Municipio 'no oficial' entre los 45 municipios de la provincia de Cádiz. Con 6.500 hectáreas, propiedad de la familia Mora-Figueroa Domecq —tres generaciones en el consejo de administración—, el latifundio está atravesado por el río Barbate y forma parte de tres municipios (en su mayor parte Vejer, pero también Medina y Tarifa).
En su interior, tiene dos poblados que se levantaron para sus cientos y cientos de empleados, con dos centros educativos e iglesia, y tuvo hasta banco y cine, pero fue vaciándose a medida que fueron cambiando los modos de vida y la sociedad. "Antes la gente venía aquí al gran cine que teníamos, ni en sus pueblos había algo así", comenta uno de la treintena de vecinos que aún reside en este territorio fértil y productivo en La Janda gaditana.
Exporta 70 toneladas diarias de puerro a Reino Unido, proveen a Mercadona de todo su pomelo y quieren ser la mayor plantación de aguacates de Europa
Varias generaciones han nacido y siguen trabajando en uno de los mayores complejos agroindustriales y ganaderos de la Unión Europea, capaz de exportar 70 toneladas diarias de puerro a Reino Unido, abastecer a la despensa hortofrutícola de parte del Viejo continente con hortalizas que apenas se consumen en España —la chirivía, por ejemplo—, proveer a Mercadona de todo el pomelo que vende en España, y aspirar a convertirse de aquí a 2026 en la mayor plantación de aguacates (ya hay 200 hectáreas en producción) de Europa.
Vivió en sus comienzos, principalmente, del sorgo y del algodón —tiene una desmotadora de 1959, la más antigua que sigue en funcionamiento en Andalucía—, pero la construcción de los embalses de Almodóvar y Barbate, y la instalación de un sofisticado sistema de riego y drenaje con tecnología holandesa y estadounidense, que fue perfeccionándose desde los años 80 del siglo pasado, dieron un enorme salto de calidad a la producción del complejo, industrializándose desde hace unos 40 años.
Del sorgo y el algodón a la joya de la corona, 5.000 hectáreas de regadío
La puesta en marcha de la transformación de Las Lomas en las décadas de los 50 y 60 demandó una gran cantidad de mano de obra y también de especialistas formados, llegando a tener entre 700 y 800 empleados fijos en la finca. Mientras se reducía progresivamente el peso de la ganadería de vacuno de la raza retinta tamarona, autóctona de la zona, Las Lomas, con sus poblados en pleno apogeo, es hoy una de las mayores explotaciones europeas de regadío, con 5.000 hectáreas.
En la actualidad, con temporadas de hasta un millar de empleados directos (en su mayoría mujeres), lucha contra la sequía y el cambio climático controlando cada mililitro de agua que se consume en sus vastas tierras de cultivo. Igualmente, ha sido un complejo pionero en España en cultivo ecológico certificado, a raíz del aumento de la demanda de exportación de puerros, brócolis, chirivías, zanahorias, coliflores, pomelos y, más recientemente, aguacates.
Su comité de empresa, en marcha desde hace más de 30 años, ha vuelto a ser reelegido recientemente y otra vez ha vuelto a barrer la UGT. Tres mujeres estarán por primera vez en la representación sindical. "Estamos por encima del convenio en el campo; no nos podemos quejar en absoluto, pero tú pon que en 2024 hay que mejorar otro poquito...", advierte Miguel Ángel Pérez, presidente del comité, con 49 años, toda la vida viviendo y trabajando como guardia rural en unas tierras que se pierden en el horizonte. lavozdelsur.es ha recorrido la megafinca de Cádiz, la mayor finca privada de Andalucía: bienvenidos al fabuloso mundo de Las Lomas.
"Aquí todo es a lo grande"
"¿Es la primera vez que venís aquí...? Aquí todo es a lo grande", es lo primero que advierten al cruzar el camino hacia el segundo control de entrada a lo que allí llaman la "comarca". Ya el camino deja ver parte del vergel y, hasta donde la vista alcanza, no paran de sucederse los diferentes cultivos.
En ese recorrido de tierra, en los márgenes, se pasean felices perdices y faisanes, y se hace visible rápidamente que la cinegética —aquí vinieron a cazar Franco, March, Botín, Abelló y el rey emérito Juan Carlos I, entre otros— es la otra gran actividad, junto con la ganadería, que ha sustentado este paraíso de materia prima y empleo.
