"Las meteduras de pata del rey Juan Carlos eran ya incompatibles con ser un símbolo de nada"

El periodista gaditano Álvaro de Cózar dirige el podcast de investigación 'XRey', producido para Spotify, en el que desgrana junto a su equipo la vida y obra del rey emérito en diez capítulos

Álvaro de Cózar, en una imagen del Congreso de Periodismo Digital de Huesca.
Álvaro de Cózar, en una imagen del Congreso de Periodismo Digital de Huesca.

Álvaro de Cózar (Cádiz, 1977) lleva casi dos décadas dedicado al periodismo, la mayor parte de su carrera en el diario El País, donde fue enviado especial cubriendo distintos conflictos armados —en países como Costa de Marfil, Kenia o Etiopía—, o la primavera árabe en Siria o Libia. El “gusanillo africano”, como él mismo lo define, le picó durante su estancia previa en Nigeria, antes de su aterrizaje en el periódico, donde estuvo como profesor de español gracias a una beca de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aecid). “Quería ser periodista y aproveché, me quedé a escribir reportajes para El País y ya me contrataron”, cuenta De Cózar durante la entrevista que concede a lavozdelsur.es.

Después de su etapa en la cobertura de conflictos, regresó a España para ejercer como reportero de investigación en el periódico. “Me gustaban los temas a largo plazo”, confiesa. Gracias a eso ganó el Premio Ortega y Gasset de 2014 en la categoría de periodismo digital, por un especial sobre los desahucios. Una breve etapa en El Confidencial fue el paso previo a su salto al podcast, un formato que también le está dando muchas alegrías. V, Las cloacas del Estado (Podium Podcast) fue su debut, en el que desgranó la labor del excomisario Villarejo —gracias al que le concedieron el Premio José Manuel Porquet que entrega el Congreso de Periodismo Digital de Huesca— y luego llegaron Máster, sobre el caso de Cristina Cifuentes y, éste 2020 el último: XRey.

El podcast sobre la vida y obra del rey emérito, Juan Carlos I, es una producción de The Story Lab —con Toni Garrido a los mandos— para Spotify, que consta de diez capítulos publicados entre mayo y julio, además de una entrevista inédita a Alfredo Pérez Rubalcaba, concedida poco antes de su fallecimiento.

¿La huida de Juan Carlos I ha sido la mejor “promoción” que ha podido tener XRey?

Bueno, no sé si la mejor promoción, pero sí hemos tenido un buen timing. Cuando se estrenó ya tuvo muchas escuchas, pero esa escapada del rey ha hecho que lleguen muchos oyentes nuevos que buscaban respuestas o tener una visión más amplia sobre lo que estaba pasando.

¿Es de los que piensa que lo ha hecho para eludir a la Justicia?

No lo sé.

¿Cuándo comienza la investigación para elaborar el podcast?

Comenzamos hace un año y pico, cuando empezamos a darle vuelta a varios temas. Buscábamos personajes que nos sirvieran para contar este país, para hablar de nosotros mismos. El rey Juan Carlos es perfecto para eso porque este país se puede explicar por las distintas visiones que tiene sobre la jefatura del Estado. Pero luego además es que su vida es muy interesante, una narración llena de conflictos, que es lo que al final necesitas para que haya un drama.

La vida del rey Juan Carlos es muy interesante, una narración llena de conflictos, que es lo que al final necesitas para que haya un drama"

¿Cual es el secreto para tener testimonios tan importantes como los de Álvaro de Orleans, Spottorno…?

No hay secretos. Les cuentas el proyecto y te dan una respuesta. Cada uno decide por unas razones. Siempre les dijimos que estarían las luces y las sombras del reinado y ellos accedieron con mucha amabilidad, pero es verdad que con alguno insistimos mucho, tanto Eva Lamarca como yo. Han sido protagonistas de esta historia y han accedido a contarnos muchas cosas, así que solo tengo agradecimiento para ellos.

¿Por qué empieza por su infancia?

Bueno, en realidad empezamos con la abdicación con los dos capítulos iniciales porque es ahí dónde empiezan las preguntas y luego sí, vamos al principio, a su llegada a Madrid, a la infancia, porque ahí hay algunas respuestas, no todas, pero muchas de ellas. La llegada de ese niño a Madrid, solo, que hasta ahora ha pasado su corta vida en un internado, que su padre lo entregue a Franco… todo eso marca su personalidad.

