La primera clave para el acercamiento resulta esencial ¿qué es una criptomoneda?. “Es una representación digital de valor o derechos que puede transferirse y almacenarse electrónicamente, mediante la tecnología de registro descentralizado u otra similar”. La definición es de Dévika Pérez, doctoranda por la Universidad de Cádiz en blockchain, criptomonedas y Derecho Penal. Actualmente, investiga la relación entre legislación y nuevas tecnologías desde Barcelona. Es dinero virtual que tiene otro formato, nunca físico, pero con un supuesto valor, bien para obtener bienes y servicios, bien para volver a ser cambiado en moneda común en algún momento de revalorización.
El segundo paso consiste en saber quién maneja ese producto, supuestamente, financiero. Binance es el mayor operador de criptomonedas del mundo. Es la empresa que más dinero real ha cambiado a este valor digital, desconocido para muchos, en todo el planeta. Para iniciar el acercamiento a estos conceptos extraños para casi toda la población basta reflejar algunas cifras. Mueve, maneja, convierte en dinero virtual 65 millones de dólares (casi equivalente a euros) diariamente en todo el mundo.
Otra referencia, un tribunal de Columbia (Estados Unidos) le acusó el pasado 6 de junio de ganar 10.832 millones de euros, al cambio actual, desde el año 2017 en concepto de comisiones. Es lo que obtiene la empresa traspasando dinero real en virtual y, teóricamente, viceversa.
El espacio digital de esta compañía recibe 66,7 millones de visitas de media mensual, según la clasificación TrustScore del portal CoinGecko. El segundo elemento queda fijado: “No hay duda, son los primeros del mundo en el sector y con mucha diferencia”, coinciden las tres fuentes, dos españolas y una británico, consultadas por lavozdelsur.es
La gran crisis
El tercer elemento estallaba entre el martes y el jueves, siempre de madrugada española porque las noticias surgen desde Estados Unidos. Binance queda bloqueada. Esa plataforma, la mayor del mundo en criptomonedas deja de cambiar dólares en dinero digital después de que todos los bancos norteamericanos comuniquen oficialmente que no confían en sus métodos. Se acabó convertir billetes en bites o viceversa.
Es una reacción desesperada al anuncio que llegaba 48 horas después del más importante: la Comisión del Mercado de Valores de Estados Unidos (equivalente a la que regula la Bolsa en España) presenta hasta trece cargos ante la Fiscalía General contra la empresa. Le acusa de violar casi toda la normativa económica, varios tomos, casi el código entero. Estafa, violación de la protección de datos, evasión de capitales, fraude fiscal... "Intentan evadir las leyes de Estados Unidos mediante falsos controles, inexistentes, con el objetivo de mantener clientes dentro de su plataforma”, resume el escrito de denuncia.
La empresa que encontró cobijo en el Peñón en 2022 ha sido denunciada por trece posibles delitos económicos
La banca manda parar la partida planetaria. Binance se defiende y achaca la demanda a una “campaña ideológica contra la industria de los activos digitales, con tácticas extremadamente agresivas e intimidatorias. Seguiremos defendiendo a nuestros clientes frente a los ataques sin base”, dice la compañía.
Persecución mundial
La compañía, pese a su posición dominante en el mercado mundial, ha visto como progresivamente se le cerraban puertas en todos los países. De Australia a Japón. Lo más llamativo es que el paso en Estados Unidos es el más firme pero no el primero.
En China, país de procedencia de su creador y máximo dirigente, la criptomoneda y Binance siempre estuvieron prohibidas, desde su creación. El cerebro de todo, el inventor de Binance, es Changpeng Zhao, conocido como CZ en todo el mundo, en este mundo. Hijo de inmigrantes chinos, nacido en Canadá, tiene 46 años y la revista Forbes le atribuye un patrimonio personal de 10,5 millones de euros que parece ridículo para los capitales que maneja, cambia y convierte.
La metrópolis, Londres, la referencia para Gibraltar también ha tirado del freno de emergencia. Reino Unido anunciaba el pasado 14 de marzo que suspendía las operaciones de Binance en su territorio: "El cese del soporte para transacciones en libras esterlinas por parte de su socio bancario local".
Todos los territorios de tres continentes son hostiles al gran símbolo de la criptomoneda. Sin embargo, las publicaciones especializadas y los investigadores consultados afirman que hay más de una duda razonable sobre la implantación de Binance en la pequeña colonia británica -menos de siete kilómetros cuadrados- unida a la provincia de Cádiz a través de La Línea de la Concepción.
