Claudia, Daniela, Alejandro, Mauri, Marcos, David y otro Alejandro son algunos de los chicos y chicas que forman parte del primer equipo violeta del IES Isla de León de San Fernando, una iniciativa pionera que busca trabajar por la igualdad en los centros, pero haciendo responsable al alumnado de todo el trabajo que queda por hacer.
Porque, aunque tengan interiorizado el concepto de igualdad, “hay veces que los adultos les damos información y terminan en debates equivocados”, explica María del Carmen Alberti, profesora de Lengua y precursora de este proyecto puesto en marcha con la coordinadora del Plan de Igualdad del instituto, Lucía Guillén.
El equipo violeta, formado por 17 chicas y 14 chicos de 1º de Bachillerato, alguno de 4º de la ESO y primero de FP, se ha puesto en marcha hace apenas cuatro meses y en esta primera fase, toca formarse. “Lo primero que han recibido ha sido una formación para trabajar en equipos y charlas sobre el amor y el respeto o sobre cómo salir de relaciones tóxicas”.

El siguiente será que sean ellas y ellos los que impartan talleres a sus compañeros de 1º y 2º de la ESO, pero “el trabajo no se lo vamos a dar hecho, sino que, a partir de sus inquietudes y necesidades, van a ir dando forma a los talleres para los más pequeños del centro”. Para María del Carmen es fundamental, “consultarles y escucharlos, saber qué es lo que les preocupa, qué opinan de determinados temas porque, a veces, cuando se imparten contenidos desde nuestro punto de vista creyendo que ven las cosas como nosotros, terminamos confundiéndolos”.
Pero ¿y qué opinan de la violencia de género?, ¿por qué se han decidido a formar de este equipo violeta, de esta guardia de la igualdad?, ¿son capaces de distinguir conductas machistas? La representación que hoy acude a la cita con lavozdelsur es en su mayoría masculina. Una convocatoria de huelga, precisamente por el 8M, ha dificultado que el grupo completo acudiera a este encuentro. Ellos responden que no sienten ninguna burla o comentario negativo por formar parte de este equipo y que quieren visibilizar, por ejemplo, la mujer y la niña en la ciencia (actividad que organizó el Ayuntamiento con la visita de dos científicas y que ellos y ellas presentaron). A Claudia y a Daniela les atrajeron esos primeros talleres sobre las relaciones tóxicas. Tienen una amiga que ellas identifican que está claramente en una relación de esas características. ¿Por qué? “Porque la controla todo el rato y porque él puede hacer todo y ella no. Ella era antes era super feliz, alegre, siempre quería hacer cosas y desde que tiene novio, nada más que novio, novio y novio y, a sus amigas, ni las toca. Fuimos todas a los carnavales menos ella, y al final su novio sí fue. La tiene manipulada”.

Coinciden en que no son machistas, ni ellos ni ellas, pero en el análisis de sus conductas hay que incorporar su relación con las tecnologías de la información y de la comunicación, porque el móvil se ha convertido en un arma de control masiva y machista. Tenían normalizado la geolocalización hasta que gracias a estas formaciones les han hecho pensar. “Yo, ahora, sí que me he parado a pensar y decir, hombre, es verdad que eso de la geolocalización es muy común porque la gente lo ha aceptado, pero no debería ser normal que el novio le pida la ubicación a la novia para saber dónde está”, comenta Marcos. También cuentan de fotos que se tienen que hacer al llegar a casa para que constaten que están allí o videollamadas que se alargan hasta la hora de dormir. Eso sí, hablan de que el control también va en el otro sentido. De hecho, ambas tienen las cuentas de Instagram de sus parejas y ellos las suyas en sus móviles. “No tenemos nada que esconder”. Es una forma de confianza”. Los likes pueden llegar también a ser objeto de disputa y la línea entre la confianza y el control es “muy delgada”, apunta Mar, alumna en prácticas del Máster de Género de la UCA también presente en el debate desde la Delegación de la Mujer.
“La violencia es muy sutil y es difícil de advertir porque, las violencias se van transformando, de forma que cuando se visibilizan, se frenan, pero empiezan otras o la misma, pero con diferentes caras. Y es difícil, verlas”, insiste la estudiante de género.

