaciones pueden hablar de quien sea, en ocasiones incluso faltando el respeto, y de que hay que levantarse para aplaudir estas faltas porque quien rechaza esas letras hiere el orgullo gaditano. Con la excusa del humor es más divertido atacar a quienes de otra manera no tendría sentido mencionar. No es cuestión de censurar. Es cuestión de respetar.
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