Gibraltar, según estas publicaciones y trabajos publicados en el seno de la Unión Europea, sería la base de operaciones en Europa de una empresa en el punto de mira. Un portavoz de la Comisión de Servicios Financieros de Gibraltar, asegura sin embargo que Binance "actualmente no tiene licencia para operar en Gibraltar".'
El flechazo con Gibraltar
La relación de Gibraltar con Binance, el gigante de la criptomoneda, habría empezado según las publicaciones especializadas de Reino Unido en diciembre de 2021. En esa fecha, su primer ministro se reunió con el creador y máximo directivo para ofrecerle que se instalara en el Peñón según diversas informaciones publicadas en medios de comunicación británicos. CZ habría visto en una foto en Twitter que Fabián Picardo, primer ministro, tenía la aplicación de Binance en un portátil. Vio el logotipo en la pantalla y, como Batman, creyó que era una señal. Acudió a reunirse con el premier en el sur de la provincia de Cádiz.
Antes de esa fotografía, Gibraltar ya había dado señales de afecto por la criptomoneda, en general, como concepto. Compañías más pequeñas -todas lo son a su lado- como Bitso y Huobi ya se habían instalado. El ejecutivo de Picardo presenta una legislación receptiva y amable como garantía de comodidad para este tipo de plataformas. Es la teoría de Joseph Hall, uno de los investigadores especializados en criptomonedas en Reino Unido.
El ministro de Asuntos Financieros de Gibraltar defiende que "la regulación tiene que ser un facilitador, no un impedimento"
Apenas unos meses después del episodio del portátil y de la supuesta reunión CZ-Picardo, Binance habría anunciado una oferta para cuatro plazas de operadores en Gibraltar aunque la misma compañía niega que esté operando desde La Roca. Sería una forma de mantener su presencia en Europa. Los países de la Unión Europea, Gran Bretaña al margen vía Brexit, no quieren saber nada mientras cierran la compleja regulación del dinero digital, cuya presentación está prevista dentro de dos años.
Binance habría intentado, sin culminarlo según la firma, tener a esas cuatro personas en Gibraltar para mover cientos de millones de dólares y euros al mes. En el resto del mundo ha llegado a tener hasta 8.000 trabajadores aunque ha comenzado a reducir plantilla de forma notable. "No tienen sede física, no la necesitan, es su naturaleza", resalta Dévika Pérez. Es difícil establecer el beneficio, el interés, de la colonia británica por acoger a empresas perseguidas en cualquier otro estado. "Estas relaciones son opacas, es difícil fijar el beneficio pero algún tipo de impuesto de actividad recibiría la administración gibraltareña. Es lógico pensar que algo, muy poco, de la rentabilidad que obtienen esas plataformas se queda en el lugar en el que pudieran estar ubicadas".
Para estar en Gibraltar, las empresas de criptomonedas o bitcoin sólo necesitan una condición: una legislación laxa. Que no le pongan las pegas encontradas en medio mundo. El Gobierno de Gibraltar prefiere esperar a la evolución de la crisis en Estados Unidos para manifestarse y niega cualquier tipo de relación con la empresa. Tampoco quiere comentar la reunión entre primer ministro y CEO. "La regulación tiene que ser un facilitador, no un impedimento. Una regulación pragmática y práctica ayuda al negocio", ha declarado Albert Isola, ministro de Servicios Digitales y Financieros del Gobierno de Gibraltar, como única orientación. El pasado 27 de abril presidía la inauguración de una conferencia internacional sobre ciberseguridad en Gibraltar.
El misterio de las empresas invisibles
La colonia británica ha convertido la concentración bancaria y de capitales, antes y al margen de la criptomoneda, en su principal sector económico. La hipotética llegada de Binance es una consecuencia natural de una tendencia marcada por números sorprendentes. Ni siquiera está clara la cifra de empresas y sociedades, de toda naturaleza, que tienen sede en Gibraltar. En un último informe de 2017, la OCDE fijaba el número en 24.000, mientras que la Agencia Tributaria de España las establecía en 30.000 y la Fiscalía General del Estado en 80.000. En cambio, alberga a más de 12.500 empresas activas, según Companies House.
