Sin pulpo pero con nueva marca propia en la lonja de Conil: "Si vienen dos a la semana es un milagro"

Pesqueros Artesanales lanza esta identificación para fomentar la captura de esta especie con chivo en el Golfo de Cádiz, donde apenas hay ejemplares por la presencia del alga asiática

Ajetreo en la lonja de Conil, donde apenas se venden pulpos.

Varios hombres, bien abrigados, sacan distintas especies de pescado de unos recipientes y las colocan en unas mesas llenas de hielo. En un día soleado, mientras unos etiquetan las urtas recién pescadas, otros llegan con sus barcos al puerto de Conil. Descargan la pesca del día en la lonja y se marchan a atracar. A lo largo de la mañana regresan los 34 barcos que han salido a faenar. Ninguno trae pulpos. “Ojalá hubiera, ayer se vendió uno”, comenta Juan Olmedo, jefe de la lonja desde el año 1990. Lo dice como algo extraordinario. Una fotografía que guarda en su móvil demuestra que lo es.

Hace cinco años que no se ven pulpos en abundancia. Antes, “estaba todo lleno, todos estos han sido capturados con chivo, se han cogido uno a uno”, dice mirando la imagen. La producción de pulpo ha descendido notablemente. En 2012 se capturaron 638.291 kilos, mientras que en 2023, 3.432, 66. Datos reveladores de la Organización de Productores Pesqueros Artesanales (OPP72) que en 2023 ha lanzado la marca “Pulpo de Chivo OPP72” para revalorizar este producto de cercanía tan escaso.

Llegada de los barcos a la lonja de Conil. MANU GARCÍA
Los trabajadores descargan la pesca del día. MANU GARCÍA

Según explica Juan, es habitual que la pesca del pulpo se lleve a cabo en noviembre, aunque, con el cambio climático, la temporada varía cada año. Aun así, “no hay”. Una de las causas que destaca el conileño, que antes de entrar en la lonja también salía a faenar en barcos, es el alga asiática. “El pulpo come moluscos, almejas, navajas, pero como el alga invasora está invadiendo la costa, no hay ninguno, los está matando. Entonces, como no tiene comida, el pulpo se va para otro lado”, sostiene Juan, que, en otras épocas, ha llegado a vender un ejemplar de hasta 16 kilos, cuando lo normal es que pese entre un kilo y medio y cuatro.

Juan recuerda que la lonja de este municipio de La Janda fue pionera en proponer no capturar pulpos de menos de un kilo, ya que crece rápidamente al comer a diario el doble de su peso.

Eran otros tiempos. Ahora, es escaso y su precio es elevado. “He llegado a vender pulpo hasta por 14 euros el kilo”, dice. Su forma de pesca también influye, por eso, la OPP72 ha querido poner en valor aquellos que son capturados con el arte del chivo, autóctono de la zona. Actualmente, también se pescan con nasas o en cántaros.

Juan controlando la subasta del pescado. MANU GARCÍA

Desde esta organización, que cuenta en Conil con 50 barcos que dan de comer a 200 familias, buscan diferenciar el pulpo de roca que la flota de pescadores artesanales extrae del Golfo de Cádiz, concretamente en las aguas del caladero situado entre Sancti Petri y la desembocadura del río Cachón. Es en las rocas de esta zona donde estas especies se adhieren con sus tentáculos fuertemente.

“El objetivo de crear esta marca colectiva no es otra que la de fomentar la pesca sostenible. El arte de pesca del chivo es muy selectivo, se hace de uno en uno, no se hace de forma masiva como en las nasas o en los cántaros. Queremos fomentar este arte de pesca entre los pescadores para evitar otras artes menos selectivas que esquilmen el caladero”, explican desde la OPP72, que considera este arte como elemento de sostenibilidad, recuperación y conservación de la especie en el caladero.

La creación de esta marca también persigue aumentar el precio de primera venta para que nuestros productores se lleven el mayor porcentaje posible. “También que nuestro producto se diferencie con etiqueta propia tanto en las pescaderías como en los restaurantes”, añade.

Un pescador muestra uno de los pescados capturados. MANU GARCÍA
Los hombres clasifican el pescado según la especie. MANU GARCÍA
Entrada de más ejemplares en la lonja. MANU GARCÍA

Los productores pesqueros de Conil promueven el producto de kilómetro cero, pulpo local, cuando hay. Verlos en la lonja es cada vez más difícil y, si llegan “dos a la semana, es un milagro”. Se palpa el ajetreo en la lonja, donde no paran de llegar rodaballos, urtas o morenas. Entre los hombres que clasifican el pescado que en unos minutos pasará a la subasta se encuentra Alberto Gantío, conileño de 27 años. Él es el pescador más joven de la flota que rompe con la dinámica que se percibe desde hace unos años: el escaso relevo generacional que sufre este oficio.

Alberto ha practicado el arte del chivo alguna que otra vez. “Lo hacemos como una barra de cortina, le metemos plomo dentro y va todo rodeado de anzuelos. Le ponemos la carná y vamos arrastrando el aparejo por el fondo. Cuando el pulpo ve la carná, viene a comérsela”, explica Alberto que se ha acercado a la lonja a vender el pescado que consiguió la noche anterior.

Alberto separa las especies que ha pescado. MANU GARCÍA
El joven conileño clasifica el pescado. MANU GARCÍA

Mientras todos esperan la llegada del resto de embarcaciones, el joven comparte que “desde que apareció el alga asiática, el pulpo prácticamente ha desaparecido”. Antes, recuerda que “venía un añito de pulpo que te salvaba el invierno”, pero hace años que no se ven. “Los fondos están tapados y como no tienen comida se han desplazado”, añade.

Todos los pescadores coinciden en su respuesta cuando se menciona el pulpo de chivo, una especie que ahora tiene su propia marca.

Nuevo espacio marino protegido en Cádiz

El pasado 30 de diciembre se publicó en el Boletín Oficial del Estado (BOE) la orden para incorporar siete nuevos espacios marinos protegidos en el listado de los enclaves de la Red Natura 2000, entre ellos, el área que va desde el Estrecho de Gibraltar hasta Cádiz.

"La declaración de este Lugar de Interés Comunitario (LIC) por parte del Ministerio para la Transición Ecológica (Miteco), pone de relieve la importancia de las especies y los fondos marinos que componen el litoral gaditano de nuestra zona y la importancia de su biodiversidad con especies especialmente importante para la pesca en general y la profesional en particular", expone Nicolás Fernández, gerente de la OPP72.

 

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