Sí son claramente conscientes de que volver a casa solos no es lo mismo para los chicos que para las chicas y que no, es no, incluso cuando ese no es en la intimidad de la pareja. El reparto de tareas es una cuestión que tienen asumida. “Mi hermano hace más cosas en la casa que yo”, cuenta Daniela, pero, a la hora de salir, “mi madre siempre dice que no es lo mismo una mujer que un hombre porque una mujer corre más peligro que un hombre”. Todos los chicos, hombres, coinciden en que ellos no se sienten desprotegidos ante el auge del feminismo, no se sienten amenazados, pero “incluso hemos escuchado a compañeras nuestras decir que hay que proteger un poco a los hombres porque, aunque en menor medida, hay también maltrato a los hombres”.
Las redes sociales y estos discursos vuelven a salir a la palestra. No obstante, el estudio ‘Percepciones, experiencias y posicionamientos sobre la violencia de género en las redes sociales. Resultados de una encuesta a la juventud andaluza’, de Amiris Sosa, Emelina Galarza y Beatriz Ranea, de 2024, concluye que “la juventud encuentra un repertorio de prácticas violentas, que se legitiman en la propia cultura digital del reaccionar, compartir y/o comentar las agresiones e insultos que esas publicaciones generan”. De esta manera, “el repertorio de prácticas violentas en las redes sociales ha impactado también en el ámbito de las relaciones de pareja. Los resultados revelan que las posibilidades que ofrecen las plataformas no sólo reproducen el esquema relacional en el que el hombre necesita controlar a la mujer, sino que facilitan los mecanismos de cesión de la individualidad mediante la revisión de mensajes, la comprobación de la hora de conexión, la fiscalización del contenido que la pareja publica o consume, la aprobación de la lista de amistades o el seguimiento de su localización, por solo citar algunos ejemplos”.
El estudio, realizado a partir de una encuesta de 53 preguntas a más de 400 jóvenes andaluces de entre 15 y 24 años, destaca también que, a pesar de que la mayoría identifica estas violencias, aparecen discursos antifeministas que “buscan banalizar, normalizar y legitimar todo tipo de acción violenta contra las mujeres. Se trata de discursos negacionistas de la violencia que victimizan a los hombres ante cualquier acción feminista, en las redes sociales y en la sociedad en general, al tiempo que culpabilizan a las mujeres de la propia reacción patriarcal que cuestiona la existencia de dicha violencia”.
“Este es un trabajo a largo plazo y vamos a formarlos y modificar las conductas que tengan equivocadas, de forma que el año que viene sean ellos y ellas los que formen a los futuros miembros del equipo, porque está claro que la comunicación que le dé un adolescente a otra adolescente es mucho más efectiva que la de un adulto a un adolescente”. También, continúa la profesora de Lengua, “vamos a remodelar un patio y lo vamos a convertir en un espacio por la igualdad, vamos a hacer una ampliación del huerto, poner unas bancadas para poder dar clases fuera y para poder reunirnos allí. Todo siempre con la ayuda del AMPA, que está muy implicada, y el Aula La Ilusión (aula específica con la que cuenta el centro) y, por supuesto, el equipo directivo”.
Para Isabel Blanco, concejala de Mujer, “esta es una iniciativa ejemplar que genera un espacio de lucha por la igualdad y que genera unos valores fundamentales para sostener un sistema democrático que tenemos que defender”. “A nosotros como administración nos corresponde organizar todos los eventos en torno a fechas como el 25 de noviembre, que empezamos una formación con Carmen Ruiz Repullo, el Día de la Mujer y la Niña en la Ciencia o todas las que hemos organizado este mes con motivo del 8M pero lo interesante es que ellos y ellas tomen esos espacios y presenten y moderen como hicieron el día del Mujer en la Ciencia”.
Además, “cada año, nos reunimos con los responsables de igualdad de los centros educativos y son los que nos dicen la temática que les interesan, las demandas que tienen para así ajustarlas a las efemérides”. Para este 8M, “hemos preparado coloquios con mujeres referentes como Ángeles Taro, Irene Geraldía o Begoña Alday o una exposición el 27 de marzo en la Plaza de San José de mujeres referentes que cada instituto habrá elegido dentro del programa Crecederas”.
Ellas y ellos lo tienen claro: “A nosotros lo que nos importa es la igualdad y tenemos que seguir trabajando para conseguir entre hombres y mujeres un mundo más igualitario y sin discriminación”.