Aniversario del Conflicto Armado en Yemen

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Periodista, licenciado en Comunicación por la Universidad de Sevilla, experto en Urbanismo en el Instituto de Práctica Empresarial (IPE). Desde 2014 soy socio fundador y director de lavozdelsur.es. Antes en Grupo Joly. Soy miembro de número de la Cátedra de Flamencología; hice la dramaturgia del espectáculo 'Soníos negros', de la Cía. María del Mar Moreno; colaboro en Guía Repsol; y coordino la comunicación de la Asociación de Festivales Flamencos. Primer premio de la XXIV edición del 'Premio de Periodismo Luis Portero', que organiza la Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía. Accésit del Premio de Periodismo Social Antonio Ortega. Socio de la Asociación de la Prensa de Cádiz (APC) y de la Federación Española de Periodistas (FAPE).

Un padre con sus hijos en Yemen.
Un padre con sus hijos en Yemen.

¿Qué tenemos que ver los europeos en un conflicto que cumple su primer aniversario de guerra declarada?

¿Qué tenemos que ver los europeos en un conflicto que cumple su primer aniversario de guerra declarada?

Empecemos por recordar su historia, el conflicto de Yemen y Medio Oriente, se remonta a diferencias religiosas y étnicas, con cada bando defendiendo sus intereses. El profeta Mahoma, máximo líder de la religión musulmana, proclamó a su yerno Ali como su sucesor espiritual y político, con lo que después comenzó una disputa que dividiría a chiitas y suníes.

Los chiitas creen que el sucesor debe ser descendiente directo de Mahoma y los sunitas creen en una persona justa que no necesariamente debe ser del linaje descendiente de su líder.

La población yemeni ve cómo aumenta la violencia día a día desde aquel 25 de marzo del 2015 en que estalló el conflicto armado después de que el presidente Hadi, solicitase la intervención militar de los estados árabes y del golfo pérsico, dirigidos principalmente por Arabia Saudí, de mayoría sunita, y después de que este lanzara ataques aéreos contra el grupo armado en Sana y Sarda, donde los rebeldes chiitas son aliados de Irán, rival de los saudíes.

Y así, tiempo después, vislumbramos un negocio repugnante, el de las armas, en el que las personas son solo unos puntos en el mapa. La coalición de Arabia Saudí, Egipto, Kuwait, Jordania, Sudán, Qatar y Marruecos, y de forma no oficial Estados Unidos y Reino Unido, han facilitado importantes apoyos logísticos y de inteligencia; y todo sin verificar los crímenes de guerra que se están cometiendo contra los civiles, contra viviendas, instalaciones médicas, zonas pobladas. Armas explosivas letales, prohibidas por el derecho internacional son lanzadas sin miramientos, y a menudo, quedan sin explotar por lo que el riesgo es mayor,  porque pueden ser pisadas involuntariamente o levantadas, inconscientes del peligro.

Cuatro de cada cinco yemeníes actualmente dependen de la ayuda humanitaria para sobrevivir, no hay acceso a los servicios esenciales como el agua potable y la electricidad, los alimentos se han encarecido como es costumbre en las guerras civiles. Puede que esto no te diga nada, pero imagina una mañana de obras en tu comunidad, por lo que te levantas sin agua cayendo de tu grifo… ¿cómo cambia ese hecho tu día? Ridícula la comparación, la verdad.

No seamos hipócritas europeos, no podemos defender los derechos humanos, cuando España autorizó el suministro de municiones y bombas a Arabia Saudí por 24,2 millones de euros en el primer semestre de 2015, coincidiendo con el inicio de su intervención militar en la guerra civil de Yemen, que ha costado la vida a más de 6.000 personas. Pero estos pedidos conceden a los saudíes el titulo de clientes privilegiados, que se mantendrá con toda seguridad en los siguientes años. Aun más porque ahora, han hecho un pedido a Navantia de aproximadamente 2.000 millones de euros. Amnistía Internacional, ha enviado una carta a la dirección de Navantia y al presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, en la que advierte de que las corbetas podrían utilizarse para el bloqueo de los puertos en Yemen, lo que supondría una “violación grave del derecho internacional humanitario”. Pero todo esto, señores, es otra historia. ¿Ahora entendéis un poco más qué tenemos que ver los europeos y nuestros gobiernos con respecto a una guerra que mata niños, mujeres, civiles inocentes y descuartiza miembros de un lado a otro?... Una pena, ¿no?... Sí, una pena señores.

Tania Paiva es miembro de Amnistía Internacional Andalucía.

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