Si no es sostenible, no es desarrollo: la imparable apuesta de González Byass

La bodega alcanza en Jerez un 22% de autogeneración de electricidad, cifra que va a crecer con el crédito de 86 millones de euros para afianzar su expansión mundial que está expresamente vinculado a la sostenibilidad

Victoria González-Gordon en la Canariera, una viña con Certificación de Producción Integrada.
29 de septiembre de 2025 a las 18:16h
Actualizado a 07 de octubre de 2025 a las 23:07h

González Byass tiene secretos insospechados. Bueno, eso parece lo normal en una bodega que ya está muy cerca de los dos siglos de antigüedad. Lo que pasa es que cuando se hace mención a los secretos de una compañía bicentenaria es casi inevitable pensar en botas marcadas con algún signo incomprensible, en la existencia de algún pasadizo, en fórmulas secretas... cualquier cosa salvo que esos secretos estén a vista de pájaro. O de dron, que tanto da. Hablamos de las cubiertas, a cielo abierto, de dos de de las naves de brandy en la bodega histórica del centro de Jerez, que albergan un parque fotovoltaico (en dos fases) sorprendente. Tanto que si se pasa por la cuesta de la Alcubilla y se ve a un trabajador allí arriba, lo normal es pensar que está arrancando jaramagos, no que está limpiando el polvo –e incluso los hongos... los hongos que proliferan en las bodegas, ese 'moho' de las paredes que consiguen llegar a las placas– que se acumula por la acción del viento y que cada tres meses hay que limpiar.

Ahora mismo, con 465 paneles que generan 415.000 kwh al año, el centro de producción (y enoturístico, no hay que olvidarlo) del centro de Jerez autogenera el 30% de la electricidad que consume. Electricidad limpia, claro. A unos cientos de metros, Las Copas cuenta con 794 paneles que general 600.000 kwh al año, lo que supone el 18% de la electricidad que allí se consume. Todo esto, junto con otras medidas, ha llevado a la bodega a descender, en una década, su CO2 en un 60%, una cifra muy estimable.

Un operario de González Byass, en un mar de placas solares, frente a la nave de Croft. MANU GARCÍA

Esto signfica que, de media, Gonzalez Byass, en sus dos centros de producción en Jerez, está en un 22% de autogeneración de la electricidad que necesita, un dato que está por encima de la media del grupo (con bodegas en España, México y Chile), que se mueve en el 15%. La Chief Sustainability Officer de la bodega, Victoria González-Gordon, estima que es un dato muy importante si se tiene en cuenta que Jerez centro está limitado por su historia y su patrimonio, ya que "cualquier innovación tiene que compatibilizar e incluso respetar el patrimonio de la bodega, no estamos en una bodega moderna, nueva, en la que se puede partir de cero". Y solo con ver los tejados a dos aguas de la mayoría de los edificios, está claro que la responsable de Sostenibilidad tiene toda la razón...

Otro dato significativo. Jerez centro cuenta en su interior con cuatro postes de recarga doble para vehículos eléctricos, cuyo uso es gratuito para empleados, proveedores, clientes e incluso visitantes. Los postes se alimentan con energía renovable, por lo que las recargas de los usuarios son de cero emisiones en origen. Esta filosofía se extiende a la propuesta logística de González Byass en lo que se refiere al transporte de todos los turistas durante las visitas concertadas. Hablamos del trenecito y los buggies eléctricos que se emplean para que los visitantes descubran todos los secretos de estas bodegas (bueno, casi todos, ya que los paneles fotovoltaicos, ya saben, no se ven). También de las distintas furgonetas en las que se transporta material en su interior e incluso a Las Copas o a las viñas del municipio. Las Copas precisamente cuenta con una caldera de biomasa que genera del orden de 195.600 Kwh.

Planta fotovoltaica... y vides en González Byass centro.  MANU GARCÍA

Todos estos avances en las plantas de Jerez forman parte del plan People + Planet implementado en todas las empresas de González Byass (tanto en España como en Chile y México). El objetivo es seguir creciendo en sostenibilidad, sobre todo después de que el grupo obtuviera un préstamo de 86 millones de euros –el denominado 'crédito sostenible', liderado por BBVA y CaixaBank– encaminado a respaldar la expansión internacional de sus marcas, pero que incluye también determinados aspectos vinculados precisamente a la sostenibilidad. Tras la firma de dicho acuerdo, desde González Byass se señaló que "el préstamo no solo refrenda el compromiso del grupo con el crecimiento rentable y responsable, sino que permite continuar la exitosa senda de expansión internacional, acelerando su proyección a futuros". Se trata, en definitiva, de un hito, ya que se trata del primer marco de financiación sostenible aplicado a una bodega.

Mauricio González-Gordon, sobre el 'macrocrédito': "consolida una estrategia a largo plazo en la que tradición, innovación y respeto por el entorno avanzan de la mano" 

En palabras de su presidente, Mauricio González-Gordon, “este acuerdo refleja el compromiso de González Byass con una financiación alineada con nuestra estrategia de crecimiento sostenible, integrando criterios ESG (medio ambiente, sostenibilidad y gobernanza) que refuerzan la consolidación de la compañía como referente en el sector vitivinícola global". En este sentido, afirma que "contar con una estrategia clara de sostenibilidad, desarrollada y consolidada a lo largo de los años, ha sido fundamental para la creación de un marco de financiación sostenible. Este marco no solo nos permite acceder a condiciones financieras más ventajosas, sino que refuerza el respaldo del sector financiero a nuestra estrategia y supone un paso decisivo en nuestra evolución hacia un modelo más responsable". "Hemos diseñado un marco de financiación mixto que combina fondos verdes y sociales con financiación vinculada a indicadores específicos. El uso de los fondos abarca proyectos de economía circular, eficiencia energética o disminución del peso del packaging, entre otros. Nos permite, además, reforzar nuestro plan People + Planet. En definitiva, se trata de una operación que consolida una estrategia a largo plazo basada en un crecimiento internacional rentable y sostenible, donde tradición, innovación y respeto por el entorno avanzan de la mano", concluye el presidente.