La renta 'per cápita' en Gibraltar es seis veces más alta que en La Línea y el paro se multiplica por ocho en el lado gaditano de la frontera
Aunque esta última cifra, la más baja, fuera la real supondría que hay una empresa o sociedad registrada por cada dos habitantes. Una proporción inexplicable. Las consecuencias de esta masificación de registros y capitales son claras cuando se contraponen al otro lado de la frontera, la única terrestre con Reino Unido en toda la Unión Europea.
Gibraltar es limítrofe con La Línea de la Concepción. En La Roca viven unas 35.000 personas. Entran a trabajar, cada día laborable, entre 15.000 y 20.000 residentes en el municipio gaditano y en otros de la comarca. La diferencia de riqueza entre los dos lados de la frontera es enorme. Las comparaciones realizadas con los datos del Instituto Nacional de Estadística y el Gobierno de Gibraltar en 2019 establecían una diferencia sangrante.
La renta per cápita anual, el dinero que ingresa cada persona al año, es seis veces más alta en Gibraltar que en La Línea. De los casi 60.000 euros anuales en el lado rico a los poco más de 10.000 en el pobre.
Si el dato comparado es el paro, el desequilibrio es aún mayor. El Peñón lleva todo el siglo XXI registrando cifras por debajo del 10%. La Línea nunca ha padecido, en este periodo, menos de un 30% de población activa sin empleo.
Un paraíso fiscal
La relación con las criptomonedas, ahora bajo sospecha, es una versión nueva de la oscuridad con la que Gibraltar ha tratado el dinero históricamente. De hecho, Dévika Pérez recuerda que las sedes de empresas de bitcoins (un tipo de criptomoneda) y los paraísos fiscales convencionales, los de evasión impuestos con dinero tradicional, siempre coinciden. Es el caso de Islas Caimán, Seychelles o Isla de Man, entre otras.
El riesgo era demasiado alto. Antonio Clavero establece en un documento aprobado por la Comisión Europea que Gibraltar es un paraíso fiscal: "La acuñación de dinero en efectivo en la colonia ha constituido históricamente uno de los factores económicos que ayudan a entender el fenómeno del blanqueo de capitales y las actividades opacas al fisco". Este texto, adoptado como propio por la Unión Europea durante una investigación realizada en 2019, asegura que en el Peñón estas actividades "se efectúan y encuentran refugio".
Hasta ese año, previo a la pandemia, las autoridades de la Unión Europea y el Banco Central Europeo "habían mirado para otro lado". A pesar, sostiene el economista, del "perjuicio que supone para las poblaciones y comarcas próximas a Gibraltar el cobijo y la fuga de capitales e impuestos que se eluden desde España y otros estados".
Este mismo trabajo incluye una visión "muy optimista": el Brexit puede suponer un cambio de criterio por parte de las instituciones europeas y españolas. Aunque todavía no se ha trasladado a ninguna actuación concreta.
"La criptomoneda no nace de la criminalidad, fueron seis frikis y ha faltado regulación"
La criminalización de la criptomoneda es una tentación fuerte. Está bajo sospecha en demasiados países, durante demasiado tiempo. Sin embargo, "no nació de la criminalidad, no tenía un origen delictivo, fueron seis frikis que entendieron que los bancos habían fallado a los ciudadanos como intermediarios tras la crisis de 2008, de origen bancario, hipotecario. Fue una reacción a un liberalismo salvaje", recuerda la experta de la Universidad de Cádiz.
Como idea era revolucionaria, hasta romántica, crear un nuevo dinero sin representación física. El otro ya había dado demasiados problemas durante unos 3.000 años. Sin embargo, como sucede siempre, "la idea inicial se fue contaminando", como suele. "La falta de un marco regulador es la clave". Los defensores pero también los delicuentes van por delante: "En 2025 debe ser una realidad el proyecto de euro digital, aunque creo que será en 2026", asegura Dévika Pérez. Este tipo de medidas aportarán "algo de control sobre unas empresas a las que ahora se acusa de realizar actividades para las que no están capacitadas".
Otra cuestión es el crimen. Pero la relación de la criptomoneda con la delincuencia es evidente, tanto como la del dinero convencional, el papel moneda o los depósitos bancarios tradicionales. "Hay presencia de criptomoneda hasta en 200 causas penales en España en el último año. Desde terrorismo a tráfico de armas y drogas, desvío de capitales, hasta delitos patrimoniales, estafas convencionales y conexiones ilegales de fluido eléctrico. Está en todas partes".
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