La mayor finca privada de Andalucía (solo superada por La Almoraima, también en Cádiz, que es pública tras ser expropiada hace 40 años a Ruiz-Mateos) se impulsó a mediados del siglo pasado, con el desarrollismo franquista, después de ser fundada en 1941 por Ramón Mora-Figueroa.
Al traspasar la parada obligatoria en el acceso, hay tres opciones: el camino que conduce hacia la planta hortofrutícola, algo así como las naves de transformación de todo lo que produce la joya de la corona, el regadío; el sendero que conduce a las oficinas del complejo agroindustrial; y el itinerario que lleva al poblado de Las Lomas. Ese que un día fue pueblo 'no oficial' de la provincia de Cádiz (tenía más habitantes que el pueblo menos habitado en la actualidad, Villaluenga del Rosario —unos 460 empadronados—), donde venían de otras localidades a disfrutar de la pantalla grande de su cine, y donde todavía hoy siguen llegando escolares de poblaciones y núcleos rurales cercanos a cursar sus estudios en alguno de los dos centros educativos que siguen abiertos.
Uno de ellos, el SAFA Nuestra Señora del Buen Consejo de las Lomas —el otro es la escuela pública de Educación Infantil Las Lomas—, probablemente cuente con el patio de recreo más grande de Andalucía, sigue abierto, ya sin horario lectivo porque el curso ha terminado.
Hay niños, aun así, jugueteando en el inmenso patio, rodeado de pinares y con un silencio que solo interrumpe el canto de los pájaros. Es literalmente un idílico campo sin vallar. "Los niños saben los límites", sonríe Pilar Moyar, directora de una institución educativa concertada, inevitablemente ligada desde el principio a la finca y que, entre otras cosas, y como centro bilingüe que es, lo mismo celebra el Carrot's Day (día de la zanahoria) que el Avocado's Day (día del aguacate). "Hay un enriquecimiento brutal respecto a lo que es la vida en el campo o el tratamiento del sector primario, algún ingeniero agrónomo ha salido de estas aulas", cuenta Pilar.
El 'Avocado's Day' en un centro bilingüe dentro de Las Lomas que el siglo pasado alojaba a la escolta de Franco
Con 55 años de historia, trabajadores del centro narran que "aquí han estudiado incluso alumnos que luego fueron políticos, como Paco González Cabaña (ex presidente de la Diputación de Cádiz y ex alcalde de Benalup-Casas Viejas) o Juan Luis Belizón", que fuera delegado del Gobierno de la Junta en Cádiz.
"Cuando yo estudiaba primaria allí el colegio aún no era oficialmente de la Safa, pero lo que sí recuerdo es cuando se suspendían las clases por las visitas de Franco porque en el cole habia que alojar a su escolta; pero lo que es cierto es que en Las Lomas podíamos estudiar mientras que en los pueblos cercanos no había medios para hacerlo. Yo en verano trabajaba en el campo y después en la oficina para compensar las becas que la empresa nos daba. Si las notas eran sobresalientes no tenía que devolver nada, y así, en porcentajes hasta abajo", rememora González Cabaña.
"Ramón Mora-Figueroa tenía un concepto muy social del empleo, no solo quería dar empleo, sino que la formación para él era fundamental, y por eso al mismo tiempo que empieza la actividad agraria procura que aquí se pueda también estudiar", cuenta Andrés Navarro. Natural de Utrera, de 67 años y director de Recursos en Las Lomas, recuerda durante el encuentro con lavozdelsur.es el origen de los poblados en la finca y también cómo se pusieron en marcha los centros educativos: "Las posibilidades de transporte de los años 50 no eran tantas, por lo que, además del centro agroindustrial, se va desarrollando el poblado, el de aquí, y el de Varelo, para que el personal y sus familias tuvieran una casa decente junto al trabajo, y los niños recibieran formación".
En cambio, ambos poblados, que llegaron a albergar a más de un millar de residentes, fueron quedándose vacíos conforme evolucionó la sociedad. Actualmente, una treintena de personas viven aquí, "unas 15 familias". Son los niños y niñas que crecieron en la finca y que siguen empleados y viviendo en un remanso de tranquilidad, lejos de eso que llaman el mundanal ruido. El verdor lo abraza todo y refresca el ambiente de un cálido día de julio. Bicicletas y pequeños porches abiertos junto a las casas. Calles de terrizo y señales de tráfico para las que apenas hay coches que las atiendan.
