Estaría mejor y redondearía la idea que pudieran realizarse dos veces al año.
Me parece una buena idea la iniciativa que está llevando a cabo el gobierno municipal de realizar asambleas ciudadanas para escuchar de primera cuáles son sus reivindicaciones. Jerez se ha dividido en seis áreas seis, como se anunciaban antiguamente los toros, en las que la alcaldesa y sus concejales conocen de primera mano y sin filtros cuáles son las reivindicaciones de los vecinos en dicha asambleas. Y esas reivindicaciones, como era de prever, acaban siendo pequeñas obras: una mejor señalización de un paso de cebra, la mejora de un acerado o una calzada, la solicitud de un semáforo, un parque… los vecinos acaban pidiendo mejoras de cosas que tienen a mano, no suelen referirse a ‘superestructuras’ en estas citas.
Hacen bien los gobernantes en sacar el lápiz y un folio (aunque haya sido utilizado por la otra carilla, como es habitual en el Ayuntamiento desde hace años) en este mundo tecnológico y apuntar sobre la marcha las peticiones que les trasladan los vecinos, otra cosa es lo que finalmente vaya a ocurrir con esas propuestas, si se ejecutan o no y cuándo. Hay que tener en cuenta que estas asambleas se están celebrando a caballo entre septiembre y octubre, cuando antes hubiera sido probablemente lo más óptimo, ya que hay que recordar que el gobierno municipal tiene perfilados desde hace varias semanas los próximos presupuestos. Está bien que se realicen estas asambleas, pero estaría mejor y redondearía la idea que pudieran realizarse dos veces al año, una primera ronda para recibir las propuestas (allá por mayo o junio) y otra (ahora en otoño) para explicar, si se recogen, en qué partida presupuestaria concreta van esas propuestas, y si no, pues explicar cuáles son los motivos, defender las prioridades y emplazar a los ciudadanos a próximas citas, pero siempre con tiempo. Ahí queda…
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