¿Qué ha descubierto durante la investigación de la vida de Juan Carlos I que le haya sorprendido más?

Su lucha entre el deber y las ganas de escapar. Creo que eso ha estado siempre en conflicto en él. Suele verse al rey solamente como un privilegiado. En parte lo es, claro, si nos fijamos solo en las palabras palacio, yate, Mallorca… Pero ser rey supone que tu destino ya está marcado desde que naces. No se me ocurre nada peor. No lo querría para mí ni para nadie.

El periodista Álvaro de Cózar, en una imagen cedida.

Es una frase inocente de Felipe González a principios de los 90 —“el Rey no está”— la que desata interrogantes y provoca la primera publicación sobre su vida privada… ¿cree que González buscaba eso o se le escapó?

No lo sé. Me habría gustado preguntárselo. Pedimos a todos los expresidentes que participaran. Ninguno de ellos quiso.

¿Por qué la prensa ha mirado hacia otro lado durante tantos años?

Seguramente haya muchas respuestas a eso. Más que la prensa es una generación, la que formó parte de la Transición con él. De alguna forma sintieron que la hicieron ellos con el rey, no como meros observadores, sino como actores de un país que tenía ya que cambiar. Cuando el rey habla en Estados Unidos en 1976, ellos sienten que el país está ya en otra cosa, que ha dejado esa cosa rancia del franquismo, que va camino de Europa, que el rey puede viajar al exterior y hablar de tú a tú con los presidentes extranjeros… La prensa, y quizá también muchos españoles, identifican al rey con ese éxito de todos y eso impide mirarlo desde otro punto de vista durante mucho tiempo. Además, la Constitución lo coloca por encima de todo, casi al margen de la ley. Lo convierte en un símbolo. El problema de los símbolos humanos es que acaban siendo muy humanos y meten la pata como todo el mundo. En el caso del rey, sus meteduras de pata eran ya incompatibles con ser un símbolo de nada.

Es imposible pronunciar el adjetivo campechano sin pensar en el Rey, ¿fue una especie de campaña de marketing para tapar sus tropelías?

No creo. No era solo campechano, claro, pero también era eso. Es que se puede ser muy simpático y dicharachero y evadir dinero, y se puede ser muy bromista y luego tener muy mal genio. Lo que sí es cierto es que durante mucho tiempo solo se vio esa campechanía. Luego hemos visto todo lo demás, pero no han hecho falta muchos periodistas, él mismo se han encargado de mostrar ese lado más oscuro.

El exdirector de Comunicación de la Casa Real llega en el podcast a decir que es una "familia desestructurada”, ¿prima la monarquía por encima de la familia?

Tradicionalmente, sí. No son familias normales, o por lo menos tienen más dificultad para ser una familia estructurada. No solo porque todos sus miembros están siempre bajo los focos, sino porque la monarquía establece desde que nacen un destino para cada uno de ellos con el que no creo que sea nada fácil lidiar.

El problema de los símbolos humanos es que acaban siendo muy humanos y meten la pata como todo el mundo. En el caso del rey, sus meteduras de pata eran ya incompatibles con ser un símbolo de nada"

¿Han recibido presiones para que no se publique XRey?

No, para nada.

¿Cree que el rey habría abdicado si no se llega a conocer el accidente en Botsuana?

No lo sé. En 2010, cuando le encuentran el tumor que luego resulta beningno, el rey inicia ya su última escapada. Los errores acumulados del pasado y los que estaban por venir estaban poniendo en peligro a la monarquía y por eso se ve obligado a abdicar.

Tras la investigación y todo lo que conocen del monarca, ¿se cree lo de que el Rey dio 65 millones a Corinna por “amor” o fue una forma de rescatar ese dinero?

Es difícil establecer con claridad qué es lo que pensaba el monarca cuando le dio el dinero a su amante. Es importante porque parte de lo que pase en los juzgados dependerá de la respuesta a ambas cosas. Lo que nosotros hemos contado en el podcast es una hipótesis basada en toda la sucesión de hechos. Y según esa hipótesis, ambas cosas son posibles si se da por bueno que el rey quería retirarse con Corinna. Para mí tiene sentido. Lo de que fuera un regalo, a mí personalmente me resulta bastante difícil de creer, pero lo curioso es que en este caso ambas versiones, la del rey y Corinna coinciden, es la versión que les salva a ambos.

Corinna ha dicho recientemente en la BBC que “habrá cientos de cuentas en otras jurisdicciones”, ¿llegaremos a conocer algún día toda la verdad?

