Alejandro González, presidente de la asociación de vecinos del centro histórico, en una imagen de archivo. FOTO: MANU GARCÍA
Alejandro González, presidente de la asociación de vecinos del centro histórico, en una imagen de archivo. FOTO: MANU GARCÍA

Por encima de la ética periodística está la humana. Y cuando se persigue hundir a quien consideras tu competencia, aunque sea algo que consigue el que puede y no el que quiere, hay que tener en cuenta que se está jugando con la profesionalidad de los de abajo, del eslabón por lógica más débil de la cadena de una lucha de poder que no beneficia a nadie y que nos perjudica a todos, incluyendo a los que no tenemos nada que ver con el tema. Por ello, y en relación a las informaciones difundidas ayer sobre subvenciones a medios de comunicación que iban directamente dirigidas a hacer daño como fuese a lavozdelsur.es, ni quiero ni debo dejar pasar la oportunidad que este mismo medio me brinda cada semana para mostrar mi reconocimiento a unos profesionales excelentes que siempre, independientemente de la línea editorial que tenga el medio o de las publicaciones más o menos propagandísticas que se les pueda obligar a realizar, ofrecen una visión de realidad fiel y certera, aunque ello conlleve enfrentarse a los principios que esa misma línea editorial les pueda imponer.

Y como considero que mi caso es ilustrativo de esto que opino, lo mejor será que cuente de una forma breve mi historia con este medio, porque es en las duras cuando uno tiene que apoyar a quienes les han permitido ocupar parte de su espacio digital durante dos años ya. Como todos sabéis, y no me gusta en absoluto referirme a mí en estos términos, presido la asociación de vecinos del centro histórico y la Federación Andaluza de asociaciones de vecinos de centros históricos. Hasta el verano de 2016, mis aportaciones escritas las venía realizando (y lo sigo haciendo) exclusivamente en la página de Facebook Salvemos el centro histórico de Jerez, que imagino que muchos de vosotros también conocéis.

No estamos hablando de algo que se crease con el actual gobierno municipal: hace seis años de eso, con lo cual el lapso temporal se reparte a partes iguales entre los dos últimos gobiernos. La finalidad de esa página y de la asociación en sí siempre ha sido y es la búsqueda de crear conciencia sobre el estado en el que se encuentra el centro histórico de Jerez a todos los niveles y conseguir que fuera un asunto importante en la ciudad y que desde la esfera política se considerase un elemento troncal. Pues bien —ya me estoy enrollando—, fue en ese verano cuando Jorge Miró contactó conmigo para preguntarme si me gustaría escribir una columna semanal en lavozdelsur.es y así poder dar más visibilidad a la problemática del centro histórico.

Veréis, mi relación con los medios siempre ha sido buena y pienso que ha sido así porque todos han captado la finalidad que perseguimos como algo beneficioso para la propia ciudad en su conjunto. El hecho de no ser un movimiento político ni politizado en absoluto y el no ir contra nadie también ayuda a tener esa percepción. El caso es que, considerando que ocupa un tiempo escribir una columna y que al aceptar adquieres un compromiso que te obligas a cumplir, acepté la propuesta y comencé a escribir. Y, si no hemos superado en centenar de artículos publicados, poco debe faltar. Y en todo este tiempo ha habido de todo, incluyendo artículos muy duros contra la política que ha seguido y sigue este gobierno municipal respecto a la zona intramuros —y los que quedan por salir— que, aun conociendo la línea editorial del periódico y las presiones que imagino que se han tenido que producir, se han publicado cada semana sin censura de ningún tipo.

Eso por un lado, pero es que por otro lado está el tema de las acciones que realiza la propia asociación o las denuncias puntuales que yo mismo publico en Facebook y que siempre encuentran difusión en este medio y que, algunas veces, han servido para revertir algunas situaciones rocambolescas, como cuando dejaron una caja de luz indecente del alumbrado de Navidad en la fachada del Cabildo Viejo o cuando pusieron publicidad de una empresa de mármoles en la fachada de la iglesia de San Dionisio, por ejemplo.

Yo no sé si algún día se cansarán de mí y me dirán que no escriba más o será al contrario, que yo no pueda seguir escribiendo por el motivo que sea, pero es importante hoy, precisamente hoy, dejar constancia del rigor y la profesionalidad de las informaciones que aquí han salido del tema centro histórico, sin ningún tipo de sesgo ideológico ni censura política. Si algún día, dentro de muchos años desgraciadamente, alcanzamos la meta de tener un centro histórico repoblado, revitalizado y convertido en un motor económico sostenible de la ciudad, será también porque medios como éste, sobre todo éste, han puesto sobre la palestra su problemática y su realidad, la mayoría de las veces cruda realidad. De lo contrario seríamos invisibles.

Mirad, ni yo conozco a los que mandan aquí ni sé las subvenciones que reciben los medios de comunicación y es bueno que se sepa también que ninguno de los que escribimos columnas de opinión aquí cobramos un céntimo por hacerlo, por lo tanto ni nos va la vida ni el sustento en esto. Yo simplemente me relaciono con esos peones, los de abajo, los más vulnerables y a la vez los más profesionales de todos. Y como considero que la mayor satisfacción es la que no se da, no pienso criticar a otros medios o pseudomedios a los que ni siquiera nombraré, pero sí quiero expresar públicamente mi reconocimiento a Paco Sánchez Múgica, Jorge Miró, Paco Romero, Claudia, Manu y Juan Carlos Toro y a todos esos periodistas de diferentes medios de comunicación que intensifican la labor de concienciación y conocimiento de nuestro centro histórico. Después de dos años, es lo mínimo que puedo hacer.

Archivado en:

Si has llegado hasta aquí y te gusta nuestro trabajo, apoya lavozdelsur.es, periodismo libre, independiente y en andaluz.

Comentarios

No hay comentarios ¿Te animas?

Lo más leído