Si Jerez está en un 22% de autogeneración, hay que tener en cuenta además que, de media, González Byass está a nivel mundial en un 53% de consumo de electricidad proveniente de energías renovables, con el objetivo a medio plazo de seguir creciendo. 

En lo que se refiere al futuro más inmediato, González Byass tiene previsto instalar próximamente un sistema de baterías de almacenamiento energético con capacidad para 238 kWh, con el objetivo de hacer un uso más eficiente y sostenible de la energía. Esta tecnología, ya en pleno desarrollo, "permitirá convertir en híbrido el sistema fotovoltaico actual, maximizando el aprovechamiento de la energía solar generada", afirma Victoria González-Gordon. Además de almacenar excedentes de producción (se entiende que solar), estas baterías podrán cargarse desde la red eléctrica (general) en momentos de baja demanda y precios reducidos, evitando el consumo en horas punta, cuando la energía es más cara y el sistema eléctrico está más tensionado por falta de inversiones. Gracias a esta medida, la bodega podrá elevar su nivel de autogeneración energética del 18% actual al 21% (centro de producción de Las Copas), avanzando hacia una mayor autosuficiencia y contribuyendo a la estabilidad del sistema energético general.

Cargando el trenecito turístico de González Byass. MANU GARCÍA

Acciones en las viñas

Si hablamos de viñas, el compromiso sostenible de González Byass también se muestra en acciones dirigidas hacia tres grandes aspectos, como son la protección de la vida en el planeta, combatir la desertificación y frenar la pérdida de biodiversidad. Poniéndole números, el 68% de los viñedos de la compañía cuentan con certificación sostenible.

En este sentido, desde González Byass se destaca el proyecto VIDas, que reúne las acciones medioambientales que lleva a cabo para proteger y fomentar la biodiversidad en sus viñedos y el entorno que rodea a las bodegas. Se han instalado cajas-nido en sitios seleccionados, también –curioso nombre– 'hoteles' de insectos y colmenas de abejas, nidos de murciélagos y charcas bebedero. Todo con el fin de impulsar una mayor riqueza biológica y provocar que el ecosistema de la viña se vaya autorregulando. A pie de la Canariera, una de las grandes viñas de González Byass al noroeste de Jerez, Victoria González-Gordon y los periodistas bromean con el hotel de insectos unos días después de que terminara la vendimia (casualmente el lagar de dicha viña fue el últijmo en cerrar de todo el Marco). Son cerca de las doce del mediodía y, como no hay niguno a la vista, está claro que se ha impuesto la hora del check-out del hotel. No deja de ser curiosa la caja con la forma tradicional del Tío Pepe y las piedras, trozos de madera y malla que contiene. Eso sí, ha refrescado y está todo lleno de moscas ya en 'modo otoño', no sabemos si clientes habituales del hotel o no...

Detalle de otro 'hotel' de insectos en medio del viñedo, en la Canariera. MANU GARCÍA

Todo el viñedo está certificado con el sello de Producción Integrada, que promueve una agricultura sostenible. Con este sistema, en la viña se aplican técnicas como la de confusión sexual, basada en feromonas para la plaga de la lobesia botrana, que permiten eliminar los tratamientos químicos en el viñedo. Igualmente cada mililitro de fitosanitario está razonado y solo se aplica si es estrictamente necesario, buscando los productos de menos impacto ecológico.

La bodega cuenta además con 11,3 hectáreas de viñedo de Palomino Fino con certificado ecológico. Sus uvas se vinifican por separado en el lagar instalado en la propia viña. Asismimo, en él se han instalado, a modo de curiosidad, tres 'hoteles' de insectos que, sumados a las plantas aromáticas (romero, lavanda y tomillo) que se plantaron a pie de viña, hacen de refugio a la fauna auxiliar para el control natural de plagas.

Insospechada hilera de jacarandas en un camino de la Canariera.  MANU GARCÍA

Además, desde 2007 se han plantado más de 1.700 árboles y arbustos para apoyar la nidificación en el viñedo y la biodiversidad en el viñedo y su entorno. Estas plantaciones también contribuyen a la absorción de emisiones de CO2. Sobre este aspecto resulta especiamente curioso de ver la ubicación de varios cientos de jacarandas, un árbol tal habitual en las ciudades y parques, en plena naturaleza, bordeando un camino rural.

González Byass comenzará los próximos años a incorporar los restos de poda al suelo del viñedo, una práctica que contribuye a mejorar su riqueza y estructura. Esta medida responde al enfoque de la Unión Europea de “hacer más con menos”, apostando por la reducción de insumos y hacer circular la gestión de recursos dentro de la explotación. En el Marco de Jerez, donde no hay agua disponible para riego, esta técnica cobra especial importancia. Aunque el suelo de albariza ofrece una gran capacidad de retención de agua, es necesario seguir reforzando su capacidad para retener nutrientes y adaptarse mejor a los efectos del cambio climático. La integración de los sarmientos al suelo contribuye a la sostenibilidad, mejorando la eficiencia hídrica, la fertilidad natural y la resiliencia del viñedo.

Victoria González-Gordon revisa el 'hotel' para insectos que tiene la viña la Canariera.  MANU GARCÍA

Por último, la bodega utiliza abono y fertilizante orgánico, con una huella de carbono reducida que además se mide en los propios viñedos y año a año se implementan medidas para reducirla.

Sobre el autor

Carlos Piedras

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