No sé si eso que ha dicho es cierto y en qué se basa para decirlo. “Toda la verdad” me parece siempre demasiado. No sé muy bien qué significa eso. Cuando uno se mete en la vida de alguien para escribir sobre ella está siempre a oscuras. Luego vas completando con lo que lees, oyes, con lo que te cuentan, con lo que contrastas… y con todo eso decides luego con qué te quedas, qué es superfluo o lo que te despista y construyes un relato, que es siempre imperfecto. En el libro que Juan Francisco Fuentes escribe sobre el 23F, un libro magnífico, sugiere desconfiar de esos relatos del pasado en los que todo cuadra, en las que nada queda oscuro. Estoy totalmente de acuerdo.

¿Cómo afectará todo esto al reinado de Felipe VI? ¿Es posible separar la vida del padre de la del hijo?

Ya le ha afectado. La monarquía está siendo puesta en cuestión, fundamentalmente por los excesos del padre y por sus erráticos movimientos. Ahora bien, son dos personajes muy distintos y sus vidas no tienen nada que ver, por mucho que estén ligadas.

¿Cree que es el momento de preguntar sobre monarquía o república?

A mí me gustaría que hubiera un debate más complejo sobre eso, un poco más sesudo, vaya, a poder ser en el Congreso. No parece que vaya a pasar.

Que los 65 millones fueran un regalo a Corinna me resulta bastante difícil de creer, pero lo curioso es que en este caso ambas versiones coinciden"

¿Qué tiene el podcast que no tienen otros formatos para contar historias como estas?

El podcast tiene lo mejor de la radio, que permite imaginar mientras alguien te cuenta una historia. Las palabras, los efectos, la música… todo eso no es más que una manera de evocar imágenes y compartir pensamientos para que el oyente complete con su imaginación.

¿Piensa seguir contando historias a través de podcast? ¿Tiene pensado ya el siguiente?

Sí, creo que es una estupenda manera de contar historias y el equipo en el que estoy, con Toni Garrido de productor, Yago Mendívil y la gente que se ha sumado y se va a ir sumando, es estupendo, así que sí. En octubre sacamos otro y para este año y el siguiente tenemos muchos proyectos.

¿Por qué cambió la prensa escrita por este formato? 

Estar en la redacción de un medio es cansado, es duro, y cada vez sentía más curiosidad por ciertos temas, quería saberlo todo y descubrir qué había pasado. Para ello necesitaba tiempo y un formato que me permitiera contarlo narrativamente de una forma potente. Me fui de El Confidencial para escribir un libro que luego derivó en el podcast V, Las cloacas del Estado. En unas semanas pensé que mejor en podcast. Toni Garrido estaba buscando nuevas narrativas y fue como una conjunción de astros. El periodismo tiene una edad, tienes que tener mucha energía para estar todos los días pegándote por la noticia del día y al día siguiente estar con otra. El periodista de cobertura mola mucho, me gustaba coger una historia e ir completando el puzzle entero de lo que había pasado. Me pasó con el caso Odissey —la empresa estadounidense que rescató el tesoro de la fragata Nuestra Señora de las Mercedes, que España tuvo que luchar en los tribunales— en el que estuve trabajando cuatro años. Los medios, y esto no es una crítica, van todos detrás de la exclusiva y hay mucho ruido. La mayoría te va dando piezas del puzzle cuando tienen una información buena. El podcast permite coger todo eso y volver a ordenarlo, aportar nuevas pruebas, nuevos testimonios… Permite tener el puzzle completo.

El podcast XRey se puede escuchar pinchando aquí.

Sobre el autor:

Foto Francisco Romero copia

Francisco Romero

Licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla. Antes de terminar la carrera, empecé mi trayectoria, primero como becario y luego en plantilla, en Diario de Jerez. Con 25 años participé en la fundación de un periódico, El Independiente de Cádiz, que a pesar de su corta trayectoria obtuvo el Premio Andalucía de Periodismo en 2014 por la gran calidad de su suplemento dominical. Desde 2014 escribo en lavozdelsur.es, un periódico digital andaluz del que formé parte de su fundación, en el que ahora ejerzo de subdirector. En 2019 obtuve una mención especial del Premio Cádiz de Periodismo, y en 2023 un accésit del Premio Nacional de Periodismo Juan Andrés García de la Asociación de la Prensa de Jerez.

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