"Soy la tercera generación, mi abuelo, mi padre y yo, todos hemos vivido y trabajado aquí", relata José Antonio Márquez, que lleva sus 55 años de vida en Las Lomas. Mientras va señalando lugares emblemáticos del antiguo poblado, como el banco, la farmacia o un ultramarinos, o el comedor de la empresa, explica que "se fueron yendo vecinos, otros fueron haciéndose mayores y falleciendo... de 120 casas más los pisos que había —cerca del millar de residentes— todo fue despoblándose y quedamos unas 15 familias. Pero esto es lo más tranquilo que hay, no molesta nadie".
"Un hombre contento rinde mucho más"
"Un hombre contento rinde mucho más", afirman en una improvisada reunión del comité de empresa, cuyos representantes recuerdan lo duro que es el trabajo en el campo y que, por ello, "cada vez cuesta más que lleguen jóvenes". "Los chavales siempre echaban aquí sus campañitas de verano, se ganaban un dinero en dos o tres meses, pero ya cada vez viene menos gente", apuntan algunos empleados que han nacido, crecido y siguen con su proyecto de vida en el interior del latifundio.
"Aquí se vive muy bien, estamos muy tranquilos", confirma Juana Mari Rodríguez, que lleva desde que nació hace 58 años viendo cómo se ha ido transformando Las Lomas. Ella es una de las tres mujeres, junto a Inma Núñez y Cristina Vidal, que por primera vez integran el comité de empresa (con 17 representantes) del complejo agrícola Las Lomas. El volumen de miembros de dicho comité ya da una idea del empleo directo que genera el emporio de los Mora-Figueroa.
Unos 500 empleos directos casi permanentes
En la megafinca, cuenta Andrés Navarro, hay unos 500 puestos de trabajo directo casi permanentes, "pero hay puntas de más de un millar de empleos, al que hay que sumar el empleo indirecto, que es muy importante: la actividad de transportes, empresas de servicio...". Otro hito fundamental en la historia de Las Lomas fue el fomento de la creación de una red de empresas satélites, gracias al emprendimiento. Esto fue posible por la externalización de determinados servicios como los talleres.
Se ofreció a trabajadores y capataces de la finca la oportunidad de crear sus propias empresas que, a su vez, seguían dando servicio a la finca. Se les cedió la maquinaria existente, se dio dotación económica y se fomentó la contratación de los empleados de Las Lomas respetando su antigüedad. El resultado de todo lo anterior fue la creación de una red de empresas en localidades cercanas a Las Lomas, como por ejemplo los Talleres Juan Guerra y los Talleres Carballido.
Objetivo: 1.000 hectáreas de aguacate
Rafa Carmona, director comercial en la planta hortofrutícola de Las Lomas, muestra en un mapa en una de las muchas oficinas del complejo la dimensión sobre plano de la mastodóntica finca. De todo el latifundio, algo menos de la mitad está dedicado al considerado como mejor regadío de España. Y de todo el regadío, por ahora el cultivo que mayor rentabilidad ofrece es el del puerro. No en vano, unas 70 toneladas de puerro limpio están saliendo cada día de las líneas de la zona de selección y cámaras del complejo hortofrutícola rumbo a Reino Unido.
"Se exportan unos 2,5-3 millones de puerros al año... Todos los números son gigantes, aquí no hay nada pequeño, solo hay que ver la finca", remacha Carmona, antes de colocarnos la característica bata desechable, junto a una gorra naranja en la que se lee Las Lomas, para pasar a descubrir el interior de una planta agroindustrial con varias líneas a pleno rendimiento y con un proyecto a corto plazo muy claro: dar paso a la línea de manipulado, calibrado y selección de aguacates, la nueva estrellas por estas lides.
"En la campaña del puerro hay unas 250 personas en dos turnos, y el 95% te diría que es mujer", explica Marco Rodríguez, de 45 años, que lleva una década trabajando en la empresa: empezó como director del departamento hortofrutícola y ahora es director de la Sociedad Agrícola de Transformación Export Surfruit, que pertenece a 16 productores cuya sede está en el complejo de Las Lomas.
Junto a enormes bateas con kilos y kilos de chirivía, una especie de zanahoria blanca, que exportan principalmente a Países Bajos, donde será transformada en muchos casos en snacks, Rodríguez explica en una de las líneas con ordenador que "también hemos sido pioneros en incorporar cuadernos digitales desde el campo, aquí llevamos casi diez años con la trazabilidad de la producción hasta el cliente final".
Aun así, hay una enorme pizarra analógica en la enorme sala, donde suenan a todo trapo las canciones de la playlist que eligen las propias trabajadoras, donde están apuntadas manualmente por Manolo, el responsable de producción, las partidas y cada uno de los clientes: cadenas de supermercados británicos como Tesco, Sainsbury's... Es una imagen perfecta del espíritu de Las Lomas: la innovación y la tecnología abriéndose paso para, sin renunciar a lo tradicional, mejorar los procesos productivos.
Fuera, de vuelta a la enorme zona de regadío de la inmensidad de la finca de los Mora-Figueroa, una de las grandes fortunas de España —valorada en unos 700 millones, cuentan con otras grandes fincas en Sevilla, Córdoba o Albacete, y controlaban hasta hace no mucho la embotelladora de Coca-Cola en Andalucía y Extremadura—, se llega rápido en coche al nuevo mar de aguacates de Las Lomas. Estas plantaciones tienen ya tres años y empiezan a dar sus pequeños frutos: "El aguacate desde que se planta hasta que empieza la producción necesita tres años. Necesita tiempo".
La idea, afirma Marco Rodríguez, es alcanzar las 1.000 hectáreas y que la explotación sea la mayor productora de aguacates de Europa. El aguacate necesita tiempo, pero también necesita agua. ¿Y el agua para el llamado oro verde? "Si os fijáis, en la parte baja del árbol hay una malla antihierba, que no solo evita la competencia de las malas hierbas y herbicidas, sino que reduce un 25% el consumo de agua. Se estima que una producción media de aguacates puede estar entre los 6.500-7-000 metros cúbicos por hectárea, pues nosotros estamos en unos 5.000".
También desmonta cierto prejuicio ante el consumo de agua de este tipo de plantaciones. "Un cítrico necesita la misma cantidad de agua, y un maíz necesita hasta más agua. Pero claro, normalmente se habla del aguacate que viene de Latinoamérica, que puede estar puesto en el desierto de Perú, donde pueden llover 40 litros al año, con suelos sin drenaje, ni retención, casi en la arena, pues ese cultivo gasta 12.000 metros cúbicos por hectárea, pero aquí no necesitamos esa cantidad de agua y, además, eliminamos la huella de carbono de traerlos aquí".
El imparable consumo de aguacate en España —kilo y medio per cápita de media al año— va en sintonía con el resto de Europa —principalmente importa este fruto de países como Chile, Perú, México, Israel y Marruecos—. La Organización Mundial del Aguacate asegura que se vienen consumiendo en la UE y Reino Unido más de 700 millones de kilos de esta fruta, casi un 25% más en los últimos años. En Las Lomas, una vez más, han visto el filón, incluyendo medidas para combatir los tajos en las cosechas que está provocando la acuciante sequía en zonas productoras tradicionales de aguacates de Andalucía como la Axarquía malagueña.
Introducir el puerro de invierno también significará, junto con el aguacate, seguir desestacionalizando la producción y las campañas, donde ya no solo mande el puerro, el pomelo o el fruto de las 1.500 hectáreas de algodón. Una vez rompa la explotación de aguacates —unas 12.000 toneladas anuales es la previsión— habrá una gran parte del año cubierta con empleo estable en el complejo agroindustrial gaditano.
Defensa de la biodiversidad para seguir produciendo en el futuro
Entre otras curiosidades de este "mundo dentro de otro mundo", como lo describe uno de los vecinos, Las Lomas promueve un proyecto pionero de reforma de los tendidos eléctricos para evitar la electrocución de las aves, colabora en el programa de reintroducción del águila imperial de la Consejería de Sostenibilidad que se realiza en la finca, y abastece de conejos vivos (más de 30.000 en los últimos años) para el programa de conservación del lince iIbérico.
En 2021, fue reconocida con la etiqueta de calidad europea Wildlife Estates que premia la excelencia en la gestión de la fauna, la conservación del paisaje y el fomento de la biodiversidad de un territorio.
Con más de 80 años de vida, Las Lomas se sigue reiventando, con muchos de los que nacieron en el poblado y que, a día de hoy, siguen pensando que es "un lujo" vivir y trabajar entre estas 6.500 hectáreas donde conviven en cierta armonía la producción agroindustrial a gran escala, el empleo agrícola estable y de calidad, y la defensa a ultranza de la biodiversidad y la sostenibilidad.
Andrés Navarro, que se explaya en la idea "tan arraigada" de la responsabilidad social corporativa que defiende esta empresa familiar octogenaria, asegura que su idea, "ahora mismito, es jubilarme pronto y quedarme por aquí". Ante una enorme foto en blanco y negro del poblado de Las Lomas, asegura: "Familiares de gente que se desvinculó laboralmente de la empresa sigue viniendo. Aquí se vive muy bien".
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